Ganadora de seis Ironman como triatleta profesional y campeona de España de Maratón. Ana Casares Polo encontró su mejor versión como deportista profesional tras ser madre. La navarra dio su mayor zancada como atleta a partir de los 31 años, incluso subió al podio en el Campeonato Mundial de Triatlón de Invierno de 2002 y en el Campeonato Europeo de Triatlón de Invierno de 2015. Una participación que culminó en ambos casos con una medalla de bronce.
Ya retirada de la competición, esta licenciada en Actividad Física y Deporte no solo ha puesto en marcha su propio centro de entrenamiento (Ac Training), sino que además ha cumplido otro reto menos conocido: terminar la carrera de Psicología. Una disciplina que considera capital en el mundo del deporte.
1. Usted nunca se rinde. Incluso ha cumplido el sueño que tenía cuando era pequeña…
Quería ser futbolista, pero me resultó imposible porque no existían equipos de fútbol femeninos por aquel entonces. Siempre me ha gustado el deporte y, con doce años, empecé a hacer atletismo en el colegio. Lo dejé para ir a la universidad. Y, tras terminar la carrera de la Actividad Física y Deporte, conseguí cumplir aquel sueño: jugué en el equipo de fútbol Alpicat.
2. ¿Qué le llevó a abrir su propio centro de entrenamiento?
Con veinticinco años empecé con el triatlón y tuve una progresión muy buena a nivel nacional hasta que fui madre con 31 años. Ahí tuve un cambio de vida y decidí dejar la competición para emprender un nuevo proyecto profesional a nivel autónomo.
3. Pero pronto llegaría su época dorada como atleta…
Sí, después de ser madre retomé el deporte para volver a sentirme bien y fue cuando me sorprendí porque tenía aún mejor rendimiento. Desde entonces, he vivido dieciséis años en mi máximo nivel. Hasta los 46, que me retiré.
4. También se formó como psicóloga.
Terminé la carrera el año pasado. Era una asignatura que tenía pendiente desde hacía tiempo. Tuve que aparcarla porque no podía compaginarla con la alta competición, la maternidad y el centro. También me formé como coach.
“Es muy bueno que deportistas de élite como Paula Badosa o Simone Biles estén compartiendo sus experiencias con la ansiedad o la depresión como algo ‘natural’ para los atletas. Están sometidos a mucha presión y tensiones”.
5 ¿Qué le llamo la atención para adentrarse en la psicología?
En todos mis años de alta exigencia deportiva y siendo madre, he tenido que manejar muchas emociones yo sola. Nunca he tenido la ayuda de un psicólogo deportivo… He gestionado yo misma mi cabeza y me apetecía aprenderlo para saber cómo manejar esas emociones y poder enseñárselo a otras personas.
6. Aunque cada vez se incide más en la importancia de la salud mental, ¿Cree que aún cuesta integrar la figura del psicólogo en el deporte?
Sí, hay muchísimo que avanzar. Está visto como algo poco importante. Pero la figura del psicólogo deportivo es clave. Hay que entender que es una parte tan fundamental como la del entrenador, el fisio o el nutricionista. El psicólogo también va con chándal y da apoyo de cara a cada competición igual que el resto… No es porque estés loco. Creo que es muy bueno que algunos deportistas de élite, como Paula Badosa o Simone Biles, estén compartiendo sus experiencias con la ansiedad o la depresión como algo natural para los atletas. Están sometidos a mucha presión y tensiones.
7. ¿Se ha encontrado con este problema?
Sí. No voy a mencionar nombres, pero hay clubes de Navarra que me han dicho que no tienen recursos o, incluso, que el entrenador hace la labor de psicólogo…. Se le pueden dar las pautas, pero el entrenador tiene sus conocimientos técnicos y tácticos y los psicólogos son especialistas en su ámbito. Dentro de que se puede colaborar, hay que respetar el campo de trabajo de cada profesional.
8. ¿Por qué ve tan necesario contar con esta figura en el deporte?
Porque es una persona que puede ayudar a resolver conflictos y unificar el entendimiento de todos los integrantes, por ejemplo, en caso de que sea un equipo. En una competición se ven situaciones de pérdida de nervios y de emociones durante los partidos, que no se saben canalizar. A veces, con ese apoyo se podrían controlar, pero todavía queda camino.
9. ¿Con que deportistas trabaja?
Como psicóloga, trabajo con el equipo ciclista profesional Burgos-BH. Como entrenadora, llevo a varios deportistas de alta competición.
10. ¿Qué situaciones ayuda a gestionar a estos ciclistas?
Por un lado, son personas que están poniendo al límite su cuerpo y su mente en situaciones de máximo esfuerzo, pero también viven una gran presión que les llega del exterior. Además de trabajar en la gestión mental, manejo la ansiedad antes de la competición. Les ayudo a sobrellevar el estrés que les generan los intereses colectivos o comerciales. Muchas veces, el deportista deja de disfrutar por esa presión exterior que a veces no sabe manejar. Por eso, es importante tener un equipo de profesionales por detrás que les respalde.
11. ¿Qué carencias emocionales se encuentra en las personas que practican deporte?
Cada deporte tiene sus características psicológicas. En el caso de una persona competitiva, que busca su rendimiento, hay unas necesidades de manejar su ansiedad antes de la competición, visualizarse, creer en sí mismo. No necesita disciplina. Con una persona que quiere hacer deporte para estar en forma, porque tiene una vida más sedentaria, hay que trabajar la motivación, la fuerza de voluntad, la rutina…
12. ¿Hay muchas diferencias a la hora de trabajar con deportistas que compiten en equipo o de forma individual?
En el equipo, la responsabilidad se reparte más entre todos. Te sientes más arropado por el entorno de compañeros, el rendimiento no depende solo de ti, el grupo te da fuerza y no te sientes 100 % responsable. En el individual, por contra, dependes solo de ti y te generas mucha más autoexigencia, que puede traducirse en cuadros de ansiedad, rumiaciones… Va todo con uno mismo. Tener toda la responsabilidad sin poder compartirlo es más duro.
“Tuve momentos muy complicados y necesitaba conocer esta disciplina por mí misma y por mi profesión”.
13. ¿Le ayuda haber sido deportista para entender las situaciones que se viven a ese nivel?
Desde luego, después de estudiar Psicología todo lo que he vivido ha tomado sentido para mí. Tuve momentos muy complicados y necesitaba conocer esta disciplina por mí misma y por mi profesión. Conocer cómo funciona la cabeza es fundamental para trabajar con personas y enseñar mejor.
14. Además, da formaciones sobre el vínculo del deporte con el mundo empresarial y la propia vida.
Mediante conferencias, talleres y charlas, intento visibilizar el importante vínculo que existe entre el deporte, el mundo empresarial y la propia vida. Realizo formaciones dirigidas a profesionales que quieran incorporar hábitos posturales positivos y saludables para vivir y trabajar mejor, conferencias motivacionales, talleres de crecimiento personal y profesional o de coaching personal y ejecutivo… Para mí es importante hacer entender que la mayoría de los límites, en muchas ocasiones, están en la cabeza. Mi intención es ayudar a las personas a creer en sí mismas, a entrenar la fuerza de voluntad y a que consigan una vida saludable llena de felicidad y bienestar.
15. ¿Está percibiendo un cambio en el tipo de entrenamiento que buscan las personas después de la pandemia?
Me encuentro con personas que se han abandonado un poco y que quieren volver a ponerse en forma. La actividad física es esa terapia que mucha gente necesita para estar bien. El confinamiento y el Covid-19 también han afectado a nivel emocional. Hay emociones retenidas y esto, unido a la inactividad física, hace que se desencadene un problema más grave.
16. ¿Qué enseñanza le ha dejado su experiencia como maratoniana?
Aún pienso que es la competición más dura a la que me he enfrentado. Para mí es una prueba que tiene un encanto especial porque es un camino de automejora continua y de superación. Te crea una forma de vida que integras en tu día a día, equilibrio, humildad, lucha, constancia… Se te va perfilando cada vez más este carácter porque se pasa por muchas fases mentales durante 42 kilómetros corriendo.
17. Como gran conocedora de esta disciplina, ¿cuáles son esas fases mentales?
Un momento de euforia cuando empiezas, luego te estabilizas, según cómo te responde el cuerpo la fatiga va llegando y hay que gestionar la mente. La crisis llega a partir del segundo tramo de la carrera. Puedes pasar un momento de aburrimiento, el decir cuánto queda, el cansancio… Pero, si sigues adelante y te vas cuidando con tu avituallamiento, tu bebida y vas escuchando a tu cuerpo, llega otro momento de alegría que es cuando ves que se acerca el final. No sé cómo responde el cuerpo ahí hormonalmente, pero hay otro subidón positivo y sale fuerza no sé de dónde. Esto es una maratón bien llevada, pero también puedes no sentir ese último punch. Depende de cómo hayas manejado el desgaste. En cualquier caso, llegar a la meta es una victoria y ahí comienza un nuevo momento de análisis y de aprendizaje.
18. ¿Y del triatlón, qué ha aprendido?
Me ha enseñado que puedes hacer cosas que quizá nunca hubieses pensado. También a romper límites y, sobre todo, a organizarme el tiempo y la energía en el día a día, a tener una estructura. Además, a tener mucha fuerza para afrontar mi vida personal y profesional.
19. ¿Ha notado un aumento de la práctica de este deporte?
Sí, hace diez años empezó el boom por el triatlón y ha ido creciendo progresivamente año a año. El número de fichas ha aumentado y también han aparecido nuevos clubes enfocados a esta disciplina cada vez más conocida. Incluso se trabaja desde las escuelas con niños. Este apogeo no ha sido una consecuencia directa del Covid-19. Aunque ahora, en mi gimnasio, sí he notado que la gente ha empezado a querer entrenar con más ganas. Está volviendo todo a la normalidad.
20. Hablando de las emociones, ¿qué deportes considera más duros a nivel mental?
El ciclismo, por ejemplo. Un ciclista se enfrenta a carreras psicológicamente muy duras, tiene que estar con la cabeza en marcha mucho tiempo, pasa la mayor parte del tiempo solo… También los maratonianos. Llevan el cuerpo al límite fisiológicamente hablando.
21. Si tuviese que elegir uno…
Es complicado, todos tienen su tensión. Quizá te diría el tenis, que tiene un juego mental muy difícil de llevar, con una exigencia brutal. Pero cada deporte puede ser muy duro según la persona.
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