Situadas entre las comunidades de La Rioja y Álava, en la margen izquierda del río Ebro, nos encontramos con nada menos que 95 hectáreas de viñedo de una bodega que con tan solo 4 años de vida –vio la luz en 2014– se está haciendo un hueco en el panorama vitivinícola y que ha nacido con voluntad de situarse en la elite de la Denominación de Origen Calificada Rioja.
Y no es de extrañar, especialmente cuando conocemos a la persona que está detrás de este proyecto, Carlos Moro González, “apasionado de la viña y de la tierra”, ingeniero agrónomo “ante todo enamorado del vino español”, viticultor, enólogo y bodeguero, además de fundador y actual presidente de las Bodegas Familiares Matarromera, con unos antecedentes familiares vinculados al mundo del vino y de la viña desde hace más de 800 años.
La bodega se ubica en una ladera con unas vistas inmejorables de la localidad riojana de San Vicente de la Sonsierra (fundada como villa en 1170 por el rey de Navarra Sancho VI ‘El Sabio’) y de su entorno caracterizado por su enorme riqueza paisajística. Está rodeada de viñedos, algunos de ellos casi centenarios, como los de la parcela Garugele, plantada en vaso en 1920 con la variedad Tempranillo; o los de San Martín, de los años 30, situados en la falda de la Sierra de Cantabria, plantados en terrazas y vaso en 1930 y reconducidos en espaldera en los años 90, con Tempranillo y Garnacha.
Protegido por la Sierra de Cantabria por el norte y la Sierra de la Demanda por el Suroeste, San Vicente es uno de los pueblos más conocidos por su historia vitivinícola. Los romanos ya comenzaron a cultivar la vid hace más de 2.000 años en esta zona. Sin embargo, fueron los monjes cistercienses fundadores del Monasterio de Santo Domingo de la Calzada, situado a tan solo 30 kilómetros, quienes iniciaron la forma tradicional de cultivo y parcelación.
BODEGA Y ENOTURISMO
Fundada en 2014, la Bodega Carlos Moro no ceja en su empeño por innovar e invertir “en la excelencia”. Su calado subterráneo de 1.200 m2 y capacidad para más de 2.000 barricas permite una crianza de forma natural y homogénea durante todo el año, ya que hace posible mantener unas condiciones óptimas de temperatura y humedad, independientemente de la meteorología del exterior, y siempre al margen de elementos ‘artificiales’ como los equipos de frío industrial o climatización.
Otra particularidad es el desarrollo de un sistema de aprovechamiento de la humedad y de la temperatura del calado subterráneo para su uso en el resto de dependencias de la bodega, siendo fieles a la filosofía de Bodegas Familiares Matarromera en su apuesta por la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente.
Y han querido compartir su entusiasmo y sus esfuerzos con todos aquellas interesados que quieran acercarse, adaptando su bodega a las visitas enoturisticas, con la creación de una sala de catas y la instalación de un elevador panorámico desde el que el visitante tiene la oportunidad de contemplar el proceso productivo enológico e imbuirse de lleno en una cultura que le permitirá entender mejor el significado de descorchar una botella, dejarse seducir por el aroma que desprende, servirlo en una copa y por fin, darse un gusto para el paladar.
Tras su primera vendimia en 2015, crearon sus primeros caldos con “alma de Rioja”. Y en mayo de 2017 presentaron su CM Carlos Moro 2015, Tempranillo crianza que en palabras del propio bodeguero es “un vino que destaca por tener un componente aromático complejo, aflorando los aromas afrutados varietales, con taninos muy maduros, mucho volumen y redondo en boca. Toda una obra de arte para nuestros sentidos”.
VINOS DE FINCA
En paralelo a la creación de la Bodega en La Rioja, lanzó los Vinos de Finca Carlos Moro, una colección de cinco referencias que se corresponden con cinco zonas geográficas, cuya primera edición no ha superado las 10.000 botellas de cada estilo. Son cinco vinos muy diferentes, tintos y blancos, “que reflejan el compromiso con la búsqueda de la excelencia enológica y pasión por el terruño, expresados en sus vinos”. Se trata de ‘Carlos Moro Finca Las Marcas’ (D.O. Rueda), ‘Carlos Moro Finca Valdehierro’ (D.O. Cigales), ‘Carlos Moro Finca Valmediano’ (D.O. Toro), ‘Rento’ (D.O. Ribera del Duero) y ‘Carlos Moro Finca San Cibrao’ (D.O. Ribeiro).