Las veinticuatro horas de los 365 días del año resultan insuficientes para afrontar el frenético ritmo de vida que acostumbramos a llevar. Entre clases, trabajo, hijos, preparar comidas y vida social, se acumulan las responsabilidades y esto nos repercute -aunque muchas veces lo desplazamos a un segundo plano- en lo que verdaderamente importa: el bienestar personal. Escuchar a nuestro cuerpo y mente resulta esencial para mantenernos sanos y, por ello, debemos dedicarle el tiempo que sea necesario y mimarlo. ¿Cómo? ¡Recibiendo un buen masaje!
Las técnicas de terapia manual son una herramienta muy poderosa que impacta directamente en nuestra salud, no solo a nivel físico sino también mental. Pero, ¿cuál es la importancia de recibir un masaje? ¿Son realmente efectivos como dicen? Se trata de técnicas que existen desde las primeras civilizaciones y que han evolucionado y mejorado con el paso de los años. Además, juegan un papel crucial en la nutrición de los músculos.
Actualmente, contamos con numerosas técnicas y tratamientos eficaces para poder resolver desde un simple dolor de espalda hasta una rehabilitación deportiva o postquirúrgica. Es por eso por lo que los masajes «son y deben ser muy efectivos siempre y cuando se aplique la terapia correcta a las necesidades de cada paciente», aseguran desde el Edificio Policlínica Artica, que acoge en su interior a Oxien, el primer centro de rehabilitación hiperbárica en Navarra, y a FIVE Estética y Medicina, especializado en tratamientos de belleza, medicina estética y cirugía plástica. 
LA GRAN PREGUNTA
Pero los masajes, como las personas, son únicos. Y, ante la duda, lo primero que debe hacer un profesional es una anamnesis para evaluar y valorarles el estado de salud de cada usuario. Así podrá determinar, por ejemplo, dónde siente dolor, qué tipo de molestias presenta o cuál es el motivo que origina el malestar.
En el centro de Artica, el equipo técnico de Oxien realiza terapias manuales para tratar lesiones, preparaciones previas y rehabilitaciones deportivas, así como rehabilitaciones pre y posquirúrgicas: prótesis de rodilla, cadera, codo, hombro, esguinces, tras un ictus, etc. Así mismo, tratar otro tipo de lesiones. 
Asimismo, el equipo profesional que integra FIVE, Estética y Medicina también oferta entre sus servicios un tipo de masaje que identificamos como el gran desconocido; el drenaje linfático manual. Dichos masajes contribuyen a reducir el volumen corporal así como aportar otros beneficios para el organismo. Los profesionales aseguran que es el gran aliado para obtener los resultados esperados tras una intervención quirúrgica.
¿Y cuál el tratamiento estrella entre las “celebrities”? El drenaje facial; técnica que tiene como objetivo estimular y optimizar las funciones del sistema linfático. La piel empieza a mejorar desde la primera sesión proporcionando un aspecto de piel fresca, renovada, tersa y con un tono más uniforme, también encontramos su efecto relajante, reduciendo el estrés y la ansiedad. Es el gran “complemento” de cara a un evento.
Entre otros, favorecen el retorno de la circulación, logrando aliviar la sensación de piernas pesadas y doloridas. Mejoran, asimismo, el funcionamiento del sistema linfático, que es el encargado de recoger todos los desechos del organismo, y ayudan a desinflamar las piernas, la cara, el abdomen. Además, suponen una alternativa complementaria para el tratamiento de condiciones inflamatorias como el lipedema o linfedema.
Por otra parte, el drenaje linfático ayuda a desinflamar y consigue disminuir el dolor tras una operación quirúrgica. Se ha comprobado que, después de una cirugía, quedan muchos «desechos» en la zona intervenida que son difíciles de eliminar. Y, por último, es conviente realizar un drenaje linfático facial antes de realizar una higiene facial para lograr una mayor luminosidad en la piel, permitir que los principios activos se reabsorban mejor y revitalizar la piel contaminada. 
¿Es necesario sentir dolor, cansancio o estrés para recibir un masaje?
Si no existen patologías previas en el historial del paciente, el masaje tiene que proporcionar bienestar, relax y, por supuesto, salud. En ocasiones, sobre todo al principio, los tratamientos para las lesiones pueden llegar a generar pequeñas molestias. Con el paso del tiempo, no obstante, se va incrementando la sensación de satisfacción y bienestar.
El paciente debe sentir una evolución positiva en la dolencia. Las maniobras deben ser suaves, sutiles y, lo más importante, la comunicación y la conexión entre el profesional y el paciente debe ser constante. La frecuencia de los masajes tendrá que ir disminuyendo paulatinamente, aunque siempre es recomendable realizar sesiones de mantenimiento para prevenir futuras lesiones.
¿Cómo detectar si un masaje está bien dado?
Existen tres factores principales sobre los que pivota la efectividad de un masaje. El primero se refiere a las sensaciones que percibe un paciente tras la terapia manual. El segundo consiste la evolución positiva de la dolencia con la que acude el paciente a consulta tras cada sesión. Y el tercero, finalmente, gira en torno a las maniobras sutiles y efectivas que el profesional emplea con el paciente. 
¿Hay algún criterio que debamos considerar a la hora de seleccionar un centro u otro?
El profesional que realice masajes debe estar altamente cualificado, ya que las técnicas manuales exigen trabajar puntos muy específicos del cuerpo y esto requiere de unos conocimientos anatómicos y técnicos óptimos. Asimismo, las instalaciones deben cumplir los estándares más altos de limpieza. ¡En un centro sanitario, la higiene es primordial! «El paciente debe sentirse cuidado y mimado, por lo que constantemente trabajamos por obtener su confianza y garantizar su seguridad», apuntan desde Oxien y FIVE Estética y Medicina.
