La industria alimentaria vive un momento de transformación profunda y acelerada. Todo cambia y lo hace, además, a una velocidad desconocida hasta ahora. El crecimiento demográfico, la digitalización, la escasez de recursos naturales o el cambio climático son algunos de los factores que han impulsado ese proceso. Otros elementos que también influyen son de carácter más interno al sector, puesto que se refieren a cómo gestionar el desperdicio o el impacto ambiental en los procesos de elaboración de los alimentos.
Los agentes agroalimentarios y las nuevas startups han buscado en la aplicación de la tecnología una manera de dar respuesta adecuada a todos esos retos. Esto ha tenido como resultado la eclosión del ‘foodtech’ que, con su visión disruptiva del negocio, se ha convertido en el auténtico “objeto del deseo” de numerosos inversores. En ese sentido, da hasta cierto vértigo comprobar las cifras millonarias que se manejan teniendo en cuenta que este movimiento se hizo visible apenas hace algo más de dos años, en 2019, con la salida a Bolsa de Beyond The Meat y su ya mítica hamburguesa vegetal.
No obstante, no me gustaría ceñirme únicamente a este caso ni al tema económico o financiero. Porque la realidad es que los desafíos son tan amplios, la cadena alimentaria abarca a tanta gente y tiene tanto impacto que ha provocado que el número de iniciativas planteadas a su alrededor se haya disparado de forma sustancial. Efectivamente, podríamos decir sin riesgo a equivocarnos que la actividad es frenética y eso redunda en el altísimo número de noticias que se generan. Se produce, en fin, tanto “ruido mediático” que hoy no es fácil tener clara una foto del momento actual y las oportunidades que se presentan.
Desde CNTA, a través de nuestra plataforma de vigilancia tecnológica Alinnova, hemos creado una metodología propia de análisis y “curado” de la información para presentar las oportunidades, en un formato gráfico sencillo. Esto nos permite ver de un vistazo cuáles son los llamados “Escenarios de oportunidad foodtech'”. Un trabajo que tuve el honor y la oportunidad de presentar en la ‘Jornada de Transferencia de Tecnología’, que celebramos recientemente (y al que todos los interesados pueden acceder a través de este enlace).
MACROESCENARIOS DE OPORTUNIDAD ‘FOODTECH’
En la presentación a la que me acabo de referir, mencioné, en concreto, ocho macroescenarios de oportunidad ‘foodtech’. Cada uno de ellos, a su vez, es la suma de varios escenarios En total, desde CNTA destacamos 34 áreas de oportunidad para el sector. Entre los ocho macroescenarios sobresale por su notoriedad el de la proteína alternativa, que se compone a su vez de siete escenarios más específicos: proteína vegetal, cell based o proteína cultivada, fermentación, algas, hongos, insectos y CO2-aire.
Desde el verano, hemos visto un crecimiento enorme de informaciones en las que se anuncian inversiones millonarias, próximos lanzamientos, el nacimiento de compañías o el descubrimiento de soluciones totalmente innovadoras en proteína vegetal. La proteína alternativa, por lo tanto, ya se puede considerar una realidad a nuestra disposición en el mercado.
“Entre los ocho macroescenarios de oportunidad ‘foodtech’, destaca por su notoriedad el de la proteína alternativa”.
Si profundizamos un poco más en lo que marcan las tendencias, los otros dos escenarios que generan un mayor número de noticias en proteína alternativa son la proteína cultivada y la fermentación de precisión. La primera no se puede comercializar todavía (salvo en Singapur, donde una startup sí ha conseguido autorización para comercializar nuggets y pechugas), pero durante 2021 ha recibido una gran cantidad de inversión y se han construido plantas de producción para avanzar en el escalado industrial de esta tecnología y estar listos para cuando la legislación permita su comercialización. En España tendremos una en los próximos años. Y, este mes de diciembre, se anunciaba que la startup israelí Future Meat ha conseguido 347 millones para seguir con su crecimiento y construir una planta de producción de pollo cultivado en Estados Unidos.
Un segundo macroescenario es el que representa la sostenibilidad. Sus dos escenarios de oportunidad más destacados son el packaging y el upcycling (la generación de nuevos productos alimentarios a partir de subproductos originados en los procesos de fabricación, siguiendo el concepto de economía circular). En este 2021, hemos visto salir al mercado diferentes productos. Por ejemplo, pasta realizada con harina obtenida de un subproducto de la cerveza y que ha sido el primer producto certificado por la Upcycled Food Association.
También sobresale la labor que viene desarrollando de un tiempo a esta parte la navarra MOA Foodtech. Entre sus últimos hitos, por ejemplo, destacar su colaboración con Barilla para la incorporación de su ingrediente rico en proteína y obtenido a partir de subproducto vegetal.
En sostenibilidad, por su parte, mencionar el vertical farming, que promueve la producción de alimentos vegetales sin sol, tierra ni agua. En realidad, existen dos variantes de esta tecnología. La primera se plantea como una alternativa de cualitativo y la segunda, más innovadora, pretende el desarrollo in situ de productos vegetales en la propia tienda que los comercializa. Desde luego, algo que hasta hace poco hubiéramos considerado de ciencia ficción, ¿verdad? Pues lo cierto es que, solo en Estados Unidos, esta novedosa técnica ya se ha implementado en explotaciones experimentales que ocupan una superficie de terreno muy extensa.
‘THE NEX BIG THING’
La alimentación saludable y la nutrición personalizada constituyen el tercer macroescenario a destacar. Aquí el foco de interés se concentra en la mejora de perfiles nutricionales, el desarrollo de nuevos alimentos funcionales y la creación de soluciones para colectivos con necesidades especiales. Este último, por cierto, está generando cada vez más soluciones y nos está acercando al concepto de nutrición personalizada que todavía tardará en llegar de cinco a diez años.
En todo caso, se están dando pasos para pasar de los conocidos como “alimentos mejorados en grasa, azúcar, sal, etc.” a “alimentos buenos para ti” o “good for you“. Todo ello animará a la industria, además, a replantearse aspectos como la segmentación o los mensajes y la comunicación a los que deberá recurrir para la promoción y comercialización de esos nuevos alimentos.
Por no extenderme más, los cuatro macroescenarios restantes serían el clean label, la calidad y seguridad alimentaria 4.0, la digitalización avanzada y las nuevas tecnologías de proceso. Áreas en las que se están produciendo avances muy interesantes y transversales a los macroescenarios ya detallados.
A modo de conclusión, podríamos afirmar que la mesa del futuro se está diseñando hoy a una enorme velocidad. Está ocurriendo y los agentes que forman parte de la cadena alimentaria y las startups tendrán que decidir si este movimiento les supone una amenaza o una oportunidad. Hay que abrir los ojos y estar preparados para que nadie pueda decirnos, dentro de cinco años, que no vio venir todos los cambios y las profundas transformaciones que el sector está viviendo y vivirá. En definitiva, tenemos por delante un futuro que no sabemos a dónde nos puede llevar y en qué puede terminar pero que, sin embargo, se presenta apasionante y con importantes oportunidades que no hay que despreciar.
Estefanía Erro
Directora de Marketing e Innovación de CNTA