sábado, 27 abril 2024

Rodando con Carlos F. de Vigo

Una imaginación desbordante y el deseo de narrar grandes historias hicieron que desde niño tuviera claro su futuro: quería ser director de cine. Primero puso en marcha la 'spin-off' New Gravity Laws, donde conoció a su esposa, Lorena Ares, y más tarde ambos fundaron Dr. Platypus & Ms. Wombat, donde nuestro protagonista ejerce como CEO. Una firma que está obteniendo grandes reconocimientos para la industria audiovisual navarra y que ahora busca aprovechar todo el potencial de la Inteligencia Artificial.


Pamplona - 8 marzo, 2024 - 12:38

Carlos F. de Vigo estudió Económicas en la Universidad de Vigo, pero dejó la carrera para perseguir su sueño de ser director de cine. (Fotos: Sergio Martín)

La cortesía es una cualidad que brilla en todos nuestros entrevistados. Agua, café, pastas… Hemos probado una infinidad de tentempiés, pero lo cierto es que, hasta hoy, nadie nos había ofrecido una cerveza. Sin duda, Carlos F. de Vigo es original hasta para eso. «Quiero que os sintáis como en casa», expresa con una sonrisa amable, después de ofrecernos todos los aperitivos anteriores.

Un cuadro de la famosa escena de Jack Nicholson en El Resplandor nos recibe. Repartidos por las paredes, dibujos con grandes explosiones de color adornan el espacio. Así, inmersos en el misterioso ambiente del local, no se nos hace complicado intuir que la sede de la productora Dr. Platypus & Ms. Wombat es un gran núcleo de talento navarro.

Nuestro protagonista nos invita a tomar asiento y a escuchar su historia. Nació y creció en Vigo, con vistas al océano Atlántico, rodeado de bosques frondosos que le inspiraban para imaginar grandes relatos. Utiliza la palabra «morriña», tan característica de su tierra, a la hora de escoger el recuerdo más vivo que atesora en la memoria: «Soy asmático y, cuando tenía una crisis, mi madre me llevaba al rompeolas de Baiona para que respirara el yodo del mar». Aquello le enseñó a cultivar la paciencia, «tan necesaria cuando uno tiene aptitudes creativas». Asentimos y tomamos nota. A veces, coger aire es la mejor solución.

«Veía muchas películas, leía muchos libros y jugaba a muchos videojuegos. Tenía una curiosidad insaciable»

Define su infancia como «solitaria» y «reveladora». Recuerda ser un niño con la mente repleta de aventuras y con una imaginación desbordante: «Veía muchas películas, leía muchos libros y jugaba a muchos videojuegos. Tenía una curiosidad insaciable». Aquel pequeño Carlos de grandes inquietudes nunca dudó de su futuro profesional: estaba convencido de que sería director de cine. Cogía ideas de aquí y de allá, se instruía sobre zoología, tecnología, animación… Exploró infinidad de caminos. Hacerse mayor es precisamente eso, ¿no? Aprender de todo un poco, ver qué sí y qué no, y profundizar en aquello que deja poso en nuestro interior. Crecer es un viaje de autodescubrimiento.

DE LA ECONOMÍA AL SECTOR AUDIOVISUAL

«Persigue tus sueños», suelen decir. Pero hacerlo no es tan sencillo. ¿Vas a estudiar eso? ¡Pero si no hay salidas! ¿De qué vas a trabajar luego? ¿No prefieres algo más estable y seguro?… En muchas ocasiones, las carreras artísticas van sujetas a la incertidumbre y al riesgo. Por eso, a pesar de que Carlos tenía su meta clara, el anhelo de formar parte de la industria audiovisual tuvo que esperar. Estudió Económicas en la Universidad de Vigo, aunque en el cuarto curso decidió no continuar con su formación. «Ese no era mi sitio. Pero entendí algo que cambió mi manera de ver las cosas», asume con la voz firme. Después de un silencio enigmático, opta por revelarnos su gran descubrimiento: «Descubrí que en la toma de decisiones no hay respuestas correctas o incorrectas, no todo es blanco o negro. Desde entonces, aprendí a vivir en la escala de grises. Todas las decisiones que he tomado en mi vida, hayan sido mejores o peores, me han llevado hasta aquí. Y estoy orgulloso de mi recorrido».

Entonces, comenzó a escribir guiones y a construir su proyecto de vida, mientras daba sus primeros pasos en el mundo laboral de la mano de la empresa Undergaming. «Empecé de cero. En España no había ninguna escuela para estudiar estos temas. Me formé por mi cuenta», expresa. Más tarde, fundó su propia desarrolladora en Santiago de Compostela, una spin-off tecnológica que recibió el nombre de New Gravity Laws y que recibió el premio al Segundo Mejor Proyecto Empresarial del Año por la Universidad de Santiago de Compostela: «Es la raíz del grupo Dr. Platypus & Ms. Wombat. Tiene quince años de vida y es de las pocas pymes que han producido cine y videojuegos en la Península».

«Las ideas pueden surgir de cualquier parte y en cualquier momento. En concreto, a mí me interesa contar buenas historias y ofrecer experiencias»

Su mirada se ilumina cuando habla de los proyectos que vieron la luz durante aquellos años. Entre ellos, despunta el videojuego para Wii My fireplace, uno de los más vendidos a nivel internacional en la firma Nintendo. Tanto es así que incluso alcanzó el top 10 en todos los mercados estatales relevantes del mundo. Pero, mientras nuestro protagonista enumera los logros de la compañía, nos surge una duda: «¿Cómo se diseña un videojuego?». Nos atrevemos a enunciar en voz alta cuál creemos que es el primer paso. Como en toda creación, el proceso comienza por conseguir una buena idea, ¿no? Carlos sonríe y asiente: «Las ideas pueden surgir de cualquier parte y en cualquier momento. En concreto, a mí me interesa contar historias y ofrecer experiencias».

Para ilustrar sus palabras, nos pone un ejemplo. De pronto, un día cualquiera, se subió a un bus y comenzó a observar el comportamiento de la gente: «Veía personas hablando entre ellas, otras aisladas… Y entonces pensé: «¿Qué pasaría si estás tan tranquilo en el transporte público y de repente te muerde un zombi?». Así surgió Zombeer, ganador del segundo premio al Mejor Videojuego Indie en los Unity China Award y Selected Project en la GC de San Francisco. Se trata de un juego para PlayStation donde el usuario se despierta en un bar con un mordisco en el brazo y tiene que evitar transformarse en un muerto viviente a base de beber cerveza. Entonces nos acordamos de ese botellín que Carlos nos ha ofrecido al iniciar la entrevista…

EL VIAJE A AUSTRALIA

Allí, en Santiago de Compostela, conoció a Lorena Ares. De hecho, fue la primera persona que comenzó a trabajar con Carlos en New Gravity Laws. «Ella era experta en animación y yo en videojuegos. Enseguida conectamos bien», rememora. Tan intensa fue la conexión que, un tiempo después, se casaron. Compañeros de vida, durante unas vacaciones se marcharon a Australia para cumplir un sueño que nuestro protagonista tenía desde niño. «Vi un ornitorrinco y me encantó. A ella le llamaron la atención los wombats, que son como ositos pequeños. Así se nos ocurrió llamar a nuestra empresa Dr. Platypus (ornitorrinco en inglés) & Ms. Wombat», subraya entre risas.

Nuestro invitado fundó su propia desarrolladora tecnológica, New Gravity Laws, donde conoció a Lorena Ares, su esposa. Es la raíz del grupo Dr. Platypus & Ms. Wombat.

Nuestro invitado fundó su propia desarrolladora tecnológica, New Gravity Laws, donde conoció a Lorena Ares, su esposa.

Con New Gravity Laws y Dr. Platypus & Ms. Wombat a sus espaldas, decidieron instalarse en Navarra, donde les esperaban grandes proyectos. Sus líneas de trabajo se dividen en cuatro: animación 2D y 3D, motion graphics y diseño, efectos visuales, y videojuegos e inteligencia artificial (IA). Algunas de sus grandes producciones cinematográficas responden a títulos como Morti, un cortometraje de animación que refleja el anhelo del hombre de su inocencia infantil, o Skizo, un largometraje de ciencia ficción y terror co-guionizado también por Lorena. «La admiro muchísimo», recalca Carlos tras una breve pausa.

Entonces menciona el último hito de su compañera, socia y esposa: la nominación a un Goya por la película de animación Hanna y los monstruos, en la que ejerció como directora. También en 2023, el largometraje Amanece la noche más larga, dirigido por ambos, fue nominado a un Goya y preseleccionado para los Oscar. «En Estados Unidos lo posicionaban como uno de los quince mejores cortos del año a nivel mundial. Es la mayor muestra de que estás haciendo tu trabajo bien», apunta. Además, nuestro invitado estuvo nominado al Goya con Memorias de un hombre en pijama.

«Nuestros proyectos son de equipo. Para mí, los artistas y técnicos con los que trabajo lo son todo. Y también lo es la colaboración público-privada, fundamental para que la industria crezca sana. En este sentido, Navarra es un contexto de trabajo muy especial», apunta.

LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL, UNA «BUENA ALIADA»

En concreto, desde hace varios meses, la compañía centra su atención en la IA. Tanto es así que ha invertido 2 millones de euros en la creación de un laboratorio de IA, bautizado con el nombre de Profesor Octopus AI_LAB. «Se trata de la séptima unidad de I+D+i empresarial en Navarra», resalta nuestro protagonista con satisfacción tras recalcar que el proyecto pertenece al Sistema Navarro de I+D+i (SINAI).

«La IA es comparable a la invención de la imprenta. Las tecnologías han cambiado la vida del ser humano. Estamos en un proceso de transición»

Parece que este es uno de sus temas de conversación favoritos, pues a su manera de ver, «la IA es comparable a la invención de la imprenta». «Las tecnologías han cambiado la vida del ser humano. Estamos en un proceso de transición, de evolución, de cambios…», defiende . Aunque hay quienes opinan que la IA representa una amenaza, otros la perciben como un verdadero apoyo. ¿Y Carlos? No se piensa mucho la respuesta: «Es una buena aliada y una gran oportunidad para hacer cosas que antes no se podían hacer e incluso eran impensables, aunque también hay riesgos». Por eso, la compañía lucha por ser la mejor en el uso de la IA aplicada a la industria audiovisual.

En este sentido, uno de los proyectos que Dr. Platypus & Ms. Wombat ha desarrollado es Emotional films, un nuevo formato que es capaz de modificar la historia en tiempo real, en función de las emociones del espectador: «El objetivo es ofrecer un producto personalizado. Usamos una arquitectura con diferentes modelos de IA y bases de datos para generar una experiencia única, autogenerada en tiempo real desde la nube y reactiva a las sensaciones del usuario».

A sus 50 años, como CEO, indica que ahora la firma está enfocada en la obra de animación 3D DinoGames, en coproducción con la belga Beside Productions. La narración se centra en un metaverso, pues los protagonistas quedan atrapados dentro de un videojuego: «Queríamos juntar aventura y comedia con niños como personajes principales».

La compañía ha invertido 2 millones en un laboratorio de IA, bautizado con el nombre de Profesor Octopus AI_LAB.

La compañía ha invertido 2 millones en un laboratorio de IA, bautizado con el nombre de Profesor Octopus AI_LAB.

Además, está trabajando en el desarrollo de los avatares conversacionales con una compleja tecnología. Es el caso de Archibaldo y Archibalda, dos guías virtuales a tamaño real que ofrecen información sobre la historia y el patrimonio en el Archivo de Navarra. A través de la IA y el Big Data, son capaces de responder a las dudas que les planteen las personas visitantes, ya que disponen de una decena de modelos de IA interconectados e incorporan una base de datos que cuenta con más de 150.000 entradas. «Deberíamos estar dando clases de IA en los colegios para que los niños entiendan desde pequeños este mundillo y se conviertan en nativos de la ciencia y la tecnología, aunque siempre estudiando también el contexto que hay detrás de todos estos avances», incide.

Pero, tras conversar de tantos proyectos, nos surge una pequeña duda: «¿Cuál es el truco para mantenerse inspirado?». Nuestro protagonista, con misterio, vuelve a sonreír y confiesa que la música siempre ha sido su gran compañera a la hora de imaginar historias. Aunque disfruta de cualquier género, la ópera y la música clásica son sus favoritos. «Si tuviese que elegir un solo artista para escuchar el resto de mi vida, sería Beethoven», asegura mientras nos acompaña a la puerta para despedirse amablemente de nosotros. 


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