Francisco Fernández Nistal, director gerente de la Asociación Navarra de Daño Cerebral Adquirido (ADACEN) y Juan Manuel Gorostiaga Ayestarán, director gerente de Mutua Navarra, han presentado una nueva campaña para detectar y prevenir el ictus en las empresas. Se trata de una iniciativa novedosa a nivel nacional que se desarrollará en una primera fase durante todo este año y que cuenta con la colaboración de la Dirección General de Política Económica y Empresarial y Trabajo del Gobierno de Navarra.
Varios estudios han puesto de manifiesto que más del 60% de la población no es capaz de identificar cuando una persona que se encuentre a su lado está sufriendo un ictus y que menos de la mitad acudiría al hospital si se encontrase en una de estas situaciones. Con el fin de difundir entre la población trabajadora los síntomas que indican que una persona podría estar sufriendo un ictus, Adacen y Mutua Navarra han impulsado esta campaña que se acompaña, además, de varias acciones para fomentar entre los trabajadores medidas de prevención de esta enfermedad.
Un 60% de los trabajadores no sabe detectar si el compañero de al lado está sufriendo un ictus.
La incidencia de esta enfermedad en personas en edad laboral está aumentando progresivamente. Por ejemplo, en el periodo 2013-2015 en Navarra una media de 193 personas en edad laboral sufrió un ictus, lo que hace un 18% de los casos totales de primeros ictus. A lo largo de la última década se ha ido observando un incremento de este porcentaje.
Navarra es una de las comunidades autónomas con una tasa más alta de personas con daño cerebral adquirido provocado por el ictus. La media española de tasa de prevalencia es de 7,3 por cada mil habitantes, mientras que en la Comunidad foral esta cifra es de 9,2 (11,1 mujeres y 7,4 hombres). Un total 16.109 personas en Navarra viven con secuelas tras haber sufrido un ictus. Por otro lado, hay que tener en cuenta que, aunque la mayor incidencia de la enfermedad se da a partir de los 65 años, su prevención debe desarrollarse durante toda la vida.
LA CAMPAÑA
En concreto se han diseñado carteles-infografías que describen de forma gráfica los síntomas más habituales que presentan las personas que están sufriendo un ictus, y detallan qué hacer y qué no hacer en caso de presenciar uno. Lo más importante, señalan, es llamar al 112 para activar el código ictus, protocolo específico para la atención inmediata y urgente de esta patología impulsado por el Servicio Navarro de Salud.
ADACEN y Mutua se unen para difundir entre la población trabajadora los síntomas que indican que una persona podría estar sufriendo un ictus.
Además de la información, la campaña incluye varias acciones encaminadas a la prevención de la enfermedad que se desarrollarán en las empresas navarras interesadas. Profesionales de Adacen impartirán charlas informativas sobre este tema y repartirán entre los asistentes folletos con consejos de prevención. Un vídeo animado y un vídeo de testimonios son el resto de los materiales desarrollados para la campaña.
Francisco Fernández Nistal, director gerente de ADACEN, destacó que “teniendo en cuenta que una rápida reacción en el momento en el que una persona sufre un ictus es fundamental para salvar vidas y minimizar las lesiones cerebrales, esta campaña es muy importante en el marco de la labor de información y prevención que desarrollamos desde hace años. Ayuda a identificar los síntomas en una población, menores de 65 años, en la que están creciendo los porcentajes de incidencia de esta enfermedad. Además, a través de las charlas, vamos a informar a los trabajadores y trabajadoras sobre los factores de riesgo y medidas de prevención del ictus, medidas que hay que tener en cuenta a lo largo de toda la vida puesto que el ictus podría prevenirse en el 80% de los casos”.
“Una rápida reacción en el momento en el que una persona sufre un ictus es fundamental para salvar vidas y minimizar las lesiones cerebrales”, Fernández Nistal.
Juan Manuel Gorostiaga, director gerente de Mutua Navarra, señaló que “en Mutua Navarra llevamos más de nueve años apostando por la promoción de la salud. Fuimos pioneros en este ámbito dentro de nuestro sector. Cuando Adacen nos propuso colaborar con ellos, lo tuvimos claro. Es una entidad que aporta mucha experiencia en la atención de personas con enfermedades que generan discapacidad. El ictus es una enfermedad que cada vez tiene más incidencia en la población trabajadora. Esta colaboración persigue concienciar y apoyarles para convertirse en empresas saludables y responsables con esta necesidad de la sociedad”.
Las consecuencias del ictus son mortales en un 30% de los casos y de discapacidades graves en un 44%.
Finalmente, intervino Javier Rodríguez, de 52 años de edad, que sufrió un ictus en 2004, quien desarrolló su actividad profesional como camarero y posteriormente como operario especialista de fábrica. Tras el ictus, le quedaron graves secuelas que le han impedido volver a trabajar. Su situación laboral actual es de Jubilación por Invalidez, con un grado de Gran Invalidez y una minusvalía reconocida del 90%.
EL COSTE DEL ICTUS EN LA EMPRESA
El coste personal, social y laboral del ictus supone el 6% del gasto sanitario público de España y es la primera causa de discapacidad en el adulto, representando un coste elevadísimo al sistema nacional de pensiones.
Según el mencionado estudio, del total de trabajadores fallecidos (226) durante la jornada laboral en el primer semestre de 2016, 116 de ellos murieron a causa de estas patologías, lo que supone el 51,33% del total. Ambas patologías se vinculan a riesgos psicosociales, como el estrés.
Infartos y derrames cerebrales son, según un estudio desarrollado en 2016 por UGT, la primera causa de muerte en el trabajo.
Para las empresas, el ictus supone también un coste muy elevado en términos de bajas laborales, adaptación de puestos de trabajo, indemnizaciones, rotaciones, etc. Los trabajadores en puestos con mucha presión y en los que se dan situaciones poco predecibles tienen hasta un 58% más de posibilidades de sufrir ictus según la academia Americana de Neurología.
Cada año se producen en España 130.000 casos nuevos de accidentes cerebrovasculares causando la muerte en un 30% de los casos y una discapacidad grave en un 40% de ellos. Esto implica que, en muchas ocasiones sea imposible regresar al puesto de trabajo o que sean necesarias importantes adaptaciones para hacerlo.
La buena noticia es que la mayor parte de las causas que producen un ictus (un 80%) son modificables introduciendo pequeños cambios en el estilo de vida. Cambios que, además, redundarán en menores posibilidades de sufrir otras patologías como los infartos o el cáncer.
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