La recaudación líquida acumulada de la Hacienda Foral de Navarra (HFN) en el primer semestre del año fue de 1.300,2 millones de euros, 235,3 millones menos que en el mismo periodo del año 2019 y un descenso del 15,32 % en términos interanuales.
Este «inédito descenso» de la recaudación tributaria, según el Gobierno foral, «es consecuencia del estado de alarma» decretado en el mes de marzo por la crisis sanitaria, «que ha tenido una incidencia directa sobre la actividad económica y el consumo». De hecho, el Ejecutivo baraja una caída de unos 818 millones para el conjunto del año, después de que en 2019 se registrara una subida del 13,1 % (458 millones en total).
La recaudación por gestión propia fue de 1.003,3 millones de euros, presentando una bajada del 5,8 % respecto al acumulado a junio de 2019. Por lo que respecta a las agrupaciones de impuestos, el principal descenso se produjo en los indirectos, donde se constató un descenso del 27,1 % (-224 millones). Les siguieron los impuestos directos, que presentaron en su conjunto una merma del 1 % y -6,9 millones de euros. Y, por último, las tasas y otros ingresos, que con una caída del 27,4 % restaron 4,4 millones.
IMPACTO DE 1.000 MILLONES DE EUROS
La presidenta navarra, María Chivite, recordó este jueves en sede parlamentaria que a la caída de ingresos de 818 millones se suma un incremento del gasto de 190, de modo que el desajuste total por la crisis superará los 1.000 millones. Además, también se refirió al fondo de 16.000 millones impulsado por el Gobierno central para las comunidades autónomas, del que Navarra ya ha recibido 88,7, concernientes a la primera partida de salud. La segunda se concretará teóricamente en noviembre, mientras que en septiembre se abonarán 29,2 millones para el ámbito educativo.
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