El salón Mutiloa del Ayuntamiento de Aranguren acogió el pasado jueves un encuentro de la Asociación Empresarial del Valle de Aranguren (AEVA) para poner sobre la mesa una cuestión de calado en el tejido productivo como el relevo generacional.
La gerente de AEVA, Ana Sesma, dio la bienvenida a todos los representantes del tejido empresarial del valle y de otras zonas de Navarra, como la Ribera, que se dieron cita en la jornada. Abrieron el acto Manuel Romero, alcalde de Aranguren, y María Castañeda, de Castañeda & Asociados y perteneciente a la junta rectora de AEVA. Posteriormente comenzó una mesa redonda en la que participaron José Luis Barros, CEO y director financiero de Cafés Barros; Blanca Molins, del Despacho Molins & Andrés; y María Sagrario Esparza, de Exportación y adjunta a dirección en Grupo Basarana Las Cadenas.
Los participaron abordaron el tema desde varios puntos de vista. En el caso de Cafés Barros se trata del tercer relevo generacional, mientras que el de Bodegas Navarra es el quinto. El primero expuso cómo fue el proceso de la generación anterior a la suya y cómo esta llegó ayudada de forma definitiva por un problema totalmente ajeno: «El cambio costó y llegó ayudado por la pandemia». También quiso hacer hincapié en que fue una transición gradual.
Molins, por su parte, abordó los nuevos retos que puede suponer el relevo para las generaciones entrantes: «Tienen cosas que aportar no solo en el ámbito del marketing y las redes sociales, sino también en la internacionalización, ya que vienen muy bien preparados en ese aspecto».
Así mismo, Esparza analizó ambas realidades. Por un lado, reconoció que a la generación anterior se le mantiene informada a través de tres reuniones anuales y, además, defendió la importancia de «transmitir el sentimiento de la empresa como algo propio a los hijos desde pequeños».