Aunque suele ser más en invierno cuando apetece un chocolate caliente, es una merienda estrella atemporal que endulza el paladar en cualquier momento del año. Un sorbito de este manjar o un bocado de un bombón hacen que el día resplandezca con más intensidad.
Y es que no es solo que esté riquísimo, sino que las propiedades del chocolate, siempre consumido de manera responsable y no abusiva, son beneficiosas para la salud. De hecho, está constatado por los profesionales de la sanidad que su ingesta puede favorecer la salud cardiovascular, ayudar en la pérdida de peso, apoyar la prevención de la diabetes, contribuir a disminuir el estrés, proteger frente a la oxidación, ralentizar el declive cognitivo y mejorar el estado de ánimo, además de promover la recuperación tras el ejercicio. Eso sí, siempre y cuando se elija un chocolate con una alta cantidad de cacao, es decir, que derive del cacao puro y sea chocolate negro con un bajo porcentaje de azúcar añadido. Y tal y como anunció a Vanity Capital la compañía ecuatoriana Paccari, experta en chocolate, «aporta nutrientes beneficiosos para el cuerpo y el cerebro».
Por ello, os traemos una ruta para derretirse por los establecimientos chocolateros más irresistibles de la capital navarra:
El churrero de Lerín
Ubicación: C. de la Estafeta, 5.
Se trata de un emblemático y pequeño local en la capital donde se puede degustar un delicioso chocolate con churros o una de sus famosas roquillas caseras.
Pastelería Gayarre
Ubicación: C. de Olite, 30.
Abrió sus puertas en 1960 y desde entonces, este negocio familiar se ha mantenido fiel a su esencia. Incluso en la actualidad, sigue siendo regentado por nuevas generaciones de los Gayarre. Su merienda estrella es, sin duda, el chocolate con churros, pero también ofrecen una gran variedad de dulces como bizcochos, tostadas y otros más.
Churrería & Chocolatería Gardón
Ubicación: Calle de San Miguel, 7.
En la Churrería & Chocolatería Gardón te ofrecen «todo lo necesario para pasar una buena tarde», como afirman en su página web. Por supuesto, su propuesta culinaria incluye todo tipo de dulces como churros, gofres, cookies, cruasanes rellenos y los bollos del momento: los roll, además de la opción de acompañarlos con un delicioso chocolate a la taza.
Bombones Torres
Ubicación: C. de García Ximénez, 5.
En este establecimiento, la merienda debe ser para llevar, ya que se trata de una tienda que vende chocolates, bombones y pastas caseras. La historia dulce de esta bombonería, con más de 70 años de trayectoria, se remonta a Estella-Lizarra, donde cuenta con su primera tienda. Además, tienen su obrador en Villatuerta, donde elaboran de manera artesanal todos sus productos: rocas del Puy, pastas selectas, exquisitos bombones, turrones de mazapán y chocolate… Todo un mundo de tentaciones para endulzar la tarde.
Chocolates Subiza
Ubicación: C. Amaya, 30.
«El chocolate que comía Hemingway», confiesan desde la firma. En 1841, Manuel Subiza comenzó en el pueblo de Erro la elaboración de chocolate siguiendo las técnicas aprendidas en Arnegy (Francia) y de los mejores artesanos de la época en San Sebastián. Así nació Chocolates Subiza. Un siglo después, en 1958, la empresa se trasladó a Pamplona, su ubicación actual. Es allí, en la calle Amaya, donde puedes detenerte y entrar a comprar una de sus tabletas de chocolate, con «alto contenido de cacao y bajo contenido en azúcares», para recargar energías y seguir paseando por la ciudad.
