La VII marquesa de Casa Torres, abuela de la futura reina Fabiola de Bélgica, se encontraba veraneando en Guetaria cuando se quedó maravillada por la pasión de un joven de 13 años por la moda. Entonces, le propuso un reto: le entregó un trozo de tela junto a uno de sus más exclusivos vestidos para que pudiera copiarlo. Y no solo lo hizo, sino que demostró un enorme talento, tanto que fascinó a la marquesa, que desde ese momento se convirtió en su mecenas.
Ese pequeño ilusionado con la moda, que en sus ratos libres ideaba sus propios bocetos era Cristóbal Balenciaga, quien años después se convirtió en el diseñador de alta costura español más importante de la historia. La profesión de su madre, que era costurera y la elegancia de la marquesa, influyeron en sus majestuosas creaciones, exquisitos diseños de alta costura, que pueden verse en el Museo que lleva su nombre ubicado en la localidad de Guetaria. 
El visitante de este Museo puede realizar un recorrido por la vida de Balenciaga representada en sus diseños, creaciones que en su momento fueron una prenda de vestir y hoy forman parte de la historia.
La colección de fondos que alberga el Museo Cristóbal Balenciaga, formada en gran medida gracias a la colaboración de personas vinculadas al modisto y a sus familias, es una muestra importante del patrimonio que nos dejó Cristóbal Balenciaga.
Las colecciones van renovándose entre otras cosas, para que no se dañen al estar demasiado tiempo expuestas. La próxima muestra ocupará seis salas expositivas, unos 1000 m2 del Museo, a partir del 1 de marzo de 2019 y hasta el 12 de enero de 2020. Contará con 80 piezas de indumentaria que, en su mayor parte, no han sido expuestas con anterioridad.
EL «VERDADERO COSTURERO»
Balenciaga era contemporáneo de Coco Chanel y Christian Dior, pero al contrario que muchos diseñadores, que realizaban bocetos de sus diseños pero no los confeccionaban, tuvo un pleno dominio de la costura y del manejo de tejidos. Coco Chanel llegó a afirmar: «Es el único de nosotros que es un verdadero couturier (costurero)» y Christian Dior lo denominaba “el maestro de todos nosotros”.
Trabajó en París durante más de tres décadas para una clientela cosmopolita de gran relevancia social, económica y cultural. Entre sus exquisitas clientas estaban Marlene Dietrich, Greta Garbo o Grace Kelly… Poseía un gran conocimiento de los tejidos, y realizaba con pureza y perfeccionamiento sus diseños. Basó sus creaciones en la comodidad, en la pureza de líneas y en los volúmenes innovadores. Y es que su interpretación del cuerpo femenino lo consagraron como uno de los más influyentes diseñadores de todos los tiempos. 
El Museo contiene diferentes colecciones que comprenden indumentaria de Balenciaga (1912-1971) producida, en su mayor parte, en las Casas de París, San Sebastián, Madrid y Barcelona. También se exponen un conjunto de complementos elaborados entre 1940-1968, que recopila pañuelos, joyas, guantes, medias, perfumes y tocados que completaban el look propuesto por Balenciaga. Además, las muestras se completan con documentación, objetos personales de Balenciaga, fotografías y cartas, entre otros.
ESTILO EN UN RETAL
Balenciaga era capaz de montar un vestido con un simple trozo de tela, sin prácticamente cortes ni costuras, en poquísimo tiempo. Tenía gran habilidad en crear volúmenes dando a las prendas un acabado perfecto, casi escultórico, encubriendo todas las botonaduras y puntadas de hilo. Su nivel de exigencia le llevaba a desarmar un vestido entero si no quedaba completamente satisfecho. Creaba diseños exclusivos para sus mejores clientas sin necesidad de pruebas; la propia Marlene Dietrich afirmó que Balenciaga conocía sus medidas y que no necesitó ninguna prueba ni retoques a la hora de realizar sus vestidos. 
Sentía predilección por los tejidos con peso, que se enriquecían con bordados a mano, lentejuelas o pedrería. Destacaban los vestidos negros, los abrigos cuadrados sin cuello ni botones, la manga japonesa, el vestido túnica o los impermeables transparentes.
Se resistió a la llegada del prêt-à-porter lo que provocó su retirada. Precisamente por esto muchos le consideraban el auténtico padre de la alta costura. En 2011 se inauguró oficialmente el Museo Cristóbal Balenciaga en Guetaria, su tierra natal. Un lugar donde contemplar sus creaciones, donde maravillarse con sus delicados diseños, donde admirar la moda hecha arte, donde recorrer la vida de aquel niño que soñaba con diseñar y se convirtió en uno de los mayores referentes de la alta costura.
