La Academia Navarra de Gastronomía anunció este jueves la concesión de su Premio Anual de la edición 2020 a la hostelería de Navarra en su conjunto. Un colectivo que sumaba, justo antes de la irrupción del Covid-19, casi 4.000 establecimientos y 16.000 afiliados a la Seguridad Social, así como una facturación de 1.418 millones de euros. La entrega del citado galardón a los máximos representantes del sector será en otoño.
El presidente de la Academia Navarra de Gastronomía, Martín Sarobe, justificó la iniciativa como una muestra de agradecimiento a todos los profesionales hosteleros «por su capacidad de sacrificio, su esfuerzo titánico para luchar contra las contingencias –incluidas las taras administrativas- y su capacidad de reacción y resistencia para convertir la adversidad en virtud». Además, invitó a todos los estamentos institucionales, sociales, económicos y profesionales de la Comunidad foral a que la entrega del premio en otoño sea «una manifestación colectiva de homenaje y reconocimiento a los hombres y mujeres de nuestra hostelería».
María Ángeles Rodríguez (Anapeh): «Estamos muy agradecidos a la Academia por acordarse de los hosteleros en un año tan difícil».
En nombre del sector, María Ángeles Rodríguez, presidenta de la Asociación Navarra de Pequeña Empresa de Hostelería (Anapeh), se mostró muy emocionada al conocer el fallo: «Ha llegado justo en el momento más oportuno». En este sentido, destacó la amplitud de un galardón «que llega a toda Navarra, no solo a las asociaciones». Y afirmó sentirse «muy agradecida a la Academia por acordarse de nosotros en este año tan difícil». «Me gustaría dedicarlo a todos y cada uno de los hosteleros navarros», señaló.
En nombre de la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra (AEHN), su presidenta, Ana Beriáin, calificó como «algo muy importante que la Academia nos apoye después de la discriminación y el sufrimiento que hemos padecido este año». «Hemos sido maltratados por normativas que, en muchas ocasiones, no han tenido ningún tipo de justificación médica o sanitaria», recordó. Por ello, «este reconocimiento y esta ayuda supone una especie de abrazo cariñoso que nos da la Academia Navarra de Gastronomía con el valor que ello tiene para nosotros».
DILEMA ECONÓMICO, PROFESIONAL Y PERSONAL
La Academia Navarra de Gastronomía recordó también que, como consecuencia de la pandemia provocada por el Covid-19, la hostelería de Navarra se vio obligada «a un extraordinario esfuerzo de supervivencia para no incurrir en situaciones absolutamente dramáticas». «Los hosteleros tuvieron que superar cierres, límites de horarios y carencias incompatibles con los ratios de rentabilidad requeridos para este tipo de actividades empresariales», indicó su presidente.
Ana Beriáin (AEHN): «Este reconocimiento es una especie de abrazo cariñoso que nos da la Academia».
Martín Sarobe destacó de los premiados que tuvieron que afrontar esa lucha «a veces en una desoladora situación de abandono legal y económico administrativo«. Y que no pudieron contar con herramientas legislativas o medidas económicas «capaces de compensar el daño y lucro cesante, la falta de actividad y de los consecuentes ingresos». En su opinión, por tanto, el sector se enfrentó a un «dilema económico, profesional y personal que ha dejado una profunda huella negativa en Navarra«.
DEUDA PENDIENTE
Para la Academia Navarra de Gastronomía, por tanto, la concesión de su premio anual supone un acto de desagravio para un colectivo «de especial sensibilidad en nuestra sociedad»: «Tenemos una deuda con los hosteleros que, con sus establecimientos y actividades, han sabido generar un efecto de tracción para sectores líderes de la economía foral como la actividad agropecuaria y alimenticia o los servicios».
La Academia Navarra de Gastronomía ha puesto en valor el esfuerzo de los hosteleros durante la pandemia.
Desde dicha asociación sin ánimo de lucro, se propuso reivindicar una acción mancomunada de todos los estamentos de Navarra «para dotar a la hostelería de herramientas adecuadas y eficaces con las que compensar sacrificios, paliar las pérdidas económicas y establecer nuevos medios de desarrollo». Solo así, concluyeron desde la Academia, se podrá seguir disfrutando de «una de las más destacadas colectividades de hostelería españolas». Y, también, «de la continuidad del éxito de nuestros productos, nuestra gastronomía autóctona y de la maestría y creatividad de los grandes profesionales que nos acompañan».
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