En un año tan difícil como el pasado, la planta de Schneider Electric en Puente la Reina cerró el ejercicio con una producción de 80 millones de unidades, frente a las 78 millones de 2019. Su directora desde marzo de 2020, Raquel Gascó, añade que la firma exportó el 85 % a más de setenta países, un dato que contrasta con el de hace diez años, cuando sucedía justamente lo contrario: el 85 % de la producción tenía como destino el mercado nacional. La previsión de la compañía es acabar 2021 con 91 millones de unidades producidas.
La factoría cuenta con una plantilla de 390 personas tras la incorporación de treinta -con contratos indefinidos- a lo largo de este año. A pesar de ser una fábrica automatizada, conectada y digital, nunca había tenido tantos trabajadores, ni siquiera cuando era 100 % manual, lo que desmiente ciertos discursos que vaticinan la progresiva sustitución de las personas trabajadoras por las máquinas.
No solo forma parte del aún selecto club de la industria 4.0 de Navarra, es que su negocio también es digital: “Casi el 50 % de nuestros ingresos provienen de la digitalización: productos conectados, edge control, analíticas, software, servicios, inteligencia artificial…”, indica la directora, que recientemente fue protagonista de una Entrevista de Trabajo.
A pesar de ser una fábrica automatizada, conectada y digital, Schneider Electric nunca había tenido tantos trabajadores en Puente la Reina.
Gascó se siente muy respaldada por el apoyo de la compañía a la planta de Puente la Reina, en la que ha invertido 19,5 millones de euros en los tres últimos años, 8,5 en 2021, destinados fundamentalmente a maquinaria e instalaciones que darán lugar a nuevos lanzamientos: “Es una respuesta al esfuerzo de los trabajadores que hacen posible que se alcancen esos resultados”. De hecho, forma parte de la cultura de la empresa. De acuerdo con los datos de 2019, Schneider Electric dedicó a I+D+i el 5 % de los 27.200 millones de euros que ingresó a nivel global. Ingresos que en un 41 % proceden de las llamadas nuevas economías.
Parte de las inversiones se han destinado a la obra de ampliación de las instalaciones, ya terminada y que ha sido ejecutada en buena medida durante la pandemia. “Nosotros dijimos que las inversiones no debían cortarse a pesar del Covid-19 porque teníamos que salir reforzados en cuanto mejorase la situación para recuperarnos cuanto antes. La estrategia fue recortar gastos, sin recurrir a ERE ni ERTE, y aumentar la inversión con respecto al año anterior”, resalta la directora de la fábrica. También detalla que 2021 está siendo un ejercicio de lanzamiento de productos: “La mitad de la inversión va a máquinas y moldes nuevos”.
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