Rafael Puyol es, desde enero de 2015, presidente de Seniors Españoles para la Cooperación Técnica (SECOT). Cuando el órgano directivo de esta organización lo escogió sin duda sabía lo que hacía, porque su currículum impresiona. Nació en 1945 en Gijón, donde estudió en el Colegio de la Inmaculada, y desarrolló su labor académica y docente en la Universidad Complutense de Madrid, donde fue director del departamento de Geografía General (1981-1982), vicedecano de la Facultad de Geografía e Historia (1986-87), vicerrector de Ordenación Académica (1988-1995) y finalmente rector desde 1995 hasta 2003.
De sus importantes méritos hablan reconocimientos como la concesión en 2014 de la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio o los nombramientos como doctor honoris causa por la Universidad Anáhuac (México), Universidad del Norte (Paraguay), Universidad Nacional de Cuzco (Perú), Universidad Ricardo Palma (Perú), Universidad Interamericana de Puerto Rico, Universidad Rodríguez Ureña (Repùblica Dominicana) y Universidad de Panamá.
“SECOT es una excelente iniciativa, si no existiera habría que inventarla”
Le indicamos que no es muy usual la profesión de geógrafo, y nos aclara que “estudié Geografía e Historia, realmente soy catedrático de Geografía Humana, y desde muy pronto me especialicé, en París y en Nottingham, en demografía. Durante toda mi carrera profesional me he dedicado casi con exclusividad a la docencia universitaria sobre los temas de población y por eso cuando me preguntan ¿usted qué es? no suelo decir que soy geógrafo, ni siquiera geógrafo humano, digo que soy demógrafo porque me dedico a estudiar cuestiones de población”.
Su etapa de docente comenzó como profesor ayudante a los 23 años, recién licenciado, y duró prácticamente hasta los 70, cuando se jubiló. A pesar de haberle dedicado casi 50 años dice que la demografía “me sigue apasionando”, por eso su jubilación es relativa: “Sigo en activo, porque estoy en la escuela de Negocios del Instituto de Empresa, y ahí dirijo un observatorio sobre demografía, desarrollo una docencia reducida y hago sobre todo tareas de investigación”.
De modo que ha pasado casi directamente de impartir conocimientos a sus jóvenes alumnos a dirigir una organización de seniors voluntarios “ y es algo que me parece muy enriquecedor porque te permite conocer opiniones, comportamientos y actitudes de unos y otros. Otra experiencia enriquecedora que he tenido ha sido la de conocer lo público y lo privado, he estado en la Complutense y ahora he pasado a una institución privada y eso te ayuda a entender mejor el mundo de la formación, de la investigación, porque las cosas no son exactamente iguales en los dos lados. Sí, estoy muy satisfecho de estas dobles experiencias”.
ASESORAMIENTO POSITIVO
Podía estar disfrutando tranquilamente de su bien ganada jubilación, ¿cómo le convencieron para meterse en este lío de SECOT? “Es que soy de los que piensan que mientras uno tenga capacidad para seguir trabajando y ganas de hacerlo no puede irse al retiro”. Colaboraba con SECOT y allí pensaron que podría ayudarles entre otras cosas porque SECOT tiene buenas relaciones con el mundo de las universidades. “Me invitaron a participar más activamente, me ofrecieron la presidencia y di el paso al frente porque consideré que SECOT es una excelente iniciativa y a mí me iba a permitir poner en práctica esa cierta capacidad adquirida a lo largo de tantos años de profesión”. Dice que no se arrepiente de haber aceptado, sino todo lo contrario, y tras conocer SECOT desde dentro afirma que “si no existiera habría que inventarlo, porque por la labor que ejerce y cómo la ejerce juega un papel importante en nuestra sociedad”.
“Los políticos son cortoplacistas, están interesados por los asuntos más próximos a su periodo de mandato”
Asegura que los integrantes de SECOT no están reivindicando su consideración de personas válidas con una experiencia que no es reconocida: “En su vocabulario no entra la palabra reivindicación, hay otras asociaciones de seniors que sí lo son, nosotros vamos con ánimo de servicio con las cuatro grandes escuelas de formación gratuitas que tenemos en Madrid, Barcelona, Granada y León donde los seniors enseñan todo lo que va resultar útil para los chicos que vayan a desarrollar una iniciativa emprendedora. Además asesoramos a jóvenes, pymes, instituciones, a desarrollar sus iniciativas y como tenemos de todo, juristas, economistas, ingenieros, comunicadores… la mayor parte de las veces el asesoramiento resulta positivo”.
CRÓNICA DE UN PAÍS ENVEJECIDO
¿Cómo es que un demógrafo está al frente de una organización que asesora en temas empresariales? Es que no habíamos terminado con su currículum. Rafael Puyol es miembro de la Fundación del Instituto de Empresa y socio institucional del Círculo de Empresarios. Sabe, por tanto, de lo que se ocupan los voluntarios de SECOT. “No diré que tengo conocimientos por ser empresario, que no lo he sido, pero sí tengo cierto conocimiento de la empresa por haber estado en instituciones que mantienen estrechísimas relaciones con ese mundo”.
Regresamos a su profesión, a la demografía, porque como Rafael Puyol indica va a tener un papel protagonista en los próximos años. Reconoce que cuando empezó a ejercerla las cuestiones referidas a la población “seguramente no interesaban a demasiada gente porque ahí no había grandes problemas, la natalidad era razonablemente alta, el envejecimiento pequeño, fuimos un país migratorio y después, en la época económica dorada de finales de los 90 hasta el comienzo de la crisis tuvimos un periodo de fuerte inmigración…”
Pero todo eso ha cambiado y cada vez se habla en un tono más sombrío sobre el futuro, porque el país envejece y con ello surgen incógnitas en relación con la sostenibilidad de las pensiones, el mercado laboral, el incremento de los gastos sanitarios, que Puyol vaticina que “van a crecer bastante”, o la atención a la discapacidad y la dependencia. “Como la demografía está en la base de todo eso empieza a interesar a mucha más gente, a más instituciones, incluso a los propios políticos, que de vez en cuando por lo menos dicen que se interesan por ella aunque luego las realizaciones prácticas sean muy escasas”.
Cuando le preguntamos si cree que los políticos no están actuando como debieran su respuesta no deja lugar a la duda: “Los temas que estudia la demografía suelo decir que son de luces largas, en el sentido de que son cuestiones que se producen en la actualidad pero tienen una proyección importante hacia el futuro. En cambio los políticos son cortoplacistas, están interesados por los asuntos más próximos a su periodo de mandato, apenas se ocupan por las cuestiones del medio o largo plazo, y en ese cortoplacismo reside seguramente una de las razones por las cuales no se definen acciones políticas demográficas que nos pudieran ayudar a afrontar los retos que se van a producir dentro de 15 o 20 años”.