La conversación con Ramón Urdiáin tiene lugar en su austero, casi espartano, despacho situado en los bajos del Navarra Arena. El cuadro que colorea las paredes muestra una fotografía de los Reyes Magos rodeados por un amplio séquito. Mirando de reojo de vez en cuando a la imagen iniciamos la conversación con Ramón, con Moncho, que es como se autodenomina y lo conoce todo el mundo.
Nació hace 44 años en Pamplona, donde transcurrieron su infancia y juventud y donde estudió, en la Universidad de Navarra (UN), Administración y Dirección de Empresas. Sus planes pasaban por salir al extranjero una vez acabada la carrera para perfeccionar sus conocimientos de inglés, pero fue seleccionado para participar en un proyecto formativo de la UN con el sindicato profesional alavés, de modo que comenzó a trabajar en la factoría de Mercedes Benz de Vitoria. “Hombre, por una parte bien por arrancar nada más terminar la licenciatura, pero me quedé sin experiencia en el extranjero porque después fui encarrilando trabajos aquí. Solo he salido en vacaciones”. Por cierto, este verano no va a poder disfrutarlas debido a las obligaciones que conlleva su nombramiento, el pasado 18 de junio, como nuevo director gerente de NICDO.
Cuando se matriculó para estudiar ADE, no lo tenía muy claro. Pero pronto se disiparon sus dudas. “Elegí la carrera porque se me daban bien las matemáticas y los números. Y enseguida me di cuenta de que acerté”. Pasó por la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Navarra y por Caja Rural antes de ingresar en el sector público empresarial. “Me apunté a una convocatoria de Navarra de Gestión para la Administración. Necesitaban una persona para el departamento financiero y me eligieron”, rememora.
Así se adentró en temas relacionados con la administración y la contabilidad. Durante su estancia, se incorporó el gerente de la Sociedad de Promoción de Inversiones e Infraestructuras (SPRIN). “Hice una buena relación con él porque venía del mundo privado y, como no tenía a nadie más que a mí en la parte de administración, que además ya iba conociendo cómo funcionaban las empresas públicas, le ayudaba y le decía cómo podía hacer las cosas. Un día me dijo que iba a crear el puesto de director financiero de SPRIN. Me presenté y conseguí el puesto”.
“Me gusta conseguir que nuestra actividad genere resultados positivos para la comunidad”.
Solo tenía 29 años y ya ocupaba un alto cargo en una empresa que iba a afrontar proyectos estratégicos tan diversos como la creación de la Ciudad Agroalimentaria de Tudela, el Circuito de Navarra o el Centro de Esquí Nórdico Larra-Belagua. “Un trabajo muy atractivo”. Algunos de los proyectos que desarrollaba SPRIN generaban empresas como Territorio Roncalia SL o Circuito de Los Arcos SL: “En realidad, SPRIN éramos tres personas, nos tocaba hacer un poco de todo… Así fui viendo que me gustaban los temas de gestión, la creación de equipos, definir proyectos y objetivos”. Se decidió entonces un primer proceso de reestructuración de las empresas públicas y la fusión de Territorio Roncalia, Circuito de Los Arcos y SPRIN en Navarra de Deporte y Ocio, de la que pasó a ser director financiero y, durante un tiempo, gerente en funciones. Después se planteó la necesidad de analizar el futuro funcionamiento del Centro Navarro de Autoaprendizaje de Idiomas (CNAI). “Me propusieron ir como director gerente, pero estaba muy contento con los proyectos que llevaba en NICDO, los había visto nacer y no quería perderlos, de modo que les pedí poder compatibilizar y dirigí CNAI desde NICDO“.
FRENTES ABIERTOS
En esas estaba cuando se puso en marcha el Navarra Arena y el responsable de NICDO le comunicó que había pensado en él como director. Es decir, tenía que dejar CNAI: “Le pedí que no me lo quitara y seguí, hasta que la actividad del Navarra Arena fue creciendo y, aunque me dio pena, tuve que dejar CNAI. Sí, me va esa marcha de tener varios frentes abiertos”.
Es evidente que el trabajo lo motiva y no rehúye el que pudiera parecer más ingrato, como aparentemente tuvo que ser encargarse del lanzamiento del Navarra Arena en una época en que su gestión suscitaba intensos debates políticos y ciudadanos. “Sí, era instalación controvertida en aquellos momentos, pero ofrece unas posibilidades… buah, inmensas. Y con las ganas y creatividad del gran equipo de profesionales de NICDO, creía que podríamos darle la vuelta. No me asustó, pero reconozco que no sabía cómo saldría la cosa. Al final se han alineado los astros y el Navarra Arena es ya una instalación bien vista por la mayoría, genera impacto positivo, llena hoteles, trae eventos que dan visibilidad a Navarra y crea empleo. Aquí trabajamos seis personas, pero un día de evento llegamos a estar 350″. Lo mismo dice de las campañas escolares de esquí que organiza Territorio Roncalia. “Me gusta conseguir que nuestra actividad genere resultados positivos para la comunidad“.
“Con las ganas y creatividad del gran equipo de profesionales de NICDO, creía que podríamos dar la vuelta al Navarra Arena”.
Cuando hace algo más de dos meses llegó a la Dirección de NICDO, ya conocía bien la mitad de sus estructuras, las relacionadas con el deporte. En este tiempo se ha familiarizado con las culturales y ha trabajado con CPEN y la consejera del ramo, Rebeca Esnaola, en la nueva orientación que se quiere dar a la empresa y que se plasmará en un plan director cuyo contenido se dará a conocer en breve: “NICDO tiene tantas ramas, tantos proyectos en marcha o en preparación y tanta gente que han sido unas semanas un poco de locura, de reuniones hasta bien entrada la tarde y, a partir de ahí, ponerme al ordenador, mails, leer informes… Pero vaya, es lo que hay que hacer para poder tomar decisiones correctas”.
El suyo es un cargo de libre designación y estamos a mitad de legislatura. Por eso, resulta inevitable comentarle que, si cambia el color del Gobierno, puede que su permanencia en el puesto se limite a solo dos años… “Soy consciente de eso, el tiempo que esté intentaré hacerlo lo mejor posible. Llevo trabajando aquí un montón de años y cualquier cosa que me propusieran para NICDO la haría. Solo puedo agradecer la confianza que depositaron en mí y trabajar hasta que decidan que ya no quiera que siga”.
¿Recibió alguna directriz concreta sobre el rumbo que se desea dar a NICDO? “Lo que ha ocurrido con NICDO es que cada vez es más grande. De modo que, ahora, se pretende estar muy bien preparados para aprovechar todas las oportunidades que aparezcan en esta etapa posterior a los confinamientos del Covid-19, para generar valor para nuestra comunidad, y que tengamos una visión de empresa integral, que funcionen todas sus divisiones con la misma filosofía. Planetario, Baluarte o Circuito tienen sus propios proyectos, pero con un objetivo común: buscamos pasar de una estructura vertical a una organización con departamentos más transversales, circular, que posibilite la interacción para disponer de más sinergias”. La empresa ayuda a desarrollar las políticas de cultura, deporte y ocio que marque el Departamento de Cultura y Deporte, del que depende. Y, en estos momentos, se busca que genere impacto más allá de su propia infraestructura. “¿Cómo? Pues siendo creativos… Un acto que se celebre aquí, en el Arena, puede tener una previa en Tudela, por ejemplo. Mirar más lejos en todo lo que hacemos y tratar de llegar a toda Navarra”.
“Buscamos pasar de una estructura vertical a una organización con departamentos más transversales, circular, que posibilite la interacción para disponer de más sinergias”.
Son retos de los que habla con gran entusiasmo, pero sin llegar a gesticular. Porque él es comedido en sus gestos y expresiones. Una actitud que no varía ni siquiera cuando le planteamos cuestiones algo más complejas, como por ejemplo si está previsto algún nuevo intento de privatización o prescindir de alguna de las actuales infraestructuras. “Hay que valorar todas las opciones posibles, estamos en fase de análisis”, responde sereno.
Ese análisis y el resto de tareas requieren mucha dedicación. “Mi mujer me ha dicho que espera que este ritmo no sea perpetuo, porque hay días que incluso después de cenar tengo que volver al ordenador. Y como NICDO se ocupa del ocio y del deporte, además del trabajo durante la semana también tiene actividad el fin de semana. Eso sí, a veces trabajo y disfrute se mezclan cuando estás viendo un espectáculo, una prueba deportiva… No me importa meter horas, además es lo que tengo que hacer ahora para poder desarrollar bien mi tarea con la ayuda de los equipos de NICDO. Son gente muy profesional que vive a fondo el proyecto. Con ellos vamos a poder hacer cosas muy importantes y por eso, cuando me ofrecieron el cargo, dije que adelante. Para mí es muy importante el trabajo en equipo”.
EL REY GASPAR
El hecho de que a Ramón Urdiáin le atraiga todo lo relacionado con el deporte -practica el ciclismo- y la cultura ayuda a que esa en ocasiones agobiante tarea sea mucho más llevadera. De hecho, insiste en que si promueve actividades atractivas para el gran público, como la actuación del Cirque du Soleil con la que se abrió el Navarra Arena o el Campeonato del Mundo de Superbikes celebrado hace un par de semanas en Los Arcos, es para contribuir a la riqueza de la región. “En ese entorno puedes estar con gente que toma decisiones, directivos de empresas, patrocinadores para otros eventos, representantes institucionales, alcaldes, promotores… Estás trabajando pero en un ambiente agradable. Por eso, también aprovecho esos momentos para plantear propuestas e ir viendo qué acogida tienen”.
La entrevista ha concluido y nos disponemos a recoger nuestras cosas, pero la foto de los Reyes Magos sigue picando nuestra curiosidad. ¿Por qué está ahí? Así que se lo preguntamos. Se ríe: “Ese Gaspar era yo”. A raíz de la apertura del pabellón tras el confinamiento, la Asociación Cabalgata Reyes Magos de Pamplona le propuso que encarnara al Gaspar del año 2020. “Me sorprendió muchísimo. Les dije que cómo se habían fijado en mí, que no soy nada popular. Pero acepté encantadísimo. ¡En la vida hubiera pensado que iba a ser rey mago! Fue una experiencia muy, muy, muy bonita, algo único… ¡Qué maravilla! Solo con levantar las manos haces felices a los niños”, señala mientras repite el saludo que tantas veces hizo emocionado aquella noche.