José Manuel Rodríguez, enólogo de Pago de Arínzano, la primera bodega calificada como DOP Vino de Pago en el norte de España (Navarra), ha sido reconocido como uno de los mejores cien enólogos del mundo de 2024. Así lo señaló este jueves la reconocida revista The Drinks Business en gala ‘The Master Winemaker 100 Awards Ceremony‘, que tuvo lugar en París en el marco de la feria profesional ‘Wine París – Vinexpo‘.
El listado reconoce a aquellos profesionales que “mostraron resultados consistentes, esfuerzos y altos estándares en sus porfolios”. En concreto, se valoran las puntuaciones obtenidas por los vinos en el concurso Global Wine Master. Así, Arínzano Merlot Agricultura Biológica 2018 se alzó con el galardón Master Medal en The Global Organic & Vegan Wine Masters, “convirtiéndose en el mejor vino orgánico del mundo”. Por su parte, Arínzano Pureza 2021 ganó el Master Medal en The Global Chardonnay Masters 2023.
El jurado encargado de valorar a ciegas los vinos está compuesto por una amplia representación de profesionales del sector con una dilatada trayectoria y amplia experiencia, entre los que se encuentran Masters of Wine, Maestros Sumilleres de la Court of Master Sommeliers y compradores sénior, quienes deben llegar a un acuerdo sobre la calidad excepcional para otorgar el título. Según informaron desde Arínzano, un vino ganador del Master debe ser “un ejemplo sobresaliente de su tipo, que demuestre una elaboración impecable”.
“La sostenibilidad nos la enseñan las plantas de vid diariamente. Enfocan su existencia vital en perpetuar su especie”
¿Qué es lo más importante para José Manuel Rodríguez a la hora de elaborar un vino digno de Master Medal? “Respeto, identidad y equilibrio”, explicó el enólogo, zamorano de nacimiento. “Quizá, el mayor error es mantener en barrica un vino demasiado tiempo, permitiendo que la madera se apodere y desvirtúe el propio vino. En cada terroir, has de estudiar, conocer e interpretar para armar patrones de procesado, elaboración y envejecimiento adecuados al perfil de vino que el lugar te revela”.
El vino Arínzano Merlot Agricultura Biológica 2018, premiado como el mejor vino orgánico de entre todos los catados, es un reflejo de cómo la sostenibilidad medioambiental es una fiel aliada para posicionar a un vino entre los mejores del mundo. “La sostenibilidad nos la enseñan las plantas de vid diariamente, enfocan su existencia vital en perpetuar su especie, adaptándose, utilizando los recursos naturales disponibles en su justa medida, equilibrándose de manera natural. Creo que es importante que copiemos sus patrones de vida, filosofía y extrapolarla a todas y cada una de las etapas hasta que llevamos esa uva a la botella, adaptación, equilibrio, respeto y regeneración de los elementos utilizados para ello”, remató el enólogo.