La Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra ha alcanzado un acuerdo con su partner Uber Eats para que los establecimientos asociados puedan poner en marcha servicios de reparto de comida a domicilio con unas condiciones económicas especiales, que fueron detalladas en una circular interna remitida este jueves.
En un contexto “particularmente difícil” por la pandemia del coronavirus, el delivery se convierte por tanto en una oportunidad para reducir en cierta medida el tremendo impacto económico de esta crisis. Según informó el colectivo, Uber Eats pone a disposición de los restaurantes su estructura logística para colaborar con las entregas.
“Esperamos que esta iniciativa contribuya a mantener la actividad durante las restricciones del estado de alarma y que también pueda suponer un canal para satisfacer las nuevas necesidades de los clientes a largo plazo”, destacaron desde la asociación.
Así, Uber Eats se encargará de las siguientes tareas:
- Listar el restaurante o tienda interesado en la app y la web de Uber Eats, conectándolo con sus usuarios y su red de reparto.
- Los consumidores podrán encontrar el establecimiento en la app y la web de Uber Eats.
- Navegar por el surtido del establecimiento, añadir productos a la cesta y hacer un pedido.
- El repartidor acudirá al establecimiento para la recogida del pedido y posterior entrega al consumidor.
REESTRUCTURACIONES DE PLANTILLAS
La hostelería es, sin duda, uno de los sectores más castigados. Y su vuelta a la actividad continúa en el aire. Por eso, tal y como informó NavarraCapital.es, la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra reclama medidas drásticas para poder salvar los negocios. Por ejemplo, eliminar el requisito de mantener el empleo durante un periodo de seis meses a partir del momento en que se reanude la actividad tras los ERTE por fuerza mayor, poder prolongar los expedientes por otro medio año a partir de ese instante, una inyección de 10 millones de euros para el sector…
Pasado el estado de alarma, las reestructuraciones de las plantillas serán una medida “dolorosa, pero inevitable” en muchas empresas. E ignorar esa realidad “constituye una negligencia grave”. “Estas reestructuraciones permitirán ajustar el dimensionamiento de la plantilla a la realidad de una demanda menguada e implicarán despidos que, obviamente, se llevarán a cabo con arreglo a la legislación aplicable. Pero permitirán salvar empresas”, indicó la asociación.
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