Durante su entrevista con este medio, la presidenta de Navarra, María Chivite, desveló cuáles fueron las opciones planteadas por el Gobierno foral a la dirección de Siemens Gamesa con el fin de evitar el cierre de la planta de Aoiz. También precisó que, de forma verbal, el Ejecutivo navarro ya ha comunicado a la compañía su intención de reclamarle unos 2 millones de las ayudas concedidas y, en este sentido, no descartó acudir a la vía judicial. Básicamente porque la empresa no está de acuerdo con las autoridades forales.
Antes de que los trabajadores y la dirección de Siemens Gamesa sellaran el acuerdo para el cierre de la planta de Aoiz, el comité de empresa dijo sentirse decepcionado con el Ejecutivo por su “incapacidad” para garantizar el empleo de los afectados. Días más tarde, usted apuntó que el Gobierno foral “puso alternativas encima de la mesa” a la compañía para “garantizar la viabilidad” de la planta. Pero, ¿qué propuestas plantearon?
Una de ellas era que otros industriales produjeran las palas y que Siemens Gamesa fuera la compradora. Había personas interesadas, concretamente dos proyectos industriales. Esa fue la solución rápida e inmediata que planteamos. Pero, ahí, la empresa no quiso ni hablar. Siemens Gamesa tenía muy claro que deseaba cerrar. Esto es un ejemplo clarísimo de deslocalización debido a la planta que la compañía posee en Portugal. También pusimos otras opciones encima de la mesa como el tema del reciclaje de las palas, que ahora simplemente se entierran. El Cener, por ejemplo, está investigando al respecto. Y este es uno de los temas que interesó a la ministra Teresa Ribera porque no solo podría ser para Siemens Gamesa, sino que se trata de una necesidad del sector. Lo vio viable.
«El reciclaje de palas es uno de los temas que interesó a la ministra Teresa Ribera porque se trata de una necesidad del sector. Lo vio viable».
¿Cuál fue la reacción de la compañía a esta segunda alternativa?
En este tema, es verdad que Siemens Gamesa sí puede estar interesada. Le ha gustado un poco. Pero no es algo inmediato, sino a medio plazo. En todo caso, respeto que los trabajadores y trabajadoras opinen lo que estimen oportuno. Pero el Gobierno ha estado acompañándolos en todo momento. Aunque es cierto que no tenemos mucho margen legal como para decir a una empresa que no puede cerrar. No podemos.
También anunció que el Ejecutivo foral reclamará a Siemens Gamesa la devolución de unos 2 millones de euros debido “al incumplimiento de los requisitos” estipulados en las ayudas. ¿Ya se lo han comunicado a la empresa? Y, en caso afirmativo, ¿cuál ha sido su respuesta?
Sí se le ha comunicado verbalmente. La compañía no coincide con esos datos. Y bueno, supongo que se litigará o lo que sea oportuno. Como para disuadirla de que cerrara de forma inmediata y nos permitiera trabajar en otro proyecto durante al menos un año, explicamos que si pasaba ese año ya no reclamaríamos el dinero porque finalizaría el plazo marcado en las ayudas para hacerlo. Pero la empresa lo tenía clarísimo.
«Es verdad que tenemos que agilizar los trámites administrativos, que hay proyectos de renovables que, a veces, prácticamente se pierden en la Administración».
Dificultades para viajar al extranjero de las empresas que exportan conocimiento, retrasos en la Administración para la aprobación de proyectos, desplazamientos de los centros de decisión, el cierre de Siemens Gamesa en Aoiz… Las empresas navarras de renovables advierten de que la región ha perdido peso en el sector. ¿Qué se necesita para recuperar ese esplendor de antaño y qué pasos prevé dar el Gobierno para lograrlo?
Es verdad que tenemos que agilizar los trámites administrativos, que hay proyectos que, a veces, prácticamente se pierden en la Administración… Y tenemos que darles la máxima prioridad como proyectos de interés foral u otras fórmulas. Pero también es cierto que tenemos sobre la mesa muchas propuestas de implantación de renovables en nuestra comunidad. Somos una de las comunidades que más trabajamos en renovables. Nosotros no tenemos que competir en aparatos, tenemos que competir en tener productos y procesos innovadores, que den un valor añadido. Y la apuesta de este Gobierno por la innovación es clarísima, con desgravaciones y ayudas.
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