La cuenta atrás ha comenzado. Tan solo quedan dieciséis días. En estos momentos, Reino Unido saldría de la Unión Europea (UE) sin acuerdo el 1 de noviembre de 2019. Pero aún hay margen para negociar, para que el país solicite la desactivación del artículo 50 del Tratato de la UE o lograr una prórroga, entre otras posibilidades.
Aunque el futuro sigue siendo incierto, sí hay un cosa clara: las empresas deben preparar sus planes de contingencia para mitigar los efectos de esa posible salida del Reino Unido. Porque el Brexit tendría importantes consecuencias en el comercio de bienes y servicios, las inversiones, los productos agroalimentarios o la contratación pública, entre otros sectores.
La Secretaría de Estado de Comercio, a través de su Delegación Territorial en Navarra; la Cámara de Comercio de España; la CEOE; y la Cámara Navarra de Comercio, Industria y Servicios organizaron un encuentro este martes para, precisamente, preparar a las empresas navarras ante los nuevos escenarios que se plantean en este ámbito. Una jornada a la que asistieron alrededor de 110 profesionales, responsables de empresas de diversos sectores y representantes de organizaciones como INTIA o clusters como Nagrifood.
Conde: “En caso de que no haya acuerdo, regirá el derecho internacional, que obligará a Europa a establecer sus aranceles con respecto a Reino Unido”.
Natalia Conde San Martín, jefa de Dependencia Regional Aduanas, analizó las consecuencias del Brexit en su ámbito de actuación, “que se producirán desde las 00:00 horas del primer día en que Reino Unido salga de la UE, es decir, el próximo 1 de noviembre si no hay acuerdo”. “Si hay acuerdo, no habría cambios hasta que finalice el periodo transitorio. Durante ese período, Reino Unido estaría sujeto a la jurisprudencia del tribunal de justicia de la UE”, matizó.
Conde explicó que cada empresa deberá estudiar cuáles son las mercancías con las que trabaja para conocer qué aranceles deberá pagar a partir de dicho momento: “En caso de que no haya acuerdo de retirada, regirán las reglas del derecho internacional, que obligarán a Europa a establecer sus aranceles con respecto a Reino Unido. Por ejemplo, los lácteos se gravarán al 44 %, y la carne al 17 %… Eso significa que cada empresa debe estar atenta a cómo le afectarán estos gravámenes”.
Durante la sesión, se facilitaron orientaciones a las compañías en función de su sector y su relación con el país británico. Entre otros puntos, se hizo un llamamiento para que elaboren planes de contingencia, estén preparadas ante cualquier escenario y sean ágiles para adaptarse a la futura relación con el Reino Unido.
Miguel Suárez, vicepresidente de la Cámara Navarra de Comercio, Industria y Servicios, se refirió a la gran preocupación que afecta actualmente a empresarios y directivos. Las exportaciones navarras a Reino Unido, concretó, han supuesto 313 millones de euros de enero a junio, ocupando el tercer puesto tras Francia y Alemania. “Necesitamos una Europa fuerte y unida. La UE representa un marco estable para las relaciones comerciales”, enfatizó.
Los cuatro ponentes de la jornada, a la que asistieron unos 110 profesionales.
Isabel Peñaranda González-Llanos, directora territorial de Comercio e ICEX en Navarra, recordó que estas jornadas, precisamente, pretenden informar sobre los costes y trámites necesarios para la elaboración de los planes de contingencia. De hecho, hizo hincapié en que existe un portal especifico de la Secretaría de Estado de Comercio con información actualizada, fichas informativas temáticas y sectoriales y preguntas frecuentes. También habló del cheque Brexit, que apoya con entre “el 60 y el 80 % de los servicios realizados con ICEX para la adaptación de las empresas ante el Brexit o ante la necesidad de abrir nuevos mercados provocada por esta situación”. Porque la ruptura entre Reino Unido y Europa podría suponer para Navarra la pérdida de hasta 186 millones de euros en exportaciones agroalimentarias. Y es que “el 50 % de los bienes que se exportan a ese país son del sector agro. Entre ellos el vino, que lamentablemente va perdiendo mercado”.
ACUERDO DE RETIRADA
Lucas González Ojeda, representante de la Comisión Europea, informó sobre el estado actual de las negociaciones con el país británico. Y en este sentido, se mostró esperanzado: “Todavía hay posibilidades de acuerdo, pero es evidente que estamos en fechas limites. Lo que se ha pedido a Reino Unido es que si vuelve a solicitar prórroga, sea por algún compromiso concreto. De momento, hay un acuerdo que no está aprobado ni por el Parlamento británico ni por el europeo y, posteriormente, deberá ser firmado. No queda mucho tiempo para que esto sea posible de aquí al 31 de octubre”.
González: “El período de transición cubre un período temporal suficientemente amplio como para poder adaptarnos de manera razonable”.
González remarcó los puntos clave de dicho acuerdo, que recoge una serie de garantías como el período de transición establecido de dos años, con posibilidad de ampliarlo. “Cubre un periodo temporal suficientemente amplio como para poder adaptarnos de manera razonable”.
Desde el punto de vista presupuestario, finalizaría en 2020 “y Reino Unido debería contribuir a los planes de la UE. Además, se garantiza una retirada ordenada, y que Reino Unido y la UE cumplan todas las obligaciones financieras contraídas conjuntamente durante la pertenencia del país a esta”.
COMERCIO DE BIENES Y SERVICIOS
Ángeles Saez García, del Gabinete de la Secretaría de Estado de Comercio, desgranó los efectos del Brexit en el comercio de bienes y servicios. “Esta incertidumbre es una mala noticia para las empresas que quieren operar en un marco de seguridad. Reino Unido seguirá siendo mercado prioritario para España, aunque las relaciones con este país serán más complicadas”, reconoció.
En 2018, el país británico fue el tercer mercado a nivel nacional en exportaciones, por un valor de 38.746 millones euros: el 50,6 % en servicios y el 49,4 % en bienes. En Navarra, también es un destino principal, más como cliente que como proveedor, y resaltan las exportaciones en alimentación, bebidas, tabaco, automóviles y bienes de equipo.
Sáez: “Si es un buen cliente, deberemos cuidarlo bien para no perderlo, pero deberemos adaptarnos a la nueva situación”.
“Si es un buen cliente, deberemos cuidarlo bien para no perderlo, pero deberemos adaptarnos a la nueva situación. El problema será evitar la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte porque tiene mucha importancia a nivel comercial, sobre todo en comercio de bienes, algo que de momento no gusta a Reino Unido. El primer ministro ha planteado otra opción, una ‘zona aduanera’ para evitar la frontera, pero todavía no está muy claro como quedaría Irlanda del norte, si bajo normativa europea o británica”, indicó.
La sede de Cámara Navarra acogió la jornada de este martes.
Las empresas también deben tener en cuenta que Reino Unido establecerá un marcado equivalente al marcado CE. En el sector del transporte, se necesitarán certificados si es por carretera, y las aerolíneas europeas perderán el derecho de vuelo. “La operatividad de numerosas aerolíneas se verá comprometida por ambas partes, perderemos el derecho de ‘roaming’ y los bancos perderán el pasaporte comunitario. En cuanto a los trabajadores, no será posible el libre flujo de nacionales de la UE a Reino Unido ni viceversa. Aunque no sabemos qué va ocurrir, lo que está claro es que cualquiera de las opciones va a ser peor que la actual, de ahí la importancia de prepararnos”, remató.
Por eso, ante esta situación Sáez dio varios consejos a las empresas:
- Familiarizarse con los nuevos requisitos aduaneros y para-aduaneros.
- Averiguar la necesidad de solicitar licencias o certificaciones, homologaciones, etc.
- Valorar la necesidad de iniciar procedimientos de registro de propiedad intelectual, industrial y de marca.
- Integrar en la matriz de costes de la empresa la previsión de los derivados de nuevas formalidades y requisitos que supondrán tiempo y cargas administrativas.
- Considerar diferentes alternativas logísticas.
- Revisar los contratos e implicaciones en caso de incumplimientos.
La jornada fue clausurada por Izaskun Goñi Razquin, directora general de Política Económica, Empresarial y Trabajo de Gobierno de Navarra.
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