La coordinadora de la política energética en los Estados Miembros de la Comisión Europea, Yolanda García, anunció este martes que este organismo «pondrá en marcha una plataforma con un repositorio y asesoramiento para el desarrollo de comunidades energéticas rurales». Igualmente, confirmó que las autoridades comunitarias pretenden establecer una etiqueta verde «que promueva el uso de la energía renovable en nuevas instalaciones».
García realizó estas manifestaciones durante el I Congreso Europeo de Comunidades Energéticas, que reúne a más de 300 personas en Baluarte. Ante dicho auditorio, el consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Mikel Irujo, recordó que el autoconsumo en la Comunidad foral se ha multiplicado por cuatro en los últimos años hasta alcanzar una potencia instalada de 41 megavatios: «Los datos demuestran que todos los modelos energéticos son necesarios y compatibles para lograr el objetivo de la descarbonización».
El encuentro de Baluarte es el primero que se celebra en España sobre comunidades energéticas.
Irujo también destacó el papel fundamental del autoconsumo «para empoderar a los ciudadanos, empresas e instituciones como consumidores y productores».
El problema, en su opinión, es el desconocimiento que existe de esta figura. Por eso, uno de los objetivos de este foro, el primero que se celebra en España sobre dicha temática, es dar a conocer su potencial y las oportunidades y beneficios que puede reportar frente a un sistema energético actual definido por el consejero como «sucio, ineficiente y caro». «En Navarra dedicamos casi un 9 % de nuestro PIB para adquirir combustibles fósiles», alertó.
PELIGROS Y OPORTUNIDADES
El programa del congreso incluye distintas ponencias y mesas de debate con ponentes internacionales de primer nivel, donde se profundiza sobre legislación y se muestran distintos modelos desarrollados. Así, Nuri Palmada, de la European Federation of Citizen Energy Cooperatives (Rescoop), y Claire Roumet, de Energy Cities (red de ciudades europeas por la transición energética), alertaron de algunos de los peligros que acecha al modelo económico del autoconsumo. En el primer caso, Palmada enfatizó la necesidad de contar con financiación «sobre todo en aquellos proyectos que no son suministradores».
El consejero foral Mikel Irujo, durante su discurso en el congreso.
Por su parte, Roumet advirtió sobre el riesgo de la fragmentación. Para ello, puso como ejemplo el boom de comercializadoras que se produjo en el mercado británico en la última década del siglo XX: «Hoy muchas de ellas ya han desaparecido porque el mercado eléctrico está pensado para las empresas muy grandes y la fragmentación siempre ayuda este tipo de empresas».
Por el contrario, a esta visión se contrapuso la opinión del senior research de la alemana Fraunhofer IEE, Juan Rodríguez. «De aquí a diez años, si no producimos en casa, no produciremos en ningún sitio porque no habrá capacidad suficiente para atender la demanda de los Teslas y demás. Es el único camino que nos queda si no queremos que se vaya todo a la mierda». Una idea compartida por Gabriele Fregonese, del proyecto italiano Sinloc, quien subrayó las oportunidades que las comunidades energéticas pueden representar en materia de optimización: «El autoconsumo es el único medio que se ha demostrado válido para reducir el coste de la factura eléctrica».
Juan Rodríguez (Franhofer IEE): «Si no producimos en casa en diez años, no habrá capacidad suficiente para atender la demanda de los Teslas y demás».
Desde la Fundación Energías Renovables, Fernando Ferrando valoró «el esfuerzo» que están realizando las comunidades autónomas por apoyar este tipo de proyectos. Sin embargo, afirmó que ese trabajo servirá de poco si las autoridades comunitarias no impulsan una mejor regulación del sector. «Es difícil pensar que el autoconsumo colectivo va a ser una práctica habitual cuando todavía no disponemos de las pautas necesarias para eliminar las barreras existentes. Todo lo que retrasemos su desarrollo ocasionará derrotas absurdas que no necesitamos para lograr nuestro objetivo, que no es otro que poder decidir en libertad cómo queremos cubrir nuestras necesidades energéticas», remarcó.
ACTIVIDADES ABIERTAS AL PÚBLICO
La cita también incluye la celebración de varios talleres/workshops de componente más técnico, en los que los asistentes podrán trabajar para resolver todas sus dudas. Además, se han programado dos proyecciones abiertas a la ciudadanía en general. En la primera de ellas, está previsto proyectar el documental ‘We the power‘ para terminar después con un cine fórum. Para el miércoles, por su parte, queda la exhibición de la película documental ‘Mañana‘, que ganó el premio César a Mejor Documental en 2016.
Finalmente, en el hall de Baluarte se ha organizado una exposición guiada con varias maquetas, en la que se enseña el funcionamiento de distintas aplicaciones de energías renovables. Así, junto a la cartelería explicativa, dos profesores de CENIFER se encargan de explicar su funcionamiento a los asistentes.
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