Equipos médicos dotados de las últimas tecnologías que permiten una tratamiento más seguro y preciso, quirófanos híbridos equipados con sistema de rayos X, consultas con historiales totalmente digitalizados, sistema de geolocalización del paciente y de acceso y citación personalizada vía móvil… Gloria Sanjurjo, directora médica de Clínica San Miguel; Inma Lasarte, jefa de enfermería; y Yolanda Yoldi de atención al Paciente, mostraban orgullosas a los asistentes las nuevas instalaciones y equipamientos de esta Clínica, en el primero de los actos programados con motivo del centésimo aniversario de su apertura y del 75º de IMQ Navarra – Igualatorio Médico Quirúrgico de Navarra. 
Una visita que estuvo endulzada con anécdotas vividas en el centro durante los últimos años, y que reflejan el esfuerzo, dedicación y entrega de todo el personal sanitario. «Recuerdo hace casi treinta años cómo los médicos venían cuando se les necesitaba en alguna urgencia incluso sin cobrar», recordaba Yolanda Yoldi. «Si os fijáis, aquí no huele a hospital. Este era uno de nuestros retos y lo hemos conseguido», añadía Inma Lasarte.
Clínica San Miguel ha atendido a más de 1,2 millones de personas desde su apertura en 1980.
Fue el 29 de septiembre de 1919 cuando se inauguraba en el barrio de San Juan la primera clínica operatoria de Pamplona, que ofrecía un importante servicio social porque, en aquella época, la atención sanitaria no era universal. Así se aseguraba la atención a aquellos pacientes que económicamente no se lo podían permitir. En 1980 pasó a su actual ubicación en Beloso, un edificio de ladrillo rojo levantado por Construcciones Flores.
LA EVOLUCIÓN
Desde entonces, IMQ y Clínica San Miguel han invertido muchos recursos y esfuerzo para modernizar las instalaciones en su totalidad y han llevado a cabo una gran transformación tecnológica. Durante el acto de apertura de los actos del centenario, José María Bariain, director general Grupo IMQ Navarra, mostró su satisfacción por la «mejora continua en el trato al paciente. Durante la ultima década se han invertido más de 30 millones de euros en modernizar infraestructuras: se han sustituido por completo equipamiento de quirófanos; se ha renovado la UCI, todo el área de diagnóstico por imagen y urgencias; y se ha incorporado al centro el área de hemodinámica, cuyo servicio cuenta con un quirófano específico».
José Antonio Janín, presidente Grupo IMQ Navarra, recordó que fue en 1976 cuando, «con voluntad de adaptarse a las necesidades de la sociedad», Clínica San Miguel fue adquirida por el Igualatorio Médico de Navarra. «IMQ apuesta por la calidad y humanización en el cuidado y atención al paciente, en el deporte, en la salud bucodental y en el cuidado a los ancianos», indicó en referencia a sus cuatro grandes áreas de servicios.
Clínica San Miguel ha atendido a más de 1,2 millones de personas desde su apertura en 1980 en Beloso, ofrece más de 30 especialidades, da respuesta a más de 17.000 urgencias al año, realiza más de 100.000 consultas, lleva a cabo más de 5.500 cirugías y gestiona 15.000 estancias.
Bariain: «Durante la ultima década se han invertido más de 30 millones de euros en modernizar infraestructuras».
Carlos Artundo, director general de Salud en el Gobierno de Navarra, dijo sentirse «como en casa» en esta celebración «íntima» de los profesionales que trabajan en la clínica, pero de la que el Ejecutivo se siente «partícipe» porque pertenece al sistema sanitario de Navarra: Clínica San Miguel es parte de la salud de los navarros». Artundo destacó el especial vínculo de la clínica con el deporte y animó a los responsables del centro a «poner el foco en la prevención»
Por último, Ana Elizalde, primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Pamplona, declaró que es un «orgullo contar en Pamplona con un centro con estas instalaciones modernizadas y con un equipamiento renovado tecnológicamente». Y recordó nuevamente que cuando nació IMQ en 1944, realizó una gran labor social para aquella personas que no tenían medios para acceder a la sanidad: «En estos cien años hay que destacar su labor social, la dedicación y trabajo de sus cerca de quinientos trabajadores y, sobre todo, la atención personalizada, que a diferencia de los equipos no se puede automatizar». 
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