viernes, 19 abril 2024

Preparando el coche para la vuelta a la actividad

Un vehículo en perfectas condiciones reduce las posibilidades de sufrir un accidente. Muchos de ellos, sin embargo, han afrontado largos períodos de inactividad por el coronavirus. Revisamos, a continuación, aquellos elementos que nos aseguran fiabilidad para que nuestro coche no nos falle ahora que volvemos a usarlo de forma habitual.


Pamplona - 13 mayo, 2020 - 10:20

Tener el vehículo a punto es fundamental para evitar accidentes de tráfico. (Foto: Pixels)

Tras semanas de férreo confinamiento por el coronavirus, media España entró este lunes en la Fase 1 de la desescalada. El escenario supone una relajación de las medidas del estado de alarma y un paso más hacia la «nueva normalidad». De hecho, son muchos los españoles que ya pueden desplazarse para ir a ver a sus seres queridos, moverse a otros municipios de su provincia, etcétera. Y para hacerlo una opción es utilizar el vehículo privado. Sin embargo y tal y como apunta el comparador de seguros acierto.com, muchos de esos vehículos particulares llevan mucho tiempo parados, razón de más para extremar las precauciones.

Así, la puesta a punto será fundamental para evitar percances. Se trata de uno de los principales factores que inciden en la siniestralidad. Es decir, un coche en perfectas condiciones reduce el riesgo de sufrir una avería o accidente en carretera. En el caso de aquellos que han estado parados durante mucho tiempo, la cuestión todavía cobra más importancia.

ALGUNOS PROBLEMAS PREVIOS

La falta de uso puede generar problemas en los neumáticos, la batería, el motor, el aire acondicionado, el parabrisas y otros. Por desgracia, el mantenimiento continúa siendo una de las asignaturas pendientes de los españoles. En uno de sus últimos estudios, el citado comparador de seguros afirmó que dos de cada cinco conductores no realizan las revisiones estipuladas por el fabricante –el 18 % ignora cuándo debe pasarla– y uno de cada cuatro no prepara su vehículo ni siquiera antes de un viaje largo.

La falta de uso puede generar problemas en los neumáticos, la batería, el motor, el aire acondicionado o el parabrisas.

En dicha investigación, además, también se puso de manifiesto el porqué de estas cifras. De este modo, mientras el 26,4 % de los encuestados apuntó a la falta de tiempo, un 19 % argumentó que le resulta demasiado caro. El resto mencionó otras razones. A esta falta de mantenimiento, hay que sumarle el creciente envejecimiento del parque automovilístico español, cuya edad media se encuentra en los 12,4 años. Pero, ¿en qué tenemos que fijarnos exactamente después de tener el coche mucho tiempo parado?

CÓMO PREPARAR EL COCHE

Un buen chequeo siempre empezará por los neumáticos, pieza fundamental para nuestro vehículo. Entre otros, se deben comprobar la presión y el dibujo, así como que no tengan ningún desgaste irregular. Lamentablemente, otra de las conclusiones del informe citado anteriormente confirmó que cerca del 60 % de los conductores españoles no cambia sus neumáticos a tiempo –el 46,2 % lo hace después de recorrer con ellos más de 50.000 kilómetros y el 11,7 %, tras superar los 65.000–. Los expertos establecen el límite en 40.000 kilómetros. Circular con los neumáticos en mal estado incrementa el riesgo de vernos involucrados en un accidente y de sufrir un reventón. Tampoco podemos olvidar la rueda de repuesto.

Otro factor de riesgo añadido es la edad del parque automovilístico que, en el caso español, es una de las más elevadas al situarse en los 12,4 años de media.

Comprobar que las luces funcionan correctamente (inclusive los intermitentes y antinieblas) será otro punto clave para nuestra seguridad. Por otra parte, revisar el estado de las escobillas y el líquido del limpiaparabrisas será sencillo. Basta con mirar debajo del capó. Allí podremos repasar el refrigerante, el líquido de frenos y el aceite.

También es fácil examinar el estado de los amortiguadores: para conseguirlo podemos presionar el capó hacia abajo y soltar. Si el coche oscila una vez es que funcionan correctamente, pero si lo hace reiteradamente quizás deberíamos cambiarlos. Observar cómo reaccionan los frenos será, asimismo, básico –si chirrían, se alarga la frenada o se comportan de forma anormal–.

En cuanto a la batería, es la responsable del 40 % de las asistencias en carretera que se producen. Si necesita mantenimiento, rellénala. En caso contrario, comprueba que no muestre síntomas de que se está agotando, que no da problemas al arrancar, las luces no parpadean, etcétera. Otros elementos que resulta conveniente mirar son los filtros del aire acondicionado –que estén limpios–, el combustible y la correa de distribución.

ARRANCAR TRAS EL CONFINAMIENTO

Finalmente, a la hora de poner en marcha nuestro coche lo haremos con prudencia, pues algunas piezas internas pueden haberse visto afectadas por el parón. Si al girar la llave notamos que tiene dificultades para arrancar, esperaremos y lo intentaremos reiteradamente. No es recomendable que la llave permanezca girada durante más de cinco segundos.

También es conveniente mantener el motor al ralentí durante cinco o diez minutos para que todas las piezas recobren su movimiento habitual y se distribuyen correctamente los líquidos.

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