Desterrado el paradigma que perseguía la ganancia económica a toda costa y en el menor tiempo posible, desde hace años muchas empresas confían en un crecimiento más sostenible, comprometido con sus empleados y con su entorno, que se refleje positivamente en la llamada triple cuenta de resultados. Esta transformación en el seno de las organizaciones se ha traducido en una apuesta por la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), una herramienta para gestionar o revertir el impacto que su actividad genera en sus grupos de interés.
Numerosas compañías navarras ya han puesto en marcha iniciativas de diversa naturaleza, obteniendo así resultados que van más allá del estricto cumplimiento de las obligaciones legales y que están alineados con las expectativas de una sociedad cada vez más crítica y exigente, que reclama un nuevo rumbo. Algunas de ellas son ‘Sistema de gestión de RSE – Compromiso Florette’, de Florette; ‘Muchos pocos hacen mucho’, de CISTEC Technology; y ‘Tierra de futuro’, de The Real Green Food Company (Gvtarra).
Las personas interesadas en votar pueden hacerlo hasta el 20 de junio a través de este enlace.
Un comité de expertos coordinado por Juanjo Rubio, director de la Unidad de Innovación Social de Navarra (UiS), ha seleccionado estos tres proyectos como finalistas en la categoría RSC Corporativa de los Premios RsCapital. Unos galardones sin ánimo de lucro, organizados y financiados por NavarraCapital.es y concebidos por este medio como un proyecto propio de RSC. El público podrá escoger la iniciativa ganadora en este y las otras dos categorías: ‘La energía de las personas’, de Emasp, ‘La mirada del paciente’, de Cinfa, y ‘Tu proyecto solidario’, de Volkswagen Navarra, en RSC Social; así como ‘Ecointegra y Biointegra’, de Fundación Aspace, ‘¡Salvemos a los murciélagos!’, de Schneider Electric; y ‘Empresa consciente’, de DZ Licores SLU (Pacharán Zoco), en RSC Medioambiental. De esta manera, quienes deseen votar podrán hacerlo hasta el próximo 20 de junio, incluido, a través de este enlace.
EN BUSCA DE UNA COHERENCIA TRANSVERSAL
Daniel Ramos, director de Personas y Organización en Florette Ibérica, entiende la Responsabilidad Social como un know-how que permite “ser coherente con los propios valores y trabajar alineados con los compromisos adquiridos con los grupos de interés, para devolver a la sociedad y al entorno parte de lo mucho que nos da”. Esa filosofía ha llevado a la empresa agroalimentaria a destinar el 10 % de su inversión anual a un proyecto “transversal” que influye tanto en la toma de decisiones estratégicas de la compañía como en la operativa diaria a cargo de los empleados. Se trata de ‘Sistema de Gestión de RSE – Compromiso Florette’, auditado y certificado por Aenor y que vincula la actividad de esta firma agroalimentaria a las diferentes obligaciones adoptadas en su carta ética.
Daniel Ramos (Florette): “La RSC nos permite devolver a la sociedad y al entorno parte de lo mucho que nos da. Para nosotros es algo transversal e integra a toda la compañía”.
Este sistema de gestión contempla, en primer lugar, la realización de un estudio anual sobre las necesidades y expectativas de los diferentes grupos de interés de Florette, entre los que figuran la propia plantilla, sus clientes, la Administración Pública, los accionistas y empresas participadas, los sindicatos, los vecinos y diversas asociaciones y ONG, entre otros colectivos.
A través de reuniones, foros de trabajo, sondeos de satisfacción y encuestas, la empresa evalúa el impacto de su actividad y posteriormente crea planes de acción específicos para la consecución de oportunidades o para “limitar al máximo” ciertos riesgos.
Con el fin de velar por la consecución de estos objetivos, Florette creó un Comité de RSE e Inclusión, conformado por ocho empleados que pertenecen a diferentes áreas de la empresa. El reto que esta compañía plantea, en todo caso, es bidireccional: durante los encuentros mantenidos, los grupos de interés pueden presentar y proponer a la firma proyectos que beneficien a toda la comunidad. A su vez, la propia plantilla suele proponer actividades ligadas a la responsabilidad social, “habiéndose realizado en los años anteriores una media superior a 60 acciones por año”. Prueba de ello es la puesta en marcha del ‘Grupo de iniciativas sostenibles’, integrado por empleados que promueven, en el seno de la empresa, la implantación de hábitos relacionados con el cuidado del medio ambiente y la promoción del bienestar social.
POR UNA TECNOLOGÍA HUMANIZADA
Porque apostar por la sostenibilidad, en efecto, no es limitarse a instalar contenedores de reciclaje, a reducir el consumo de plásticos ni a relegar el crecimiento económico a un segundo plano, sino que se basa en un compromiso por el bienestar de la población actual, así como de las siguientes generaciones. De ese modo la entienden en CISTEC Technology, firma especializada en nuevas tecnologías e innovación aplicadas al mundo empresarial, que ha invertido más de 2.000 euros en su proyecto ‘Muchos pocos hacen mucho’.
Con especial énfasis en los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la empresa creó una plataforma digital corporativa que sirve como “escaparate” para presentar iniciativas sociales, medioambientales o de desarrollo económico, tanto propias como de terceros, de modo que sus empleados puedan inscribirse en ellas, participar en su desarrollo e incluso proponer nuevas acciones dentro del plan RSC. Susana Moreno, responsable de RSC-ODS de CISTEC Technology, aboga por colocar la innovación al servicio de la integración social y del cuidado del medio ambiente: “Somos humanos creando soluciones para humanos. Y la tecnología, lejos de deshumanizar, se convierte en nuestra gran aliada para conseguir que los ODS dejen de ser un objetivo y se conviertan en un hecho”.
Susana Moreno (CISTEC Technology): “Somos humanos creando soluciones para humanos y la tecnología, lejos de deshumanizar, se convierte en nuestra gran aliada”.
Después de un mes de análisis, pruebas de testeo y arreglos de incidencias, la firma descubrió el software as a service (SaaS) más idóneo y diseñó una interface que le permitiese agrupar iniciativas por campañas, calendarizarlas por semestres y trasladar a cada usuario su correspondiente login, que permite el acceso a la plataforma.
¿El resultado? 78 trabajadores inscritos en una veintena de iniciativas estrechamente vinculadas, entre otros ámbitos, a campañas dirigidas a mejorar la calidad de vida de mujeres migrantes, niños que padecen enfermedades graves, agricultores desbancarizados en México y personas desempleadas. La vitrina virtual a la que tiene acceso el equipo de CISTEC también promueve una mayor concienciación medioambiental entre la plantilla, dando voz a acciones centradas en reducir los efectos de los gases producidos por el efecto invernadero, promover una gestión de residuos eficiente y reutilizar aparatos electrónicos en proyectos de economía circular.
UNA APUESTA POR LA RIBERA NAVARRA
La RSC y el enriquecimiento del tejido productivo no son objetivos enfrentados entre sí, sino que se necesitan mutuamente. Por eso, el porvenir que vislumbran desde The Real Green Food Company (Gvtarra) solo será posible ofreciendo una vía de desarrollo económico a municipios rurales de menos de 5.000 habitantes, que permita crear a su vez puestos de trabajo. En estas localidades y en su entorno más cercano próximo se encuentran los cultivos de los agroasociados. Y más del 90 % del empleo directo que genera la empresa viene de esa zona. Además, se crea empleo indirecto por el aprovisionamiento de las materias primas.
‘Tierra de futuro’ es un acuerdo de colaboración dirigido a promover proyectos que aporten valor añadido al sector agroindustrial navarro.
Construida precisamente en torno al origen local de estas, la agricultura sostenible con el entorno y el desarrollo de la Ribera de Navarra, ‘Tierra de Futuro’ es un acuerdo de colaboración entre agricultores, empresas e instituciones, dirigido a promover proyectos que aporten valor añadido al sector agroindustrial navarro. Y todo ello desde la producción primaria hasta la comercialización.
“Navarra no puede quedarse atrás. La agricultura del futuro tiene que garantizar mayor productividad y rentabilidad con un menor uso de los recursos, especialmente aquellos más escasos, como el agua. Las nuevas tecnologías, la obtención de nuevas variedades y la agricultura de precisión van a ser esenciales para asegurar ahorros significativos en el uso de recursos y para mejorar el impacto medioambiental. Esa es nuestra apuesta con el proyecto”, concreta Ignacio Urmeneta, director de la planta de Gvtarra en Villafranca y responsable de la iniciativa.
En The Real Green Food Company se afanan, así mismo, por reducir el desperdicio alimentario desde varias vertientes: por un lado, la empresa destina ciertos residuos para la alimentación animal y dona productos a los Bancos de Alimentos de Navarra y La Rioja, así como a Aldeas Infantiles. Además, ha puesto en marcha estrategias para valorizar los subproductos agrícolas, disminuir los desperdicios en el canal de distribución, recuperar especies de legumbres autóctonas de Navarra y aumentar la productividad en el campo.