La palabra ‘hogar’ adquirió una connotación polisémica tras la irrupción del Covid-19. Convertidas en oficinas, espacios recreativos y de socialización primaria, las casas pasaron de ser un simple refugio a ser el «lugar más importante del mundo». Por eso, las ventas de la tienda de IKEA en Navarra subieron en 2020, según explica David Cajal, su director, a NavarraCapital.es: «La compra de particulares ha crecido mucho. Y el sector de las reformas (decoradores, interioristas, inmobiliarias), así como el ámbito de las residencias y pisos de estudiantes, vieron aumentar también la demanda».
Para afrontar este fenómeno en el mercado regional, el local ubicado en el Parque Comercial Galaria ha incrementado su plantilla «más de un 15 %», hasta llegar a las 45 personas. «El Departamento Comercial creció con vendedores especialistas. También lo hizo Logística, con expertos en gestión de riesgos», concreta.
Al mismo tiempo, IKEA duplicó la cantidad de productos que comercializa en su tienda física de la capital navarra para «ampliar el catálogo y ofrecer lo más demandado» en la Comunidad foral. Y, tras seis años en funcionamiento, fue remodelada atendiendo a las «nuevas realidades» domésticas: «Hemos creado espacios multifuncionales para el teletrabajo, la cocina o el dormitorio porque observamos que nuestro cliente ha diversificado sus actividades en casa y para ayudarle a inspirarse».
La tienda en Pamplona fue remodelada después de seis años para atender las nuevas necesidades del cliente navarro.
No obstante, el pilar del auge en ventas del retailer en el mercado navarro ha sido el canal digital. «El rendimiento de esta vía fue espectacular aquí. Durante el confinamiento, casi cuadriplicamos los pedidos digitales», explica Cajal. Actualmente, la Comunidad foral es la «región con más porcentaje de compras online» en España, ya que representan el 43 % del total de facturación. En este sentido, la firma implementó una serie de medidas para reforzar este comportamiento del cliente: «Bajamos el precio en nuestra tarifa de transporte y en la recogida en tienda, y vamos a sacar nuevos servicios logísticos para facilitar la compra».
RETRASOS EN ENTREGAS Y ESCASEZ DE PRODUCTOS
Este año ha sido «desafiante» para los retailers, que han afrontado a «dificultades» en la importación de productos por las restricciones de la crisis sanitaria y la escasez mundial de algunas materias primas. «Desde que empezó la pandemia, hemos trabajado con los proveedores en la disponibilidad para intentar funcionar con normalidad. Pero es cierto que, en algunos momentos, hemos sufrido retrasos», admite Cajal.
David Cajal (Ikea): «El Departamento Comercial creció con vendedores especialistas. También lo hizo Logística, con expertos en gestión de riesgos».
En Navarra, las demoras se dieron principalmente cuando la región tenía vigentes restricciones perimetrales y de aforo en los comercios, entre noviembre de 2020 y el pasado enero: «Entonces, las ventas online, que normalmente representan el 43 % del total en la región, pasaron a suponer el 80 %. Teníamos que ajustar el envío de pedidos y cómo los entregábamos a los clientes. Por eso tuvimos retrasos».
Así mismo, la tienda del Parque Comercial Galaria percibió que «una serie de muebles tuvo peor disponibilidad». Una situación que responde a un fenómeno global que, de hecho, afecta a muy distintos sectores: «Los proveedores han intentado ajustar su producción a la demanda. Además, las limitaciones en el transporte desde Asia, sumadas a las diferentes restricciones según el país del proveedor, representaron un gran problema. La disponibilidad ha variado en función de estos criterios».
No obstante, Cajal recalca que IKEA ha podido «garantizar una mejor disponibilidad» de productos en Navarra debido a que trabaja con una «previsión de stock a un año vista» y a que el equipo supo adaptarse a las circunstancias. «Ahora mantenemos la entrega en 48 horas con un volumen de pedidos más elevado. Pero no somos ajenos a la situación del sector», remata.
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