martes, 23 abril 2024

Alfonso Sesé, la carretera fue su aula

Sus camiones azules lucen el logotipo de la empresa, un león esbozado con trazos ágiles y dinámicos. Son tantos que es imposible no verlos rugiendo por cualquier carretera del país o del resto de Europa. Una omnipresencia que contrasta con la modestia del negocio familiar que el padre de nuestro entrevistado puso en marcha en un pequeño pueblo de Teruel y que fue la base del actual grupo, hoy uno de los más importantes del sector del transporte y la logística. Además, Alfonso ejerce desde hace tres años como presidente de la Asociación de Empresa Familiar de Aragón.


Pamplona - 4 diciembre, 2021 - 00:02

Desde hace tres años, Alfonso Sesé ejerce como presidente de la Asociación de Empresa Familiar de Aragón. (Fotos: Víctor Ruiz)

«Solemos decir que Sesé es una empresa familiar de segunda generación porque mi padre puso la base, aunque el negocio que fundó poco tiene que ver con el que gestiono con mi hermana Ana. Él se dedicaba a la compraventa de cereal, estiércol… Productos agrícolas, vaya». Cayó enfermo y Alfonso tuvo que empezar a trabajar en el medio de vida familiar con apenas 15 años. «Mi formación ha venido de la calle y de la vida, además del trabajo, claro. Pero fue una elección personal».

Como también lo fue la de continuar al frente del negocio, sin tratar de buscar otro empleo. «Al principio de su carrera profesional, mi hermana sí trabajó en otras cosas, pero enseguida volvió para encargarse del área financiera». Durante seis años, su padre siguió tomando las decisiones porque la enfermedad solo le incapacitaba físicamente. Pero cuando Alfonso cumplió los 21 años, ya con el carné para conducir camiones, vislumbró que el futuro podía estar en el transporte por carretera.

De aquella modesta empresa que operaba en la localidad turolense de Urrea de Gaén, en la que nuestro entrevistado vivió hasta los 28 años, al gigante multinacional que hoy es el Grupo Sesé hay un mundo de diferencia. «Ha evolucionado siempre con mi iniciativa e imaginación. Encaminé la empresa hacia lo que me gustaba y donde creía que había que dirigirla; tengo que decirlo así de claro, y por supuesto, con el apoyo de la familia. Eso sí, la filosofía sigue siendo la de que es un medio de vida familiar«.

¿Es una fórmula empresarial que sigue siendo válida en unos tiempos tan volátiles y tratándose de una gran compañía? Asegura que sí, porque permite tomar las decisiones con más agilidad y eso incrementa la competitividad. «Ahora bien, para mí el éxito está en mantener esa flexibilidad del negocio familiar, pero en una empresa organizada y totalmente profesionalizada«.

 

«Ni me planteo qué hubiera pasado de haber hecho algo de forma diferente. A todo lo que he vivido no le pondría ni le quitaría una coma».

Añade que también ha contado con la confianza de unos clientes que han ayudado a que la compañía haya ido evolucionando para ser lo más eficiente y competitiva posible a la hora de acompasarse a sus demandas y necesidades. «Eso ha hecho que seamos más internacionales, más globales». El Grupo Sesé opera en veinte países de Europa, Asia y África y da empleo a entre 10.500 y 11.000 personas, dependiendo de las necesidades. Tiene tres líneas de negocio. Una es el transporte en todas sus vertientes: por carretera, con carga completa o parcial, mensajería y todo tipo de intermodalidad incluida la gestión del transporte aéreo y marítimo. La segunda es la logística, que comprende toda la cadena de suministro hacia las fábricas o plantas, tanto en el aprovisionamiento como en la expedición desde éstas hacia el mercado; y la tercera “que es la más nueva, se dedica al montaje de módulos para el mundo de la automoción; una actividad en la que entendimos que podíamos ser competitivos y podía darnos más sostenibilidad. Son montajes de frontales, ejes…”

TIEMPOS DIFÍCILES

Son tiempos complicados para el sector, al que se le acumulan los problemas: falta de conductores, dificultades para renovar las flotas por el retraso en las entregas de camiones nuevos, aumento del precio del combustible y fletes… Alfonso, que ha ido asintiendo a nuestra enumeración, hace un gesto ambiguo antes de aportar su particular análisis al respecto: “Es cierto que  ahora estamos atravesando una etapa diferente, con unos problemas diferentes… pero todos los años de una forma u otra aparecen en el escenario nuevos riegos y amenazas. Actualmente tenemos una cadena de suministros rota, unas materias primas totalmente desbocadas, gas, petróleo, acero, cada uno por diferentes motivos. También el problema de los semiconductores… y todo eso nos está afectando”.

El Grupo Sesé opera en dieciséis países de Europa, Asia y África y da empleo a entre 10.500 y 11.000 personas.

El Grupo Sesé opera en dieciséis países y da empleo a entre 10.500 y 11.000 personas.

 

Al preparar la entrevista, hemos visto una frase suya en la que se muestra partidario de no arrepentirse de las equivocaciones. Básicamente porque, junto con los aciertos, hacen posible alcanzar los objetivos. Vamos, que de todo se aprende. «Eso que de todo se aprende no sé si lo he dicho», señala, y es verdad que se trataba de cosecha propia nuestra. «Pero sí he dicho, y lo mantengo, que no me arrepiento nunca de lo hecho en el pasado. Hoy somos lo que somos por todo lo que hemos vivido, por nuestros hechos, decisiones, capacidad y todo lo que se quiera. Ni me planteo qué hubiera pasado de haber hecho algo de forma diferente. Tenemos que asumir nuestras actuaciones porque, al fin y al cabo, responden a lo que somos». Con el mismo énfasis, añade que «estoy orgulloso de cómo soy, de cómo es mi empresa y sobre todo de mi entorno, de las personas que me han rodeado y de las que he aprendido». «A todo lo que he vivido no le pondría ni le quitaría una coma”.

Alfonso Sesé preside la Asociación de Empresa Familiar de Aragón desde hace tres años. «Ha sido una experiencia muy, muy positiva. Es un reto que asumí con tanta ilusión como respeto, porque no es lo mismo estar tomando decisiones y gestionar solo para ti, que es lo que había hecho yo toda la vida, a hacerlo en una asociación en la que representas a empresas de primer nivel de tu comunidad. Es una gran responsabilidad». Se ríe y reconoce, acto seguido, que “además yo tenía otro reto particular: la comunicación en público”, algo que poco a poco va superando.

 

«El arraigo de la empresa familiar es una realidad. ¿Cuántos se podrían ir a Madrid, a Luxemburgo…? Yo qué sé. Pero nos quedamos en el territorio».

Precisamente, en esas intervenciones públicas lo habitual es que un directivo de este tipo de organizaciones plantee reivindicaciones. Parece ser algo que va con el cargo, le comentamos medio en broma. Y así lo acepta. «La responsabilidad de la que hablaba antes conlleva ser reivindicativo. Lo primero que tienes que saber es cuál es el objetivo de la asociación y de la empresa familiar, entenderlo y asumirlo. Y, en función de eso, claro que tienes que reivindicar de la forma más adecuada en cada asunto y momento».

Ahora, las empresas familiares reclaman un entorno normativo y fiscal que les permita ser competitivas. «Y sentirnos escuchadas, que nos conozcan por lo que somos. ¿Aguas abajo? Puedes sumar todo lo que tenga que ver con la sucesión, o lo que pueda poner en peligro la sostenibilidad de las empresas, lo que decíamos de la regulación y fiscalidad».

Además de los números -crean el 67 % del empleo privado, más de 6,58 millones de puestos de trabajo y aportan el 57,1 % del PIB del sector privado-, Alfonso apela a singularidades que, a su juicio, hacen aconsejable a las administraciones la apuesta por la empresa familiar, como el arraigo. «Es una realidad, no una teoría que me haya inventado. ¿Cuántos se podrían ir a Madrid, a Luxemburgo…? Yo qué sé. Y, sin embargo, nos quedamos en el territorio, va en nuestro ADN. Si es de primera generación, porque es nuestro proyecto. Si es de segunda, porque es de nuestro padre; de tercera, porque la puso en marcha nuestro abuelo. Es una responsabilidad que ata y pesa mucho».

Su empresa apoya y desarrolla numerosas iniciativas sociales en la localidad de Urrea de Gaén.

Su empresa apoya y desarrolla numerosas iniciativas sociales en la localidad de Urrea de Gaén.

 

Tras la experiencia acumulada y con una dedicación exclusiva de 40 años a este proyecto pensamos que la idea de la sucesión al frente del Grupo Sesé ya habrá sido planteada, pero asegura que no está entre sus prioridades, a corto plazo, “tenemos otras, como consolidar el modelo de negocio y la organización, contar con un gran consejo de administración y conseguir que todo esto sea sostenible en el tiempo. Hombre, el tema de la sucesión es importante para nosotros, mi hermana tiene dos hijos y yo una hija. Los toros están ¿pero serán aptos para el arte de la tauromaquia?”, señala utilizando un símil taurino que nos sorprende, lo que le hace reír mientras añade que “como accionistas seguro que formarán parte del Grupo, eso les ha tocado, pero para formar parte del equipo ejecutivo deberán demostrar que tienen capacidades y después, que el consejo lo apruebe”.

 

«Nuestros hijos serán accionistas del grupo, eso les ha tocado. Pero para entrar en el equipo ejecutivo, deberán demostrar que tienen capacidades».

Ese arraigo, en el caso de Alfonso y Ana Sesé, se traduce en múltiples iniciativas desarrolladas en Urrea de Gaén. De hecho, han sido nombrados hijos predilectos de la localidad. Para Alfonso, es «la mayor recompensa» que hubiera podido imaginar: «Mi compromiso con el pueblo es innato, me sale. Pero ese nombramiento ha hecho que se multiplique».

Están detrás de muchos proyectos que se ponen en marcha en Urrea de Gaén y atentos a las necesidades de la localidad. Incluso dan ayudas para estudios de los chavales. En 2009, crearon una fundación cuyo objetivo es la integración en el mercado laboral de personas con capacidades diferentes y en riesgo de exclusión. «Somos una empresa muy intensiva en mano de obra. Y, cuando tenemos un trabajo que puede adaptarse a esos perfiles, nos acordamos de esas personas. Es una manera de unir con poco esfuerzo las necesidades de la empresa con las del entorno social o laboral». La fundación ha financiado también una sala de cine para niños con cáncer en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza y otros proyectos que movilizan decenas de voluntarios, bajo la presidencia de Ana Sesé y un equipo «de personas muy sensibles y comprometidas con las necesidades sociales».

Además, la entidad organiza, por supuesto en Urrea de Gaén y con fines solidarios, la Sesé Bike Tour, una prueba cicloturista que ya ha celebrado su tercera edición y cuya recaudación se ha destinado este año al comedor familiar del barrio zaragozano de Delicias y los Bancos de Alimentos de Zaragoza y Jaén, donde la Fundación tiene un centro especial de empleo, concretamente en la localidad de Martos. Alfonso nos anima a pedalear y, como incentivo, nos indica que hay un ambiente magnífico y que este año hizo el recorrido Pruden Induráin. De momento, agradecemos la invitación, pero no comprometemos nuestro concurso.


To Top