La presidenta de Navarra, María Chivite, ofreció este lunes su primera comparecencia pública después de que el Gobierno central ordenara paralizar toda la actividad económica, excepto la correspondiente a los servicios esenciales y aquellos en los que se pueda mantener el teletrabajo. Y lo hizo después de que el pasado viernes, en sede parlamentaria, descartara dar un paso de tal magnitud ante la crisis desatada por el coronavirus. “El Gobierno no comparte la visión de paralizar la actividad económica, de cerrar Navarra. Si hacemos desaparecer la ya escasa actividad que tenemos, la reconstrucción postcrisis va a ser mucho más difícil”, resaltó entonces, apenas unas horas después de que ocho empresarios analizaran para NavarraCapital.es si resultaba apropiado o no adoptar medidas de esta naturaleza.
Sin embargo, el escenario ha cambiado por completo. Y Chivite así lo asumió en la rueda de prensa, en la que se refirió a la reunión virtual mantenida con Pedro Sánchez y el resto de presidentes autonómicos. “Todos estamos compitiendo para abastecernos de material sanitario en el mercado mundial. Por eso le pedí agilidad”, apuntó para admitir acto seguido los problemas actuales en este campo y hacer hincapié en iniciativas ya puestas en marcha a nivel regional como las centradas en la producción de pantallas de protección y respiradores.
Respecto al nuevo real decreto aprobado por el Gobierno español, la presidenta navarra rebajó en cierta medida el tono de sus declaraciones del viernes y explicó la petición que había lanzado a Sánchez veinticuatro horas antes. En concreto, demandó “flexibilidad” en los tiempos para aplicar las nueva normativa y para que cada comunidad pueda determinar “qué servicios son esenciales” en su zona. “Cada comunidad tiene sus especificidades. Y voy a insistir en que se ofrezca ese margen para el ámbito privado”, aseguró.
Debido al real decreto, las obras del TAV y el Canal de Navarra deberán paralizarse también y, por lo tanto, sufrirán “una ralentización”.
En este sentido, la postura del Ejecutivo navarro se fundamenta en dos premisas: la importancia de “garantizar la salud en la medida de lo posible”, pero manteniendo “un cierto pulso económico” que facilite la reconstrucción posterior: “Siempre he defendido que lo primero es la seguridad de los trabajadores. Yo no era partidaria de paralizar la actividad económica, aunque el presidente ya ha dicho que no es una paralización, sino una hibernación. En todo caso, viendo los informes que tenemos desde Navarrabiomed, la UPNA o el propio presidente del Gobierno, no voy a poner en riesgo la salud de las personas”.
EL TAV Y EL CANAL DE NAVARRA
Además, Chivite pidió más información y claridad para distinguir los términos de los ERTE y de “los permisos retribuidos”, señaló que cualquier medida para restringir la actividad debe ir acompañada de más iniciativas “de protección social y económica” y anunció que el real decreto deja “meridianamente clara” la obligación de paralizar la construcción. Y eso afectará a las obras del TAV y el Canal de Navarra, que sufrirán “una ralentización” y quedarán relegadas “a un segundo plano”.
Por último, después de que el Gobierno de España hablara sobre la ampliación del bono energético, Navarra tiene distintas “propuestas incentivadoras de carácter económico” en este ámbito, “que se están trabajando internamente y valorando económicamente”.
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