El 43,7 % de los españoles aprecia más su casa después del confinamiento, según apunta un estudio de IKEA elaborado por Sigma Dos y publicado el verano pasado. Y tres meses de encierro posiblemente fueron más que suficientes para notar las carencias del propio hogar. Quizá esta sea la razón por la que un gran número de personas decidiera invertir en renovar su mobiliario y adaptarse a las nuevas realidades postpandémicas, como el teletrabajo o el ocio en casa.
Por eso, la Asociación Nacional de Fabricantes y Exportadores de Muebles (Anieme) constató un repunte en la demanda de muebles, que dio inició en el verano de 2020. Este fenómeno provocó el crecimiento del número de sus empresas del sector, que se situó en las 7.000 el año pasado, un 16,66 % más que en 2019. Este dato fue interpretado por la patronal como vientos de cambio para un mercado que había perdido el 50 % de sus compañías (de 14.204 a 6.775) entre 2004 y 2019. Así mismo, algunas asociaciones regionales de comerciantes de muebles dieron a conocer aumentos de hasta el 30 % en la facturación de sus firmas asociadas.
Pedro Oloriz (Muebles Polque): «El boom ya pasó y nos viene la sequía. La demanda ha caído en picado por el fin de las restricciones y la apertura del ocio».
La Comunidad foral no fue ajena a este boom. Varias grandes empresas y pymes de la región coinciden en que este fenómeno les permitió generar empleo e, incluso, elevar sus ingresos, según recalcan sus representantes a NavarraCapital.es.
Pero esta fiebre por los muebles, que ayudó a los comerciantes locales a mantener sus facturaciones en 2020, cesó para ellos a partir del pasado mes de mayo. Todo ello en un 2021 marcado por los retrasos en las entregas de proveedores y el encarecimiento mundial de ciertos materiales básicos por su escasez, que han dificultado sus actividades diarias.
La pandemia supuso un «respiro» para pequeños establecimientos como Muebles Molinero Cózar, especializado en venta de muebles económicos y a medida. «Nosotros empezamos en 1993 como una empresa familiar de Ansoáin, y los siguientes fueron años tan buenos que, incluso, abrimos un nuevo local en Villava. Todo ello hasta 2008», relata Miriam Molinero, una de sus propietarias. La industria del mueble, que va íntimamente ligada a la de la construcción, fue de las más damnificadas en la crisis inmobiliaria. Por eso, Molinero y su hermana (las propietarias de la empresa) redujeron la plantilla de nueve a cinco personas en los años siguientes y vendieron el local de Ansoáin cuando se jubiló su madre en 2018.
María Purroy (Purroy Interiorismo): «Les decimos a las personas que nos llaman para iniciar reformas que podemos darles cita a partir de la segunda quincena de julio, como primera fecha».
No obstante, el mercado del mueble empezó a mejorar «hace año y medio». En esta coyuntura, la crisis sanitaria fue un impulso a su actividad. «Hubo un periodo durante 2020 en el que se concentraron las ventas. Hemos ingresado más y nos ha venido bien. No me he sentado a evaluar lo que hemos ganado en cifras económicas pero, si comparamos a grandes rasgos los dos últimos años, en 2020 mantuvimos las ventas de 2019», concreta Molinero.
En la misma línea, Muebles Polque notó ese auge durante los cuatro primeros meses desde el comienzo del confinamiento, sobre todo en sus ventas online. Una subida que se fue moderando tanto en el resto de 2020 como en el inicio de 2021. «La situación ya pasó y nos viene la sequía», lamenta Pedro Oloriz, su gerente. A partir del pasado mes de mayo de este año, la demanda «ha caído en picado por el fin de las restricciones y la apertura del ocio».
LAS REFORMAS AUMENTAN
Para Purroy Interiorismo y Loft 47, sin embargo, 2021 está siendo «mucho mejor que el año pasado». Es más, «ya hay un incremento importante en las ventas solo en el primer trimestre», detalla María Purroy, gerente de ambos establecimientos. Estas dos firmas ejemplifican la fuerte demanda experimentada por el sector de las reformas y rehabilitaciones en el hogar. La mayor parte de las empresas cerró 2020 con cifras positivas, según el informe anual del portal Habitissimo. El volumen de negocio se situó en los 29.300 millones de euros el año pasado, lo que representa un repunte del 5 % en comparación con 2019 y por encima de los crecimientos interanuales registrados en años anteriores.
Óscar Zandueta (Saltoki Home): «Tras la época más dura de la pandemia, notamos un fuerte incremento en la demanda, especialmente en todo lo que tiene que ver con mejoras o reformas en el hogar».
En esta línea, tanto Purroy Interiorismo como Loft 47 han recibido un «aluvión de solicitudes de proyectos desde mayo de 2020″. De momento, deben iniciar veinte este mes y cuentan otros tantos en lista de espera. «La gente llama y les decimos que podemos darles cita a partir de la segunda quincena de julio, como primera fecha», remarca. Adicionalmente, las ventas de muebles han crecido en sus tiendas, donde se han incorporado tres personas más para afrontar el incremento de la actividad.
Así mismo, Saltoki Home, la sección especializada en muebles y reformas para el hogar de Saltoki, ha sido testigo del aumento del interés por las reformas «una vez pasado el periodo más duro de la pandemia y el confinamiento de los primeros meses», atestigua Óscar Zandueta, director del departamento.
Por eso, esta línea de negocio de la firma ha tenido que «reforzar» sus plantillas en las diecinueve exposiciones que posee a nivel nacional. «Sobre todo, en las grandes ciudades y en perfiles de interioristas, administración, comerciales o de montaje», añade. Zandueta valora que 2021 es el «año de las mejoras en el hogar, más que del mueble».
MUEBLES PARA COCINA Y EXTERIORES
«En mi vida había vendido tanto sofá», bromea Purroy. Precisamente, durante gran parte de 2020 los navarros siguieron la tendencia nacional de renovar mobiliario para elevar el confort de los hogares. «El teletrabajo y el hecho de tener que estar en casa provocó que aflorasen nuevas necesidades en nuestros clientes», sostiene el director de Saltoki Home. En este sentido, el sofá destacó como producto estrella, un punto en el que coincide también Oloriz. Aunque Zandueta, como el gerente de Muebles Polque, asegura que también se demandaron «sillas, mesas de cocina, mesas de salón o mesas de escritorio».
David Cajal (IKEA): «Más del 60 % de la población en Navarra valora ahora más tener espacios exteriores en la casa, una cifra muy por encima de la media nacional».
El estudio elaborado por Sigma Dos apuntaba el creciente interés de los navarros por los muebles de cocina y de exteriores tras el confinamiento, frente a otras regiones.
Así lo explica David Cajal, director de la tienda de IKEA en Pamplona: «Aquí han preferido tener un restaurante Michelin en casa por encima de todas las regiones. Además, más del 60 % de la población de la Comunidad foral valora ahora más tener espacios exteriores en la casa, una cifra muy por encima de la media española».
De hecho, este tipo de productos han mantenido su tendencia alcista, mientras decaen las ventas de los muebles de confort. Y eso se debe, sobre todo, al aumento de reformas en cocinas y la puesta en valor de balcones y terrazas tras el confinamiento. «Ahora, nuestros clientes solicitan, sobre todo, proyectos para reformar el baño o la cocina. Además, en años anteriores siempre notábamos un repunte en la demanda de piezas para exteriores antes del verano. Pero en 2020, y también en este 2021, está siendo especialmente intenso», matiza el director de Saltoki.
Purroy subraya también el interés por los espacios abiertos como uno de los cambios «más notables» desde el inicio de la pandemia: «Antes, todo lo relativo al outdoor era siempre el gran olvidado de los proyectos en Pamplona. Ahora, en cambio, se le da muchísima importancia. Hay un incremento bestial en los proyectos de exterior y en la venta de muebles para exteriores».
Luis Unceta (iSiMAR): «Estamos haciendo inversiones para tener los mismos plazos de entrega de antes, porque los hemos tenido que duplicar este año«.
Este renovado acento en embellecer terrazas y jardines responde, a su vez, a un movimiento global. Así lo demuestra el crecimiento experimentado por Industrias San Isidro, que duplicó su facturación de 2019 en el primer trimestre de 2021 a través de su marca de mobiliario exterior iSiMAR. Actualmente, la firma exporta a 45 países.
«Como sector, 2020 fue el año de los sofás y colchones. Pero actualmente, como fabricantes de mobiliario de exterior, estamos experimentando un aumento de demanda espectacular porque las administraciones han empujado a la restauración y la hostelería al exterior. Estos sectores, como los clientes particulares, han decidido invertir este año en muebles para el exterior, por lo que este subsector del mueble es un claro ganador en esta coyuntura«, valora Luis Unceta, CEO de la firma y vocal en la junta directiva de Anieme.
PRECIOS MÁS ALTOS
La fábrica ubicada en Noáin ha llegado a producir 10.000 sillas mensuales este año, una cifra muy superior a la media de 2020, situada en las 4.000. Antes de la pandemia, en 2019, Industrias San Isidro elaboraba 5.000 o 6.000. «Ahora estamos escalando la fábrica, identificando cuellos de botella y haciendo inversiones para tener los mismos plazos de entrega de antes, porque hemos tenido que duplicarlos este año», indica Unceta.
Miriam Molinero (Muebles Molinero Cózar): «Los colchones se han encarecido entre un 7 % y un 8 %, dependiendo del fabricante».
Así, la industria del mueble sufre junto a otros sectores esta situación derivada de la alta demanda de sus productos y de la escasez mundial de algunas materias primas como el acero, el aluminio, ciertos textiles, espumas para colchones, cerámica y encimeras, entre otros. «Cuando preguntamos a nuestros proveedores, nos dicen que esta escasez terminará en 2022″, expone Unceta.
Por eso, empresas como Saltoki o IKEA han llevado a cabo estrategias de acopio. El comercio local, por otro lado, mira el cierre de este año con preocupación. «Tanto los materiales como algunos muebles se retrasan uno o dos meses más del plazo normal y, en algún caso excepcional, hasta tres. Eso nos ha traído, sobre todo, tensión y frustración porque hemos tenido muchísimos disgustos», apostilla Oloriz. En la misma línea, Molinero menciona que el precio de los colchones ha subido «entre un 7 % y un 8%, dependiendo del fabricante».
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