miércoles, 11 diciembre 2024

El viaje de Gorka Berraondo

De pequeño, siempre quiso dirigir un hotel. Y consiguió cumplir su sueño. El hoy presidente de la Asociación de Hoteles de Pamplona es, además, un amante de la tuna y las motos. En esta entrevista, comparte su trayectoria vital y profesional, así como algunas de sus ideas para desestacionalizar el turismo en la capital navarra.


Pamplona - 22 diciembre, 2023 - 15:35

Desde hace doce años, el nuevo presidente de los hoteleros pamploneses dirige el hotel donde se casó. (Fotos: Ana Osés)

Muchos de los grandes relatos comienzan con un viaje. La Odisea, Robinson Crusoe, Moby Dick, El señor de las moscas… ¿Qué tendrá viajar que tanto nos fascina? Quizá sea la imperiosa necesidad de descubrir nuevos horizontes. Hoy charlamos, precisamente, con un trotamundos que, con la ilusión que caracteriza a los grandes aventureros, nos describe su travesía al detalle.

Gorka Berraondo nació en 1974. El mediano de tres hermanos, recuerda con cariño su infancia en Cizur Menor, donde creció. “Me encantaba estar en el pueblo. Pasábamos las horas jugando en la calle”, nos cuenta con voz dulce. Desde pequeño tuvo su meta muy clara: quería ser director de un hotel. Hijo de un ingeniero industrial y una abogada, a sus padres inicialmente les extrañó aquello. Y él, todavía sin saber cómo alcanzar su sueño, decidió estudiar la carrera de Derecho en la Universidad de Navarra. “No me gustaba nada y la dejé al mes”, relata. Entonces, comenzó a viajar.

Tras dos años en Inglaterra y otros dos en Francia, donde cultivó en profundidad ambos idiomas, confirmó que su destino se encontraba en la hotelería. Así, se informó sobre las diferentes opciones que había para estudiar en España, pero Turismo no le terminaba de convencer. “Quería algo que estuviese especialmente enfocado en los hoteles”, señala. Amplió horizontes y descubrió la Ecole Hôtelière de Lausanne (EHL), una de las escuelas hoteleras más reputadas del mundo. Sabiendo que en Suiza le deparaba una oportunidad única, hizo la maleta y se marchó, dispuesto a cumplir su destino.

“Me parece bonito dirigir el hotel en el que me casé y pasé uno de los mejores días de mi vida”

Al finalizar los estudios, quiso aprender más idiomas y, en esta ocasión, se decantó por el alemán. Mudarse una temporada a tierras germanas fue la mejor decisión que pudo tomar, pues allí conoció a una mujer canaria que más tarde se convertiría en su esposa. Hoy, tan enamorado de ella como el primer día, nos habla de Carmen con un brillo especial en los ojos. ¿Será cierta esa afamada frase que dice “el amor mueve el mundo”? Nosotras no tenemos la respuesta. Lo que está claro es que el amor mueve a Gorka y, tras tanto tiempo en el extranjero, ambos optaron por regresar a España.

Durante una temporada mantuvieron su relación a distancia, pues Gorka, todavía trazando su trayectoria laboral, trabajó en diferentes zonas de la Península. En Cádiz se le brindó la oportunidad de ejercer como adjunto de dirección en Tryp Costa Golf, donde se volcó en la atención al cliente. Tras casi un año allí, le ofrecieron el cargo de subdirector en el Meliá Balneario Mondariz, en Pontevedra. Durante los años posteriores fue director residente en el Hotel Meliá Rey Don Jaime, en Valencia. Entonces llegó su punto de inflexión. ¿Establecerse allí o volver a Pamplona? Con la meta de casarse con Carmen, se instaló definitivamente en la capital navarra, donde fue nombrado director del grupo Ñam y, posteriormente, director del Hotel Alma Pamplona.

Su historia de amor se volvió todavía más fascinante una vez asentados en Pamplona, cuando decidieron casarse precisamente en el lugar que hoy Gorka dirige: el Castillo de Gorraiz Hotel&Spa. “Paseo por el salón donde nos casamos y vuelvo a recordar mi boda. Me parece bonito llevar casi doce años dirigiendo el hotel en el que pasé uno de los mejores días de mi vida”, remarca.

MÚSICO Y MOTERO

Hay dos aficiones de las que Gorka habla con una ilusión mayúscula: la música y las motos. La primera surgió en el conservatorio de Barañáin, donde se instruyó como estudiante de guitarra. Ya en la universidad, en ese primer mes de Derecho, pasó a formar parte de la tuna. “Sigo manteniendo relación con mis compañeros. Los tunos son tunos para siempre”, destaca orgulloso.

De hecho, “tunar” significa “andar vagando en vida libre”. Y Gorka, entre largas carreteras y paisajes de ensueño, disfruta de su tiempo libre subido a una moto. Aficionado al evento motociclista NavaRider, ha recorrido toda la Comunidad foral. “Una de las rutas más impresionantes que he hecho es la transpirenaica. La hice con mis amigos y fue una experiencia increíble”, recalca.

DIGITALIZAR PARA AVANZAR

Su puesto como director del hotel también está relacionado con los viajes. Huéspedes que van y vienen, personas de diferentes lugares que quieren explorar rincones de la Comunidad foral… Por eso le apasiona su trabajo. En concreto, le fascina el ámbito de la comercialización. “Me gusta buscar nuevas formas de vender el hotel, trasladárselo a más clientes y avanzar”, concreta. También le interesa especialmente la digitalización. “Creo que, en los próximos diez años, va a haber una gran transformación. La tecnología avanza rápido y aquí estamos en proceso de digitalizar todo lo que se pueda, empezando por el sistema de reservas a través de la web”, puntualiza nuestro entrevistado, que el pasado 12 de diciembre fue nombrado presidente de la Asociación de Hoteles de Pamplona.

Es un gran viajero y ha vivido en numerosos lugares, entre los que se encuentran Inglaterra, Francia, Alemania y Suiza.

Berraondo es un gran viajero y ha vivido en numerosos lugares, entre los que se encuentran Inglaterra, Francia, Alemania y Suiza.

Satisfecho con su designación, asume que relevar en el puesto a Sara Martínez, exdirectora del Hotel Luze El Toro y actual directora del Hotel Luze Castellana, es todo un reto. “Mejorar lo que ha hecho Sara va a ser difícil. Apostó por defender los intereses de todos los hoteles de Pamplona en medio de un contexto tan insólito como el de la pandemia, con la incógnita de no saber cuándo iba a acabar”, ensalza. La industria hotelera, de hecho, se vio especialmente castigada. “Hubo pérdidas terribles. Los ERTE fueron de gran ayuda para mantener una situación crítica, pero en hostelería la realidad fue muy dura, muchos negocios se quedaron estancados”, añade con tristeza.

No obstante, después de la pandemia, las cosas han cambiado de manera radical. También nuestras prioridades. La sociedad ha tomado mayor conciencia de la importancia del aquí y el ahora, de reservar parte de nuestro tiempo para el ocio, de la necesidad de estar en contacto con la naturaleza. “En la hostelería, la época ‘postCovid’ ha sido positiva. Después de tanto tiempo encerrados, la gente tiene ganas de salir”, atestigua.

“Navarra tiene mucho potencial en turismo de ocio, pero también debemos fomentar el turismo de negocios”

Ahora, como presidente de la asociación, tiene sus objetivos muy claros: promover el intercambio de ideas entre los veintisiete hoteles de la entidad; potenciar el turismo local; participar en iniciativas de responsabilidad social; promocionar experiencias únicas, con medidas amigables con el medio ambiente…

Diciembre, enero y febrero son los meses con menor ocupación en la Comarca de Pamplona. Por ello, Gorka propone fomentar la desestacionalización a través del turismo MICE. “Navarra tiene mucho potencial en turismo de ocio, pero también debemos potenciar el turismo de congresos y meetings“, declara. ¿Y qué propone nuestro protagonista en este sentido? “Los servicios de Pamplona son muy buenos, y los puntos de mejora habrá que mejorarlos. Además, cuando haya eventos que requieran muchas habitaciones, nosotros estaremos ahí. Haremos todo lo que podamos”.

LOS SANFERMINES

Tradicionalmente, la época de mayor afluencia turística en Pamplona han sido los Sanfermines, especialmente en los primeros días de las fiestas. En 2022, por ejemplo, la ocupación hotelera entre el 6 y el 7 de julio fue claramente superior a la registrada del 10 al 14. ¿Qué podríamos hacer para mantener un flujo de visitantes más constante? Gorka reflexiona unos segundos antes de responder. “¡Qué pregunta más difícil! Para dar una respuesta concreta, habría que estudiarlo en profundidad…”, indica. Mientras piensa sobre ello en voz alta, sugiere “promocionar el encierro de una manera más potente” y, también, “conseguir que los gigantes y cabezudos tengan más fuerza a nivel internacional”.

Además, Gorka pone en valor que Navarra está repleta de idílicos rincones por descubrir. “La promoción que se ha hecho por parte de las instituciones ha sido muy buena y tenemos una oferta turística muy completa. Es un orgullo ser navarro”, defiende.

Un trotamundos que ha recorrido lugares asombrosos tendrá fácil elegir un lugar concreto que le haya gustado en especial, ¿no? Nuestro protagonista niega con la cabeza y, ya imaginándose algún fin de semana a toda velocidad por la carretera, coge aire y suspira: “Nunca me importa a dónde ir. Con estar subido en la moto, es suficiente”.


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