Los vinos de la DO Navarra cerraron 2020 con una caída de las ventas del 21,34 % con respecto al año anterior (un 22,68 % a nivel nacional y un 18,38 % en el extranjero). Es evidente que la pandemia tuvo un impacto muy negativo en este producto. Incluso fue algo mayor que en otras zonas porque, como señala a este medio Javier Santafé, director gerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Navarra, «la mayoría de las 85 bodegas que forman parte de la DO venden al canal Horeca».
No obstante, los datos de los primeros meses de este año, aunque no son del todo halagüeños, reflejan una caída menos acusada. Entre enero y febrero de 2021, la bajada de las ventas se sitúo en el 13 % con respecto al mismo periodo de 2019. Además, la DO coincide con tres bodegas consultadas (Bodegas Pago de Larrainzar, Bodegas Ochoa y la Bodega Inurrieta) en que marzo ha sido un mes bueno. Ahora habrá que ver si la tendencia se mantiene o se queda en una mejoría aislada.
Desde la DO insisten en que hay que diferenciar entre los diferentes canales de venta porque han tenido un comportamiento desigual. Precisamente, han sido las ventas en la hostelería «las más afectadas».
En ese sentido, Santafé puntualiza que, dentro del canal Horeca, hay que discernir entre la venta en restaurantes, hoteles y bares. Y en ese sentido, «Navarra es muy de bar». Lamenta así que gran parte de lo que no se consume en los bares «se pierde» porque la gente «no va de vinos por las habitaciones de su casa».
Dentro de esta tendencia, el caso de Bodegas Ochoa resulta paradójico. Su gerente, Beatriz Ochoa, pone el contrapunto al afirmar que, a nivel nacional, está percibiendo un mejor comportamiento en las ventas para la hostelería que en la gran distribución. Y achaca esta particularidad a que los establecimientos de alimentación están recibiendo muchas propuestas, de modo que una de las formas de acceder a ellas es «tirando los precios».
Ochoa hace hincapié en que su bodega no ha cedido y asegura que, dentro de los rangos de precio en los que se mueve, no ha notado últimamente un incremento en las ventas para el hogar, algo que sí ocurrió al inicio de la pandemia.
«Creo que el bolsillo del consumidor se ha podido resentir y eso nos perjudica», opina mientras explica que, por norma general, la gente «elige buenos vinos y se gasta un dinero» cuando consume en casa.
Por su parte, el director gerente de la DO Navarra recuerda que, «en el verano de 2020, se vivió una recuperación bastante buena porque la hostelería estaba abierta». Sin embargo, la llegada de la segunda ola aguó las esperanzas de cerrar bien el año. Santafé es optimista y, aunque reconoce que «la recuperación total del sector no llegará en 2021», confía en que pueda darse entre este año y el que viene. «Enero fue un mes malo. Pero, por el contrario, marzo está siendo bueno en lo que a ventas se refiere», enfatiza. No obstante, todavía hay «mucha incertidumbre», algo en lo que coinciden todos los consultados.
Miguel Canalejo (Pago de Larrainzar): «El mundo del vino vive de ilusión, pero creo que la reactivación total no llegará hasta 2022».
Miguel Canalejo, gerente de las Bodegas Pago de Larrainzar, tampoco ve viable que la recuperación del sector se vaya a dar en la transcurso de este año y va un paso más allá al vaticinar que 2021 «va a ser muy complicado».
Explica que muchas empresa navarras, entre ellas la suya, «están llenas de vino» tras la última vendimia, en la que se recolectaron muchos kilos de uva. «No se ha podido vender la fruta porque estaba muy barata y perdías dinero», comenta.
En ese escenario, las bodegas optaron por seguir produciendo, a la espera de la ansiada recuperación. Pero Canalejo no pierde la ilusión porque asegura que «de eso vive el mundo del vino». Y, al igual que la DO Navarra, también cree que el año 2022 puede ser ese en el que los niveles de ventas vuelvan a las cifras habituales.
En ese sentido, Tomás Antoñana, gerente de la Bodega Inurrieta, destaca que tanto él como sus colegas esperaban una recuperación «un poco más rápida». Y lanza una advertencia: en marzo, según él, el comportamiento del vino ha sido mejor por «unas condiciones puntuales», como la proximidad de la Semana Santa o el hecho de que la hostelería haya permanecido abierta. Por eso, también detecta «incertidumbre» y teme que, «hasta que las vacunas no vayan más rápido», la situación no terminará de dar un giro. Las otras dos bodegas consultadas también ven en la vacunación la clave para reactivar el sector.
LAS VENTAS AL EXTRANJERO
Pero la pandemia no solo ha tenido un impacto en las ventas nacionales, ya que también ha afectado a las exportaciones porque muchos países han tenido cerrada la hostelería durante meses (algunos todavía no la han abierto). En Estados Unidos, por ejemplo, la combinación del Covid-19 con los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump fue «catastrófica». Así lo valora Santafé, quien recuerda que su suspensión durante cuatro meses, adoptada de común acuerdo con la Unión Europea recientemente, es «temporal». De modo aún es pronto para vislumbrar el recorrido y el impacto de dicha medida para las bodegas navarras. Por su parte, los otros tres agentes preguntados también creen que es una medida positiva, aunque ven igualmente necesario que se prolongue en el tiempo.
«Para mí es el inicio de querer negociar de Biden», se muestra agradecida Ochoa, quien pide que la suspensión se prorrogue ante los primeros problemas logísticos que se están registrando. «Como los importadores no están convencidos de que después de cuatro meses no vuelvan los aranceles, ahora mismo están sobrestocándose», analiza. Y esta problemática conlleva otra añadida, que nadie ha solucionado por ahora: «No hay contenedores».
Tomás Antoñana (Inurrieta): «La suspensión de los aranceles en EEUU es necesaria porque, de lo contrario, estamos en una desventaja tremenda».
Antoñana espera que la medida de suspender los aranceles sirva para incentivar la reactivación de las ventas a Estados Unidos. «Es fundamental y una condición necesaria para poder exportar allí porque, si no, estamos en una desventaja tremenda», recalca.
Así lo ve también Canalejo, quien hace hincapié en que, con estos impuestos extraordinarios, no compensaba mandar vino al país norteamericano «porque valía más el paquete». No obstante, incide en que Estados Unidos es un país de por sí complicado. «Tiene mucho vino y bueno», valora.
Desde la DO Navarra han detectado cómo, en paralelo, China empieza a recuperar el pulso. Se trata de un mercado muy importante para los vinos de la Comunidad foral porque «se han hecho un hueco allí», precisa Santafé. Sin embargo, en Pago de Larrainzar no han notado ese movimiento. «Vendo en China y el distribuidor me dice que allí todavía hay miedo de salir a la calle porque la mayoría de las personas no están vacunadas», traslada Canalejo.
Este último está de enhorabuena porque le ha salido una nueva oportunidad de negocio en Japón. «Voy a empezar a trabajar con un nuevo distribuidor francés que lleva diecinueve años allí», adelanta ilusionado. Eso sí, por ahora los encargos para el país nipón son «pequeños» porque aún se desconoce el grado de aceptación de estos vinos entre la población local y porque, en general, los distribuidores están pidiendo cantidades más pequeñas: «No se quieren quedar con ‘stock'».
Entre tanto, el mercado de exportación europeo sigue muy parado. Así lo constatan tanto la DO Navarra como las bodegas. Pero Santafé confía en que, cuando abra la hostelería de forma sostenible, se recupere todo lo perdido porque «es estable».
Beatriz Ochoa (Bodegas Ochoa): «En Alemania, a los que tienen una vinoteca les va mejor. Pero quienes nos dedicamos a la hostelería estamos a la expectativa de que abran».
En Bodegas Ochoa ponen de ejemplo el caso de Alemania, un país muy importante para sus vinos. «A los que tienen vinoteca les va mejor. Pero quienes trabajamos en la hostelería estamos a la expectativa de que abran», matiza la gerente, quien no obstante parece optimista. «Hemos ganado una Gran Medalla de Oro en el Mundus Vini y eso ha hecho que clientes alemanes se interesen por ese vino», remata en relación a su Reserva de 2013.
A pesar de todos los retos que tendrán que afrontar las bodegas navarras este año, en la DO Navarra se muestran esperanzados. «Si China recupera su pulso, Estados Unidos mantiene la suspensión de los aranceles y Europa empieza a moverse, cambiará todo mucho porque son los factores sobre los que basamos nuestra estrategia», sentencia Santafé. No obstante, apela a la responsabilidad de la ciudadanía navarra y pide que apueste por el producto de proximidad. «Hay que beber vino de aquí. Todos tenemos que ayudarnos, en todos los sectores, para sacar esto adelante».
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