La presidenta de Navarra, María Chivite, clausuró este viernes una jornada en la que se presentó el proyecto GreenH2CATudela, que contempla la construcción de una planta de hidrógeno verde en las instalaciones de la Ciudad Agroalimentaria de Tudela (CAT) para abastecer de energía a sus empresas y al conjunto de industrias de la Ribera. Tal y como adelantó Navarra Capital, la planta será gestionada por una sociedad público-privada.
En el acto, que reunió a cerca de un centenar de empresas, Chivite subrayó la importancia del desarrollo de este proyecto para la industria de la Ribera, «que también contribuye a la cohesión territorial». Al mismo tiempo, destacó la «especial importancia» de la iniciativa, que hace frente a dos retos «urgentes» relacionados con la energía: la descarbonización y el poder disponer de energía a un precio asumible: «Para una comunidad como la nuestra, en la que la industria tiene un peso muy importante, el hidrógeno verde puede ser una alternativa sostenible».
En este sentido, recordó que la Comunidad foral tiene una Agenda para el Hidrógeno Verde, cuyo objetivo es posicionar a la región como «nuevo vector energético del futuro y motor económico» para Navarra trabajando sobre la base de la colaboración público-privada. En este sentido, remarcó que las empresas “no solo están convencidas y comprometidas, sino apostando fuerte, invirtiendo y a la vanguardia en proyectos energéticos y sostenibles”.
En la sesión participaron también el presidente de la CAT y vicepresidente y consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos, José María Aierdi, y el consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Mikel Irujo. Asimismo, asistió el delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti.
En su intervención, Aierdi hizo hincapié en el impulso inicial del sector público a este proyecto: «Los poderes públicos debemos arriesgar y adoptar iniciativas innovadoras para avanzar hacia objetivos tan ambiciosos como la soberanía energética, la transformación de nuestro modelo productivo o la descarbonización de nuestra economía». Asimismo, según informó el Gobierno foral, agradeció la labor de los equipos técnicos de la CAT y de la Asociación para la Industria Navarra (AIN).
Por su parte, Irujo explicó que Navarra está dando los pasos para promover una economía verde e impulsar la industria del hidrógeno siguiendo la hoja de ruta marcada en la Agenda del Hidrógeno Verde, una estrategia que se dio a conocer en 2021. «En este breve espacio de tiempo, Navarra cuenta con proyectos que cubren toda la cadena de valor del hidrógeno: generación, consumo y manufactura, con el objetivo de alcanzar la sustitución del 5 % del consumo de gas natural industrial por hidrógeno verde», valoró.
BENEFICIOS PARA LA CAT Y LA RIBERA
La CAT presentó al PERTE de energías renovables el proyecto, cifrado en más de 8 millones de euros de inversión, repartidos entre los fondos que inyecta la propia entidad (unos 3 millones), la aportación que ha comprometido el sector privado y los 2,8 millones procedentes de los fondos Next Generation.
Esta inversión plantea construir una planta de hidrógeno verde con una potencia de electrólisis inicial de 3,2 MW en una primera fase piloto, ampliable posteriormente a 10 MW. Y está llamada a suministrar energía a las empresas de la CAT en un 70 %, pero también «al conjunto de industrias de la Ribera del Ebro» con el 30 % restante. El hidrógeno verde se utilizará como fuente de suministro energético, especialmente en cadenas de frío y calor en la industria agroalimentaria, pero también en otras plantas industriales.
El parque agroalimentario de Tudela, de la mano y con la asistencia de la AIN y el CENER, inició hace ya dos años los estudios preliminares para el desarrollo de un ecosistema sobre tecnología de producción de H2 en Navarra y la posible construcción de una planta de hidrógeno verde, en colaboración con varias empresas especializadas del sector, que supusiera un salto cualitativo en los servicios de suministro y distribución de energía sostenible que caracteriza a la CAT. Se prevé que la planta esté en funcionamiento en el plazo de tres años.