viernes, 26 abril 2024

«Sánchez no puede dar la espalda a Navarra por más tiempo»

El diputado de Navarra Suma defiende la autonomía de UPN frente a sus socios de coalición. De modo que no ve posibles riesgos internos derivados de las posturas divergentes que las tres formaciones muestran respecto a los Presupuestos Generales del Estado. En una entrevista concedida a NavarraCapital.es, Sayas insiste en que los regionalistas están abiertos a un diálogo que, por otra parte, ven imposible si el Gobierno español no cambia su actitud tras el "insulto" sufrido por la Comunidad foral con el reparto de los 16.000 millones. Además, acusa a María Chivite de anteponer los intereses de su partido a los de la región y lanza una reclamación en clave interna: que "sean escuchadas" las personas que lo apoyaron en el último Congreso de UPN.


Pamplona - 30 septiembre, 2020 - 10:53

Sergio Sayas insiste en que las medidas económicas aplicadas por el Gobierno español son “tiritas”. (Fotos: Ana Osés)

Sergio Sayas vive la crisis del Covid-19 en la primera línea de las trincheras parlamentarias. El diputado por Navarra Suma está adscrito, entre otras, a la Comisión del Congreso para la Reconstrucción Social y Económica. Desde ese observatorio, analiza la actualidad económica en clave nacional y regional, tanto para desmenuzar el rol que desea desempeñar UPN en la confección de los Presupuestos Generales del Estado como para mostrarse muy crítico con los gobiernos nacional y autonómico. También aborda las relaciones internas de su partido, tras la reelección de Javier Esparza como presidente de UPN.

Usted es miembro de la comisión creada para plantear soluciones que ayuden a superar las consecuencias de la pandemia. ¿El Gobierno escucha las propuestas de la comisión, cree que la considera un instrumento útil?
El caso que el Gobierno está haciendo a las recomendaciones de la comisión es absolutamente nulo. La comisión finalizó su trabajo y el pleno del Congreso debatió las propuestas que hizo en el ámbito sanitario, económico, social y sobre la Unión Europea. Aprobó todas, excepto las del ámbito social, porque por el ataque del Gobierno a la enseñanza concertada decayeron. Ahora, el trabajo corresponde a las comisiones ordinarias. Yo estoy en las de Economía, Sanidad, Relaciones con la Unión Europea y Educación, y vemos, por ejemplo, que hubo un acuerdo unánime en la de Sanidad, pero el Gobierno no camina por la senda que se le marcó en las conclusiones, sino que va totalmente en solitario.

¿Cómo valora la gestión económica de la crisis por parte del Gobierno español?
Vivimos en una incertidumbre total. A fecha de hoy se habla de los Presupuestos Generales y no conocemos el marco macroeconómico en el que se mueve el Gobierno, ni el objetivo de déficit que se va a marcar, ni el techo de gasto que propondrá… No tenemos ninguna de esas referencias económicas, que el Gobierno tiene que enviarlas el 15 de octubre a Bruselas. Antes deberíamos conocerlas y hablar sobre ellas en el Congreso de los Diputados, pero parece que no va a ser así.

«Las medidas del Gobierno español contra la crisis son tiritas».

Luego la valoración es negativa.
Sí, muy negativa. El Gobierno vive en el optimismo antropológico en el que vivía Zapatero, cuando es un momento para el máximo realismo. ¿Por qué lo digo? Porque primero nos habló de una recuperación en V, después en W, luego en K… Pero, en verdad, es una recuperación en L, larga y dolorosa. Se lo dije a la ministra de Economía y los hechos nos están dando la razón. Nos hablaban de una caída del PIB del 8 % y creo que ningún analista da cifras por debajo del 12 %. Creo que el Gobierno trata de infundir un optimismo en la economía que no es real. De acuerdo en que no hay que generar alarmismo, pero tampoco un optimismo sin base. Las medidas que está tomando para paliar los efectos de la crisis son tiritas muy insuficientes para la dimensión de la hemorragia que sufrimos.

Al igual que el PP y a diferencia de Ciudadanos, UPN no participará en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. ¿Puede surgir un conflicto de intereses o un caldo de cultivo que enturbie las relaciones internas en Navarra Suma?
Nosotros no hemos dicho que no vayamos a hablar sobre los Presupuestos Generales del Estado. Lo que hemos dicho es que dos no hablan si uno no quiere y el Gobierno de España lo único que ha hecho es convocarnos el jueves a una reunión a todos los partidos del Grupo Mixto a la vez, es decir, no quiere negociar con los que lo integramos. Porque, de lo contrario, nos llamaría por separado. Por otro lado, los tres partidos que formamos la coalición Navarra Suma tenemos absoluta autonomía en nuestras posiciones políticas en las Cortes Generales. El único compromiso que teníamos era el tema de la investidura.

«El Gobierno de España no quiere negociar los Presupuestos por separado con los partidos del Grupo Mixto».

Supongamos que, de una u otra forma, Navarra Suma pudiera negociar. ¿Qué le pedirían al Gobierno?
El requisito que le vamos a poner al Gobierno de Sánchez es que no puede dar la espalda por más tiempo a Navarra. Si no cambia esa actitud, no podemos hablar de los Presupuestos. Pero en ningún caso nos hemos negado a negociar, es el Gobierno el que no nos ha llamado. De hecho, vamos a acudir el jueves a la reunión con la vicepresidenta. Siempre que nos llama el Gobierno, acudimos y hablamos, otra cosa es que nos pongamos de acuerdo. Nos lo pone difícil porque el camino que ha emprendido el Gobierno es el opuesto al que UPN pretende recorrer al echarse en manos de fuerzas separatistas, independentistas y de poca calidad democrática como EH Bildu. Así no podrá contar con UPN. Insisto, además, en que está apostando por no hablar de Navarra. Y nosotros no nos vamos a conformar con las migajas del fondo de reconstrucción, ni vamos a consentir que el Gobierno de España nos dé la espalda en el objetivo de déficit o en el reparto de los fondos europeos.

Según usted, ¿podría estar incluso en riesgo ese dinero que vendría de Europa a Navarra, o una parte del mismo?
Vamos a ver. Para empezar, el BCE ya está recortando el fondo europeo en un 33 % sobre las previsiones que hizo Sánchez para España. Habló de 70.000 millones de euros y el BCE ha dicho que bueno, que la cantidad neta serán unos 40.000. Estamos hablando de unos 30.000 millones, que no es una cosa menor. Es, por ejemplo, lo que nos hubiera costado financiar todos los ERTE desde que empezaron a pagarse hasta la fecha. En segundo lugar, vamos a defender que no admitimos el trato injusto que Sánchez está dando a Navarra con el reparto de los 16.000 millones de los fondos de reestructuración. Nos concede el 1 %, 160 millones, cuando somos el 1,4 % de la población y cuando, además, contribuimos con más del 1,6 % a las arcas del Estado en función del PIB. Que nos den el 1 % es un absoluto insulto a esta comunidad, no lo vamos a admitir. La señora Chivite sí lo hace porque es más del PSOE que de Navarra.

«No admitimos el trato injusto que Sánchez está dando a Navarra con el reparto de los 16.000 millones».

Pasamos a temas más concretos. Ya se conoce el Real Decreto-Ley que, en principio, regulará el teletrabajo, ¿Qué opinión le merece?
Todo lo que venga con el acuerdo de la patronal y los sindicatos es una buena opción. En estos momentos, el diálogo social es fundamental. Lo ha sido en el tema de los ERTE y lo es en el del teletrabajo. Espero que se mantenga porque veo el riesgo de que el Gobierno actúe unilateralmente, sobre todo en lo referido a los ERTE. Aunque ojalá me equivoque. La solución a la crisis la tenemos que encontrar entre todos. El Gobierno en solitario no puede y aún menos si lo hace de manera sectaria. No saldremos de la crisis si el Gobierno se empeña en atacar a las empresas, si se empeña en poner trabas burocráticas, en endurecer la reforma laboral y en subir impuestos. Porque esas son justo las recetas contrarias a lo que necesitamos.

Sayas sostiene que el Gobierno central está dando la espalda a Navarra.

Sayas sostiene que el Gobierno central está dando la espalda a Navarra.

Hablando de los ERTE. ¿Hasta cuándo los prolongaría Navarra Suma y para qué sectores?
Los ERTE deben mantenerse mientras dure esta situación de excepcionabilidad. Aún estamos tomando medidas de confinamiento en algunos barrios de Madrid, en Peralta… Y mientras haya negocios o sectores donde por decisiones del Gobierno no pueden funcionar con normalidad, tendrán que ser compensados y apoyados. Lo que no puede hacer el Gobierno es mantener sine die las ayudas a empresas que no sean en sí mismas rentables en una situación de normalidad. No puede dar oxígeno a quien no respira.

«No se pueden mantener ‘sine die’ las ayudas a empresas que no sean en sí mismas rentables en una situación de normalidad».

¿Apoya la prohibición de acometer despidos durante seis meses en el marco de los ERTE?
Tiene sentido que durante los ERTE no se pueda despedir. Pero también es cierto que se trata de un parche que pospone una decisión porque el problema no es que las empresas quieran despedir, sino que empiezan a no poder sobrevivir. Medidas excepcionales para tres meses están bien, pero una economía no se puede mantener artificialmente durante un año con medidas excepcionales. Es el momento de repensar un sistema productivo, también en nuestra comunidad. Porque Plan Reactivar Navarra tiene muchas lagunas, en especial su financiación y su reflexión estratégica. El otro día propuse a la ministra de Industria que seleccionase a Navarra como banco de pruebas de la industria nacional. Creo que sería una opción acertada porque, ¿qué necesita una industria? Un ecosistema de innovación. Y tenemos tres universidades que lo aportan, una tradición industrial inmensa y un carácter emprendedor. Son tres factores que hacen que esta tierra sea idónea para acoger ese banco de pruebas.

En clave nacional, ¿UPN está más cerca del PSOE, de Vox o de ninguno de los dos?
Hemos apoyado cosas de Vox y muchas del PSOE. Lo que pasa es que algunos se empeñan en poner el foco cuando votamos contra lo que trae el PSOE. Muchísimos de los decretos que nos ha traído el Gobierno se los hemos aprobado. En materia económica, prácticamente todos; respecto al estado de alarma, todos excepto el último; todos los de los ERTE; el de la Justicia… UPN vota aquello con lo que está de acuerdo, lo presente quien lo presente.

¿Tiene la sensación de que su discurso y el de su compañero Carlos García Adanero se ha endurecido respecto al que UPN mantenía tradicionalmente en Madrid?
No, lo que creo es que tenemos el peor Gobierno que hemos tenido en la democracia. Hay una situación muy compleja y difícil de gestionar a causa de la pandemia, es indudable. Y, a partir de ahí, se puede trabajar con más acierto o con nulo acierto, que es lo que está haciendo este Gobierno. En la primera ola fuimos el peor país de la OCDE y uno de los peores del mundo. Y en la segunda, cuando parecía imposible que volviéramos a estar entre los peores, el Gobierno se ha empeñado en demostrar que sí era posible. No es que tengamos un discurso duro contra el Gobierno, ¡es que tenemos un muy mal Gobierno!

¿Qué debería suceder para que UPN se acercara al PSOE a nivel nacional? Lo digo porque en Navarra, Javier Esparza se ha ofrecido a llegar a acuerdos con el Gobierno de María Chivite.
Repito que la regla fundamental para que UPN pueda pactar con el Gobierno de España es que respete a Navarra. No lo está haciendo cuando nos da las migajas de un fondo de recuperación para una comunidad que tiene unas enormes necesidades. Y no solo en sanidad, porque somos la segunda con mayor incidencia acumulada del coronavirus, sino que también tenemos que reforzar nuestro sistema educativo. Eso significa que Navarra partirá en condiciones menos competitivas a la hora de afrontar y salir de esta crisis económica.

«María Chivite es más del PSOE que de Navarra. Y el PSN no quiere a UPN como interlocutor».

¿El ofrecimiento de Esparza puede deberse a la soledad de Navarra Suma en el Parlamento foral?
No creo que sea eso. UPN tiene una voluntad real de acordar. Vivimos en un momento de excepcionalidad, en el que debemos dejar el politiqueo para hacer política. Pero dos no pueden negociar si uno no quiere. Y hay que negociar sobre la realidad porque en las cifras que está ofreciendo María Chivite, por ejemplo, veo un agujero de 300 millones de euros. Dice que la caída de los ingresos será de 538 millones, que va financiar con el 1 % del fondo de reconstrucción, que son 160, más el déficit permitido por el Gobierno de España, que es el 2,6% (unos 400 millones de euros). Muy bien. Pero es que luego ha puesto en marcha un plan de reconstrucción que dice que va a financiar con 1.000 millones extraordinarios en tres años, luego necesita al menos 300 millones ya en los próximos Presupuestos. Y dice que esos 1.000 millones también los va a financiar con el déficit y con el fondo de reconstrucción. ¿El mismo dinero para dos cosas? No sirve…

En Navarra, los votos de Navarra Suma y EH Bildu han coincidido en temas como las ayudas a los autónomos o, más recientemente, sobre la necesidad de impulsar un paquete de medidas en materia de conciliación. ¿Llegará el día en que suceda lo mismo en el Congreso?
De hecho ocurre, hay cuestiones que se aprueban por unanimidad. Pero una cosa es coincidir en una votación y otra abrir una negociación política con EH Bildu y convertirlo en un acto político normal. Para mí, EH Bildu no es una fuerza democrática más ni es un actor político normal. Pero como el PSOE está perdiendo cualquier principio, lo sienta a negociar en una mesa de manera vergonzosa, inmoral. Eso no lo ha hecho UPN ni lo hará nunca.

Parece que Ciudadanos y PP están empezando a trazar líneas divergentes. ¿UPN cuál seguirá?
Ninguna de las dos. UPN tiene su propia línea, y el PP y Ciudadanos harán lo que consideren oportuno para sus electores y bueno para el país. Hay muchas ocasiones en las que votamos de manera diferente, en otras coincidimos… El decreto de la Justicia lo votamos con el PSOE, y en el estado de alarma votamos en varias ocasiones diferente al PP y a Ciudadanos. Tenemos criterio propio. El acuerdo dice que en las Cortes Generales los tres partidos actuamos según nuestro criterio, más allá de la investidura que era en lo único que nos exigimos acordar.

«Navarra debe ser el banco de pruebas de la industria nacional».

¿Qué cree que desean los votantes de UPN, una estrategia de cierta colaboración con el poder o el frentismo?
No solo los votantes de UPN, sino que cualquier ciudadano llama a los políticos a que seamos capaces de entender el momento actual. Pero ese gran acuerdo de país que necesitamos ahora tiene que venir liderado por el Gobierno, es su responsabilidad. Nuestra disposición a hablar es total.

Usted obtuvo el 41 % de los votos en el último congreso de UPN, donde Javier Esparza revalidó la Presidencia. ¿Esa división interna, heredada de los tiempos de Miguel Sanz y Yolanda Barcina, está debilitando al partido?
Que haya candidaturas distintas no debilita a un partido. Al revés, el debate interno lo enriquece. Pero hay que saber gestionarlo y no se puede hacer un partido a espaldas de casi la mitad de sus afiliados. Si el camino que emprende UPN es el de hacer un partido entre todos, evidentemente será una fortaleza. Lo que no puede ser es que siga una dirección marcada solo por unas personas concretas. El 41 % de personas que plantearon la necesidad de cambios en UPN deben ser escuchadas.

Sayas considera que, por ahora, la ejecutiva de UPN no está atendiendo las demandas del sector que le votó en el congreso.

Sayas considera que, por ahora, la ejecutiva de UPN no está atendiendo las demandas del sector que le votó en el congreso.

¿No están siendo escuchadas?
Pues, de momento, no hemos hablado nada que tenga que ver con el partido.

¿Cuáles son esos cambios internos que su candidatura reclamaba?
Hablamos de la necesidad de impulsar los comités locales y la formación interna, de mejorar las vías de participación internas de los afiliados, de la necesidad de acercarse más a la sociedad… Muchas veces, los partidos caemos en el error de hablar de temas que nos ocupan a los políticos y debemos hacerlo sobre los que preocupan a la ciudadanía. La cuestión es hacer entre todos un proyecto más plural y enriquecedor. Dialogar y debatir debe entenderse como algo positivo, no como algo que divide.

«Las personas que plantearon la necesidad de cambios en UPN deben ser escuchadas».

Durante muchos años, la colaboración de su partido con el PSN funcionó. Es una opción que cuenta con un notable apoyo social, pero ahora parece inviable. ¿Quién es el responsable de esa fractura?
Evidentemente el PSN, que ha decidido que no quiere a UPN como interlocutor. La señora Chivite ha elegido otros socios. De hecho, tardó muchísimo en sentarse a hablar con nosotros, que somos la primera fuerza política de la comunidad con el 40 % de los votos y casi el doble de escaños que el PSN. Darnos la espalda es absolutamente irresponsable en esta situación que vivimos. La señora Chivite debería esforzarse por buscar el acuerdo con el partido que más navarros representa, que es la coalición Navarra Suma y UPN en concreto.

¿Cree que esa actitud del PSN puede pasarle factura electoral?
No sé si a corto, a medio o a largo plazo. Pero perder los principios nunca puede tener un buen resultado. Y esa es la política del Partido Socialista: me da igual con quién, me da igual qué precio tengo que pagar para conseguir algo. Eso es muy cortoplacista en cualquier ámbito de la vida.

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