Tradición familiar; concienciación por el medio ambiente; y trabajo duro, sin horarios pero en libertad. Estos son los rasgos comunes de los cinco jóvenes productores que aspiran a ganar la segunda edición del Premio Alimenta Navarra 2022 en la categoría de Relevo Generacional en el Campo. Un reconocimiento que Navarra Capital entrega fuera de concurso, en colaboración con la Unión de de Cooperativas Agroalimentarias de Navarra (UCAN), encargada de preseleccionar a las personas candidatas.
Las personas interesadas ya pueden votar a través de este enlace.
Precisamente, dicho galardón busca poner en valor a quienes deben jugar un papel fundamental en el futuro del campo navarro.
Así fue en el caso de Silvia Lázaro, propietaria junto a su hermano y su madre de la granja El Moro, de Figarol, dedicada a la fabricación de leche y quesos de cabra. Lázaro se alzó el pasado año con este premio.
Javier Alegría: «Valoro, sobre todo, estar al aire libre y vivir en el pueblo».
Al igual que en la primera edición, serán los lectores y lectoras de este medio quienes elijan al ganador o ganadora, a través de sus votaciones en este enlace. El plazo para votar ya ha comenzado a través de este enlace y seguirá abierto hasta el 17 noviembre (incluido).
El nombre de la persona seleccionada por el público se conocerá el próximo día 21 de noviembre, en la gala de entrega de los premios, cuya séptima edición ha sido impulsada por Navarra Capital junto al Clúster Agroalimentario de Navarra (NAGRIFOOD). Una cita patrocinada por Eroski y CaixaBank, en la que también colaboran el Ayuntamiento de Tudela, el Gobierno de Navarra, la Asociación Empresa Ribera (AER), el Basque Culinary Center y la propia UCAN.
LA FAMILIA, ESPEJO E INSPIRACIÓN
Silvia Lázaro, la ganadora de la pasada edición, dedicó el premio a su padre, que fallecido repentinamente en 2012 no pudo ver cumplido su sueño de tener su propia explotación ganadera. Este año, esa estrecha relación con la familia aparece de forma transversal en todos y cada uno de los candidatos y las candidatas que optan a llevarse dicho galardón.
Por ejemplo, uno de esos posibles ganadores, Mikel Hernandorena (Arraitz-Orkin, 26 años), lleva trabajando desde los 16 en la ganadería de vacuno de leche que iniciaron sus padres y que, en la actualidad, forma parte del grupo SAT Lacturale. «Una alimentación de calidad es sinónimo de salud, y para eso es imprescindible cuidar bien a las vacas y su entorno», defiende.
Mikel Hernandorena: «Una alimentación de calidad es sinónimo de salud, y para eso es imprescindible cuidar bien a las vacas».
La historia de otro de ellos, Carlos Elcano (Miranda de Arga, 31 años), sigue ese mismo patrón. Vinculado al negocio familiar desde hace seis años, compagina esa labor con sus funciones en la Cooperativa de Artajona de la que es socio «hace mucho tiempo, casi desde siempre».
Este centro de producción ha afrontado recientemente un importante proceso de reestructuración organizativa para convertirse en SAT. «Hoy, en la cooperativa se realiza una gestión especialmente cuidadosa en los aspectos económicos, que al final son los que priman», apunta.
Carlos Elcano: «Nuestra cooperativa realiza una gestión cuidadosa de los aspectos económicos, que al final son los que priman».
Laura Lapuerta (Mallén, Zaragoza, 27 años) recuerda cómo de pequeña le gustaban los invernaderos. También lo que suponía vivir con la familia la labor diaria en contacto directo con la naturaleza. Por eso, en cuanto completó sus estudios tuvo claro que quería dedicarse a «trabajar en el campo, disfrutando de la libertad de horarios que te ofrece».
De ahí su ingreso en 2019 en la Cooperativa de Cortes, donde se ha especializado en el tomate rosa y el de invernadero: «También he hecho otras cosas en el exterior con el brócoli, la calabaza, la berenjena o el cereal».
VACAS Y CORDEROS
Laura Lapuerta: «Siempre quise trabajar en el campo, disfrutando de la libertad de horarios que te ofrece».
Las candidaturas al Premio Alimenta Navarra 2022 en la categoría Relevo Generacional en el Campo se completan con dos miembros de la Cooperativa de Ovino y Vacuno de Navarra.
El primero, Javier Alegría (Asarta, 31 años), empezó ayudando a su padre «con las vacas y con todo» dentro de una explotación familiar que pusieron en marcha su abuelo y su bisabuelo. Y, desde 2017, compatibiliza ese trabajo con su actividad en la Cooperativa Lóquiz, de la localidad navarra de Murieta. «Sobre todo, valoro estar al aire libre, que todos los días hago cosas diferentes y que vivo en el pueblo», remarca.
Aitor Apesteguía: «En Navarra somos cuatro pastores, pero por nada renunciaría a mi forma de vida».
Por su parte, Aitor Apesteguía (Salinas de Oro, 23 años) trabaja con el cordero de Navarra. Y, si resulta ganador, le gustaría compartir el premio con su padre, José Mari, porque le enseñó «todo».
«Estoy donde me gusta, con los animales. Y nadie me manda», asegura este profesional que, tras obtener el grado medio en Agropecuaria en Villava, se echó literalmente al monte como pastor. «En Navarra somos solo cuatro, pero por nada renunciaría a esta forma de vida», sentencia.
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