El cierre de la planta de Siemens Gamesa en Aoiz ha puesto en cuestión la competitividad de las energías renovables en Navarra. O, al menos, ese es el argumento esgrimido por la multinacional para justificar su polémica decisión, que afecta a 236 trabajadores: la falta de competitividad de sus palas. Sin embargo, Cecilia Wolluscheck, directora de Proyectos de Enerclúster, lanza un mensaje tranquilizador: “Si bien es una decisión triste para las familias afectadas y para el sector, el cierre no arrastra significativamente al resto de los componentes y servicios que forman la cadena de valor” de las renovables, que dan empleo directo a 7.500 personas en la región.
Navarra genera 7.500 puestos de trabajo directos en energías renovables.
Sin duda, la decisión de la compañía ha sido un mazazo para una comunidad que había abanderado durante décadas las energías verdes, especialmente la eólica. Y conlleva un mensaje de advertencia. De hecho, varios de los principales agentes del sector consultados por NavarraCapital.es coinciden en la necesidad de que las renovables navarras, nunca mejor dicho, se renueven: “Tanto con proyectos nuevos como con repotenciaciones, es imprescindible aprovechar la mejora de la tecnología para hacer los proyectos cada día más competitivos en términos de coste de energía producida”, detallan Diego y Gonzálo Oliver, directores generales mancomunados del Grupo Enhol. En la misma línea, Xabier Barón, responsable de Operaciones en SIG Coop, sostiene que “la necesidad de innovación y competitividad continua en el sector es clave”, incluso “más allá del propio precio”. De ahí que defienda la fortaleza “del producto y del servicio”.
FRENO POR EL CORONAVIRUS
Los problemas del sector se han agravado durante los últimos meses. En un contexto marcado por las dificultades que ha generado la pandemia, las compañías navarras que exportan su conocimiento y producto al exterior, como es el caso de Solartia, tienen proyectos parados. “Hemos ampliado nuestra red y nos hemos especializado en la implantación de energía verde en islas como el Caribe, adonde en este momento no podemos viajar”, detalla Emilio Mendívil, CEO de la compañía.
Adalberto Ríos: «Estamos viviendo retrasos administrativos hasta de ocho meses, lo que supone un verdadero problema para la tramitación de proyectos».
A esto hay que sumar los retrasos acumulados en la administración, según explica Adalberto Ríos, CEO de Ríos Renovables: «Siempre ha sido lenta. Pero ahora, con el Covid-19, estamos viviendo retrasos en las tramitaciones de hasta ocho meses, lo que supone un verdadero problema para iniciar proyectos. Y estamos muy preocupados”. Una preocupación lógica y para la que las empresas necesitan una solución urgente, ya que el Gobierno central va a dar un plazo máximo de dos meses para ponerlos en marcha con el fin de evitar las especulaciones. Por no hablar del conflicto social suscitado en nueve localidades del valle de Esteribar y de Erro, cuyos vecinos se oponen a la implantación de parques eólicos en sus zonas…
UN PASADO GLORIOSO SIN ESTRATEGIA
Nadie pone en duda que Navarra fue pionera y referente mundial en energía eólica. Prueba de ello es “el gran potencial de profesionales de alto ‘standing’ y de ingenieros navarros de distintas ramas que cuajan en las renovables mundiales y que la Comunidad foral exporta a todas las partes del mundo”, subraya Barón. Una potente cantera, que se une a los grandes logros de algunas compañías.
Emilio Mendívil: «En Navarra, no se ha desarrollado una industria de componentes paralela a la industria eólica, pero se está trabajando en la fotovoltaica».
Pero, al mismo tiempo, la realidad apunta a que Navarra ha dejado de estar en primera línea, como evidencia el desplazamiento de los centros de decisión, que ya no se encuentran en la Comunidad foral; o el cierre de Gamesa en Aoiz.
Una de las carencias que han propiciado esta situación es, a juicio de Mendívil, “no haber desarrollado una industria de componentes”. Porque en cuanto China tuvo los modelos y pudo fabricarlos, los hizo por menos dinero y copó gran parte del mercado. La mayoría de los agentes consultados, como Barón, secunda este análisis: “Fuimos promotores y comprábamos cosas a los demás, cuando podíamos haberlas hecho nosotros. Así que no se desarrolló paralelamente la industria”.
Cecilia Wolluscheck: «El clúster está valorando cómo ayudar a los asociados para que puedan participar en la energía eólica marina».
El pasado mes de enero, este medio ahondó precisamente en la amenaza que supone China para los fabricantes de tecnología renovable. Una situación que ha obligado a las compañías forales a incentivar el conocimiento y mejorar el servicio al cliente para tratar de no perder parte de su competitividad. Eso sí, “hay un grupo de empresas que, tras haber hecho la travesía del desierto por los años de cerrojazo a las renovables, ahora van floreciendo”, apunta el responsable de Operaciones de SIG Coop.
En esa misma línea, el CEO de Solartia recuerda cómo se está gestando en Navarra «un tejido industrial que apoya las promociones de fotovoltaica«, con un gran conocimiento para ‘vender’ a cualquier lugar del mundo. Y Adalberto Ríos resalta la importancia de las renovables navarras como sector, para lo cual pone como ejemplo el proyecto que ahora mismo tiene Ríos Renovables en Navarra, a la espera del visto bueno administrativo, con empresas forales como STI Norland e Ingeteam.
LAS ALTERNATIVAS DE FUTURO
Nadie duda de que las renovables son el sistema de generación energética más sostenible a nivel “económico, social y medioambiental», ya que crean «más empleo, más riqueza y menor huella de carbono”, ensalza Barón.
Xabier Barón: «Las renovables son rentables económica, social y medioambientalmente, pues generan más empleo, más riqueza y menor huella de carbono».
Por eso, los empresarios contactados por este medio creen que Navarra está a tiempo de revertir la situación para no quedarse atrás. Sí, China ha copado parte de esa producción y hay elementos, como los paneles fotovoltaicos, que prácticamente son ya exclusivos del gigante asiático. Pero existen referentes navarros en fotovoltaica, empresas que diseñan estructuras diferentes, grandes comercializadoras que venden a muy buenos precios los cables, ingenierías potentes que pueden hacer diseños complejos de plantas de renovables… A partir de ahí, los agentes miran al futuro con optimismo, buscando soluciones como «la salida en grupo de varias empresas pequeñas a otros países», que va a promover Enerclúster.
Solartia, en este sentido, añade otra alternativa, centrada en buscar proyectos allí donde el conocimiento sea especialmente importante. «No podemos ir a parques solares de 300 millones de euros, salvo los grandes como Acciona, Iberdrola, Repsol, Gas Natural…», reconoce Mendívil. Pero hay iniciativas en las que «se requiere un conocimiento fuerte y que son, de alguna forma, rechazadas por las grandes empresas al no tratarse de volúmenes grandes». Es ahí donde Solartia centra su apuesta, «en instalaciones de 5 millones, mixtas y que a la vez tienen almacenamiento de baterías».
«HASTA 300.000 NUEVOS EMPLEOS EN ESPAÑA»
«La transición energética y la transformación digital son los dos pilares que marcarán la reactivación económica, tanto de Europa, como de España y Navarra, cuando el Covid-19 sea historia», remarca Cecilia Wolluscheck. Su mensaje se alinea con el de Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, quien en una reciente entrevista publicada en El País abogó por una salida verde de esta crisis, por la aceleración de la transición energética y por un incremento de las inversiones en energías limpias, que podrían generar «hasta 300.000 empleos» si se desarrolla «un marco jurídico estable y predecible».
Grupo Enhol: «El futuro de las renovables pasa por la repotenciación de proyectos, la hibridación, el almacenamiento y el autoconsumo».
Sin embargo, para que la penetración del sector en Navarra sea mayor, se antoja necesario poner en marcha distintas medidas centradas en la «repotenciación de proyectos, la hibridación, el almacenamiento y el autoconsumo», señalan Gonzalo y Diego Oliver. Una afirmación compartida por sus colegas, especialmente por la directora de Proyectos de Enerclúster.
Según ella, el sector eólico «es muy tradicional, pero todavía va a tener décadas en las que va a seguir habiendo negocio». También destaca la importancia de «la digitalización, tanto en las casas de fabricación como en las redes inteligentes», y la apuesta por «la eólica marina«, de gran relevancia en Europa. Por eso, el clúster está valorando «cómo ayudar a los asociados para que puedan participar, con sus capacidades industriales, en esta energía».
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