“Teníamos a un familiar hospitalizado en casa y, cuando los médicos llegaron para suministrarle el tratamiento, nos pidieron una percha para colgar la bolsa con la medicación y poder administrarlo así de forma correcta. A mí me chocó que no llevaran su propio soporte”, rememora Jorge Iglesias para Navarra Capital.
En aquel momento su cabeza hizo un clic. Iglesias, que conocía bien el sector de la medicina porque había trabajado como comercial de material quirúrgico durante once años, decidió buscar una solución. “Fui investigando para ver de qué manera podría desarrollar una herramienta que permitiera colgar la medicación intravenosa en casa, sin necesidad de pedir un artículo a sus propietarios”, señala.
Tras dibujar innumerables bocetos, dio con el definitivo. Y así, en febrero de 2020, nació portaGO, un innovador dispositivo médico portátil diseñado para administrar medicación intravenosa de manera eficiente y cómoda. A priori, lo conceptualizó para el uso en hogares, pero pronto también reconoció su potencial para el entorno hospitalario.
“Es ligero, compacto, versátil y una herramienta que hoy en día los equipos de hospitalización a domicilio no poseen”
Mientras despliega y estira las patas del prototipo ante nuestros ojos, este tudelano de 40 años detalla que patentó el diseño ese mismo mes. “Es ligero, compacto, versátil y una herramienta que hoy en día los equipos de hospitalización a domicilio no poseen. Pesa menos de un kilogramo y está hecho de PLA reciclado, por lo que también es sostenible. Su finalidad es que sea manejable”, especifica Iglesias. El producto en cuestión se transporta en una bolsita de lona que puede ir perfectamente colgada del hombro, como si de una sombrilla de la playa se tratase.
Pero, con la llegada del Covid-19, hizo un alto en el camino. Un parón que duró hasta hace un año cuando, tras recibir una llamada procedente de Ribera Nexo, la aceleradora lanzada por el Consorcio Eder junto con el Ayuntamiento de Tudela, decidió desempolvar la idea. “Eso me impulsó para dedicarme en exclusiva al lanzamiento del producto”, confirma.
De nuevo motivado, contrató los servicios de un estudio de diseño industrial para seguir avanzando. Hoy ya cuenta con una maqueta y el diseño de diferentes prototipos y ‘renders‘. Y el siguiente paso es adquirir moldes de inyección que le permitan producir en mayor volumen. “Hasta el momento he invertido cerca de 40.000 euros y, ahora, estoy en busca de financiación para salir al mercado. El primer modelo lo hicimos en 3D y planteamos producir de esta manera, pero eleva los costes de la producción unitaria. Necesitamos moldes para ser competitivos a la hora de funcionar”, revela.
DOS VERSIONES DEL PRODUCTO
Iglesias, que también cuenta con formación en administración y dirección de empresas, realizó una batida por diferentes hospitales de Navarra, Burgos, Zaragoza o Logroño. Todo ello con el propósito de conocer su situación: “Hay tratamientos que requieren más horas, y otros solo quince minutos. De hecho, me di cuenta de que los más rápidos eran el 70 % y, tras darle muchas vueltas, ideé otra herramienta: un portaGO exprés. Consiste en un gancho que simula la percha que nos pidieron en mi casa”.
En este caso, es el propio sanitario quien lleva el artículo dentro del kit que desplaza a las casas para suministrar el tratamiento. Y está pensado para la unidad de hospitalización a domicilio de la sanidad pública.
A partir de ahí, su idea es que los particulares que lo requieran de forma más constante puedan adquirir el artículo en ortopedias, place markets, etc. “Además, se pueden pedir los diseños personalizados para que queden más integrados en casa y, en el desarrollo de ingeniería, también hemos conceptualizado artículos que se pueden añadir según la necesidad del usuario, como una bandeja o un timbre”.
Por otro lado, este emprendedor contempla la posibilidad de implantar la venta directa a hospitales. “He hablado con Medicina Interna de Tudela, Pamplona y Estella. Les gustó mucho la idea y estamos pendientes de los avances”, señala.
“Hasta el momento he invertido cerca de 40.000 euros y, ahora, estoy en busca de financiación para salir al mercado”
Los precios de salida van desde los 38 hasta los 192 euros. “Más o menos lo que cuesta un portasueros habitual”, estima. Y, con vistas al futuro, tiene en mente adentrarse en el mundo de la telemedicina.
En ese sentido, los datos más recientes indican que la hospitalización a domicilio ha crecido un 42 % durante los últimos años. “El fin es optimizar recursos, ya que los ingresos en casa suponen un ahorro del 70 % para los hospitales y es una tendencia al alza”, remarca.
Además, antes de lanzarse al mercado, Iglesias decidió contactar con un grupo de abogados cuya misión es poner en contacto a inventores con empresas que deseen invertir o comprar patentes: “La tasación que se hizo en cuanto al valor objetivo del artículo supera los 2 millones de euros. Me pareció tan alta que creía que se habían equivocado”.