sábado, 12 octubre 2024

Una familia adquiere un hotel centenario de Isaba para poner en marcha apartamentos turísticos

El matrimonio formado por Raquel Marco y Simon Hall, con la ayuda de sus hijos, está reformando el Hotel Pirineo, construido en 1910 por el empresario Ángel Galé y ocupado durante la Guerra Civil por el bando franquista. El establecimiento, que iniciará su actividad el próximo verano, tendrá una capacidad máxima de veinte personas. La familia suma este nuevo proyecto a la red hostelera que gestiona en Isaba, conformada por los apartamentos rurales Metsola y el complejo hostelero Onki Xin.


Isaba - 9 septiembre, 2024 - 05:58

El isabarrés Ángel Galé construyó el antiguo Hotel Pirineo en 1910, y fue ocupado por el bando franquista en 1937. (Foto: cedida)

La localidad roncalesa de Isaba contará desde el próximo verano con un nuevo establecimiento hostelero. En concreto, y según pudo saber Navarra Capital, una familia vecina del pueblo se encuentra en pleno proceso de reforma del inmueble, y se trata del antiguo Hotel Pirineo. Dicho edificio, ubicado en la calle Bormapea, data de 1910 y, aunque lleva décadas sin alojar a clientes bajo su techo, alberga una historia especial.

El inglés Simon Hall y la navarra Raquel Marco son el matrimonio dueño de la empresa de Isaba Hall y Marco Sociedad Microcooperativa. Esta empresa de Economía Social y asociada a ANEL es propietaria de los apartamentos rurales Metsola y Onki Xin, marca bajo la cual regentan tanto apartamentos como un hostal en la localidad pirenaica. Su actividad les llevó a fijarse en este edificio antiguo construido hace más de cien años por Ángel Galé, vecino de Isaba. En 1937, las tropas franquistas ocuparon el Hotel Pirineo durante la Guerra Civil para controlar la zona.

Así, el nuevo establecimiento albergará viviendas de este tipo con capacidad para veinte huéspedes, y abrirá sus puertas bajo el nombre de Hotel Pirineo. «Nos lanzamos a comprar el edificio y ahora mismo lo estamos rehabilitando para construir apartamentos turísticos. Este proyecto me produce mucha ilusión porque Galé fue un hombre que hizo muchas cosas por Isaba. Construyó fuentes y lavaderos para que las mujeres no tuvieran que bajar hasta el río para hacer la colada. Me gustaría que se sintiera tranquilo allá donde esté al ver que su hotel permanece», señala Raquel con ilusión.

En la actualidad, la microcooperativa puede albergar hasta sesenta visitantes entre su hostal y sus apartamentos

Las obras de reforma de este centenario local comenzaron entre junio y julio de 2024, después de que los antiguos propietarios decidieran vendérselo a Raquel gracias a su parentesco con su padre, Francisco Marco. «Hasta hace cuatro o cinco años, y desde 1985, funcionó como una tienda de ultramarinos, aunque vendían desde tornillos hasta juguetes. Un poco de todo», explica Raquel, quien desconoce qué ocurrió con el local entre la posguerra y el momento en que lo compraron los anteriores propietarios.

El nuevo hotel se suma a la red hostelera que Raquel y Simon arrancaron en 2005 con Onki Xin y que ampliaron con el traspaso de los apartamentos Metsola en 2019, tras el fallecimiento de su antiguo gestor. En la actualidad, la microcooperativa puede albergar hasta sesenta visitantes entre su hostal y sus apartamentos.

UNA HISTORIA DE CASUALIDADES

Raquel, natural de Isaba, vivió allí hasta los 14 años, cuando se fue a vivir a Pamplona, y a Londres después. Precisamente, su marido es ciudadano británico, nacido en Middlesbrough, al norte de Inglaterra. No obstante, se conocieron en tierras españolas, ya que Simon era profesor de inglés en la localidad aragonesa de Tarazona. Allí, uno de sus superiores se apellidaba Roncal, quien le sugirió visitar el mítico valle navarro por sus paisajes. Una vez en Isaba, conoció a Raquel.

Hoy, ambos forman una familia de cinco con un marcado carácter emprendedor, ya que Simon y Raquel, de 60 y 59 años respectivamente, acumulan casi veinte al frente de Onki Xin. Álex, el hijo mediano, estudia actualmente en Estados Unidos, mientras que John y Dani, de 23 y 19 años, trabajan junto a sus padres en la localidad de los Pirineos navarros.

«La actividad industrial en Roncal es mínima y cada vez hay menos ganaderos, por lo que el sector terciario es el motor del valle», lamenta Raquel. Añade que está agradecida por el apoyo y la motivación de sus hijos, que garantizan el futuro de su legado.


To Top