La universidad tiene mucho que aportar a la transformación tecnológica del agro de nuestro país, y no solo a través de la innovación, sino -especialmente- con la formación digital de los futuros trabajadores. También la industria agroalimentaria, embarcada ya en un proceso de transformación hacia el 4.0, debe colaborar en extender la innovación hasta los campos de cultivo y explotaciones ganaderas. Estos son los puntos de referencia de la tercera parte de intervenciones y mesas redondas del Alimenta Meeting Point, el congreso de la industria agroalimentaria de Navarra, organizado por NavarraCapital.es y Nagrifood.
Los profesores de la Universidad de Córdoba Rosa Gallardo y Jesús A. Gil Ribes han aportado la visión de la academia. Gallardo se ha centrado en La digitalización y las personas: cambio cultural, nuevos perfiles profesionales, aportando datos que no por conocidos dejan de ser importantes. Ha recalcado que apenas el 50% de las personas en España tienen competencias digitales básicas, por lo que formación es un “ámbito prioritario”: “Hacen falta cambios profundos en el sistema educativo. Más flexibilidad y dejar de pensar en títulos”, ha asegurado.
Con todo, la situación no es crítica. España está por encima de la media de la OCDE en titulados en carreras STEM, con un 30%. Peor es el porcentaje de mujeres, de solo un 25%, lo que supone “desaprovechar un potencial enorme”, en opinión de la experta. Gallardo aboga por consensuar una estrategia de digitalización del sector agroalimentario y forestal, para lo que resulta imprescindible “atraer a jóvenes y mujeres al medio rural”, por lo que pide dar “un componente de cotidianeidad a la digitalización del campo”.
Ese ha sido el enfoque precisamente de Jesús A. Gil Ribes, catedrático de Ingeniería Agroforestal, que ha presentado el proyecto CPI Innolivar, “un caso de éxito de colaboración público-privada”. El proyecto desarrolla tecnología aplicada a las necesidades de las plantaciones de olivos: “Aportamos más producción, menor uso de recursos y mayor calidad al producto, la aceituna, al tratarlo con más mimo”, ha explicado mediante un vídeo en el que ha mostrado las diferentes máquinas desarrolladas con la colaboración de la Universidad de Córdoba. Más de 80 empresas participan en un proyecto de 11 millones de euros. “Su objetivo es poner en contacto las necesidades del sector con la innovación y la tecnología”.
CASOS DE ÉXITO GRACIAS A LA DIGITALIZACIÓN
Sentadas las bases teóricas y de colaboración de la academia con la industria, era el turno de repasar casos de éxito en una mesa redonda moderada por Fernando Martínez, director general de Ediciones y Publicaciones Agroalimentarias.
Manel Domínguez, global Operations Development Manager de Danone, ha explicado que la aplicación de la industria 4.0 en la multinacional alimentaria se centra en “darle el poder al cliente”. Danone lanza unos 300 productos nuevos al año, y la digitalización le permite acelerar los procesos. Otra cosa es la extensión de la cultura digital en la propia empresa, que Domínguez ha explicado con un ejemplo: “Es igual que mi hija explicándole a mi suegro cómo subir una foto a Instagram. Bueno, lo mismo pero a escala industrial”. Eficiencia, reducción de costes, análisis de datos… medidas todas orientadas a mejorar la productividad. “Los datos, cuando los pones en activo, dan frutos. Permiten un mejor conocimiento del puesto de trabajo, de la industria, y cambiar los estándares operativos, producen cambios de formato”.
En esa línea, Leonardo Álvarez, chief information officer de Ebro Foods, ha abogado por establecer un marco de adaptación digital orientado a la eficiencia y al cliente. “El primer paso es siempre una composición de lugar. Discriminar y diferenciar la paja del grano para quedarnos con los proyectos que realmente generan un rendimiento, retorno de la inversión”, ha defendido, porque “la digitalización tiene muchas cosas interesantes, pero no aplicables en todas las industrias”.
Su receta pasa por el “liderazgo de la alta dirección”, papel que resulta clave “tanto como evangelizadores de las las nuevas iniciativas como para dotarlas del presupuesto necesario”. También ha destacado que las compañías multinacionales tienen presencia en mercados muy dispares, “con entornos del todo diferentes”. Así, explica que la aplicación de la industria 4.0 no puede ser la misma en EEUU o Canadá que en Egipto y Marruecos. “Hay que adaptarse a lo local y crear tecnologías transversales: como ciberseguridad y marketing digital”. En definitiva, “analiza, elige en función de tus prioridades y planifica el cambio”.
Francisco Requena, director de IT+ID de FACCSA, ha explicado que la Incorporación de las tecnologías de la información y datos “empieza por producción, pero se está extendiendo por toda la empresa, lo que provoca un cambio cultural”. Su método pasa por solucionar problemas, incorporar oportunidades. En el caso de la industria cárnica porcina, “clasificar la mercancía para satisfacer al cliente es una misión crítica. Lo hacían especialistas, y notábamos que cuando se ausentaban bajaban los rendimientos”. La incorporación de un sistema automatizado en el año 98 inició el camino de la transformación digital. “Eso fue el principio. Fue creciendo y, de repente, un día, nos dimos cuenta de que eso era la industria 4.0”, un término que sin embargo no convence a Requena, que aboga por preocuparse más por sus trabajadores, por su adaptación al cambio y su formación.
Emilio Anglés, power controls and information system manager de Kellogs Manufacturing España, habla de un “cambio de paradigma en el mercado: antes las multinacionales estábamos en el centro y los clientes alrededor. Ahora el consumidor en el centro”. Con todo, su método de gestión fusiona la digitalización con los métodos más tradicionales, pues asegura que “la paciencia siempre es cómplice del éxito”. En su caso no hay vuelcos tecnológicos, sino que aprovechan “ampliaciones de plantas para introducir cambios con inversiones relativamente pequeñas”. Hasta ahora, la transformación digital ha permitido una reducción del consumo energético de sus plantas de un 20% en la última década, pero especialmente ha aportado datos sobre los que generar estrategias a medio y largo plazo. Todo sin olvidar que “el verdadero rider de la transformación digital son las personas, porque las tecnologías se pueden comprar”.
Para acceder a más información sobre el Alimenta Meeting Point… LEER AQUÍ.