La Asociación Navarra de Empresas de Economía Social (ANEL) celebró este viernes su Asamblea General en el Colegio Oficial de Médicos de Navarra. En el acto, Ignacio Ugalde fue reelegido como presidente de dicha organización para los próximos cuatro años.
En su discurso de aceptación del cargo, Ugalde anunció que, “en lo que llevamos de 2021”, se han creado un total de 41 empresas de Economía Social, “dos a la semana”. Añadió, además, que en los últimos seis ejercicios se han puesto en marcha un total de 562 cooperativas y sociedades laborales en la Comunidad foral. A la vista de estos números, remarcó que “la Economía Social es clave, pero todavía resulta necesario seguir profundizando en este modelo”.
El encuentro, desarrollado según las normativas establecidas por las autoridades sanitarias, fue inaugurado por el consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Mikel Irujo, y clausurado por la presidenta María Chivite. “Gracias a vuestro trabajo colaborativo, somos un referente a nivel nacional”, señaló Chivite, quien añadió que “el próximo reto es impulsar la prosperidad”.
Previamente, se procedió también a la renovación de parte de la Junta Directiva. De esta forma, se incorporaron la cooperativa Embega, representada por José Antonio Molina; y la sociedad laboral Eseki, con Esteban Zeberio. Continúan la microcooperativa Mediación Navarra, con Elena Sarasa; Mapsa; C de Comunicación; y la microcooperativa de iniciativa social A tu lado.
COLABORACIÓN Y NUEVAS FÓRMULAS JURÍDICAS
Al margen de agradecer la confianza, Ugalde aseguró que es necesario desarrollar “nuevas formas jurídicas para, desde el cooperativismo, crear proyectos innovadores en comarcas y pueblos”. Así, resaltó el valor de sus asociados para que Navarra siga siendo una comunidad que “conserva y atrae el talento, no solo a sus ciudades, sino también a las áreas rurales”. Como muestra de esta línea de trabajo, mencionó los recientes acuerdos de colaboración firmados con LASEME, la Asociación de Empresas de la Merindad de Estella, o con el Consorcio EDER en la Ribera. También con la Agencia de Desarrollo de Sakana para impulsar redes de cooperación y facilitar la transición hacia la industria 4.0.
María Chivite: “Gracias a vuestro trabajo colaborativo, somos un referente a nivel nacional”.
El presidente de ANEL recordó, igualmente, que cerca del 30 % del PIB de Navarra está generado por la industria, un sector en el que cooperativas y sociedades laborales están muy presentes y en el que, además de las grandes empresas, predominan las pymes. “Una parte importante de la prosperidad de Navarra depende de que las personas que trabajan en esas pymes puedan seguir haciéndolo y, para eso, necesitamos una transformación tecnológica”. Por eso, defendió la necesidad de generar un mayor conocimiento del modelo societario de cooperativas y sociedades laborales, de sus principios y su capacidad de innovación en la gestión. A este respecto, puso en valor el lanzamiento de una nueva titulación en Dirección y Gestión de Empresas Cooperativas y de Economía Social, en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y con financiación del Gobierno de Navarra. “Una iniciativa pionera que es una perfecta muestra de los frutos de la cooperación público-privada y de la colaboración entre el mundo académico y el empresarial”.
La formación de nuevos cuadros directivos y profesionales, según Ugalde, les permitirá reforzar la importancia que tiene la Economía Social para la región. Un sector que en su conjunto genera 21.000 puestos de trabajo directos, lo que supone alrededor del 8,6 % del empleo privado en Navarra, con más de 1.250 empresas y una facturación global de 2.450 millones de euros. “Creemos que el II Plan Integral de Economía Social, en el que ahora está trabajando el Gobierno de Navarra junto las entidades que representan a las diferentes familias que la componen, es un buen instrumento para recorrer ese camino”, explicó.
No obstante, matizó que “todavía quedan espacios donde tendríamos mucho que aportar y nuestra voz es necesaria”. De ahí que ofreciera la experiencia de ANEL con un fin muy concreto: que “no cierre ninguna empresa que podría haber sido viable transformándose en cooperativa o sociedad laboral”. También para estar presente en todos aquellos foros donde se debate el futuro desarrollo de la Comunidad foral.
El guante fue recogido por la presidenta de Navarra, quien defendió las bondades de la colaboración público-privada, basada en el fomento de la cogobernanza, la acción política compartida, la inteligencia colectiva y la defensa de lo público, “como el mayor bien que tiene una sociedad que no se construye en oposición a lo privado, sino como palanca para su crecimiento”.