viernes, 19 abril 2024

Las empresas nacionales de táperes a domicilio se abren camino en Navarra

La economía de la suscripción ha calado en España, donde el 84 % de las personas mayores de 18 años paga por algún servicio de este tipo. Dentro de este mercado, las suscripciones de comida a domicilio figuran entre las que experimentan un mayor crecimiento durante la pandemia, junto a las plataformas de 'streaming'. Navarra aún no cuenta con empresas locales especializadas, pero cada vez son más las firmas nacionales que atienden pedidos en suelo foral. Entre otras, Wetaca, TupTup, Birrabox y Cobardes y Gallinas se están haciendo un hueco en la región, aunque no cuenten aún con sedes físicas en la comunidad. La primera de ellas incluso estudia abrir una en el futuro.


Pamplona - 23 junio, 2021 - 17:43

El sector de los táperes a domicilio ha crecido de forma notable en los últimos cinco años. (Fotos: cedidas)

El ciudadano de a pie se ha acostumbrado a pagar por multitud de suscripciones a grandes plataformas como Netflix, Spotify o HBO, por citar tan solo algunos ejemplos. Entonces, ¿por qué no pagar por un servicio de entrega de táperes con comida para toda la semana? La economía de la suscripción ha trascendido el ámbito estrictamente digital y muchos sectores han empezado a implementarla en sus modelos de negocio: productos de limpieza, clases de gimnasia, coches, hasta cerveza y croquetas… De hecho, el mercado europeo de la suscripción prevé incrementar su facturación a un ritmo del 23 % anual para estar cerca de los 395.000 millones de euros en 2025, según datos de Telecoming

Un estudio bienal realizado por Zuora señala que esta macrotendencia ha calado también en España, donde un 84 % de la población mayor de 18 años paga alguna suscripción, solo por detrás de China (89 %) y por delante de Estados Unidos (82 %). Asimismo, destaca que las suscripciones de comida a domicilio se han disparado durante la pandemia y se perfilan como el siguiente gran hito del mercado. En la actualidad, un 35 % de los adultos españoles están interesados en contratar estos servicios, por detrás de las suscripciones a series y películas (70 %) y a música (40 %).

Precisamente, los principales agentes empresariales que operan en el sector han visto crecer su demanda fuera de las grandes ciudades como Madrid o Barcelona, que hasta ahora eran el principal foco de su mercado. En ese sentido, han llegado a la Comunidad foral y otras regiones menos pobladas, según indican desde varios negocios a NavarraCapital.es.

Efrén Álvarez (Wetaca):  «Tenemos que planificar dónde montaremos nuestra propia logística en septiembre, pero es posible que lleguemos a Navarra porque tiene buenas cifras».

La región no cuenta aún con empresas locales especializadas en estos servicios y el interés es aún incipiente, pero las expectativas de las firmas consultadas respecto al futuro del mercado navarro son optimistas. De hecho, algunas compañías nacionales ya atienden pedidos de la Comunidad foral a pesar de no tener una delegación física en la región.

Es el caso de Wetaca, que cuenta con seis años de recorrido en el envío semanal de táperes a domicilio y ha logrado aumentar su facturación a una media del 100 % anual desde su fundación.

«Los táperes son un producto global en el mundo desarrollado. Hay muchas personas que quieren comer bien todos los días, pero que no pueden o quieren cocinar y esto no cambia en las ciudades pequeñas», indica Efrén Álvarez, uno de sus socios fundadores. La empresa gallega llegó a Navarra en 2018 y, desde entonces, ha servido un total de 1.192 pedidos a 390 clientes.

Las empresas de táperes de comida entregan semanalmente sus productos a las personas usuarias.

Álvarez subraya que es «cuestión de tiempo» que «los horarios laborales, la valorización del tiempo y la necesidad de descanso» traccionen la demanda también en poblaciones más pequeñas: «Va a suceder lo mismo que pasó con la compra online. Antes era anecdótica, y ahora todos compran por Amazon desde cualquier lugar de España. El español dedica de media ocho horas a comprar, cocinar y limpiar para comer. Y a quien no le guste hacerlo querrá que otro lo haga por él».

Por eso, se muestra esperanzado en el futuro de su negocio en la Comunidad foral. «No contamos con reparto propio en la región, sino que lo hacemos con grandes operadores logísticos. Pero cuando montamos nuestra propia logística, los pedidos en las zonas adyacentes suelen crecer mucho. Aún tenemos que planificar las próximas aperturas para septiembre y podría ser que lleguemos a Navarra. Tenemos que analizarlo, pero tiene buenas cifras», concluye.

José Carlos Fuertes (TupTup): «Los datos macro del sector muestran que el auge es importante. Ha crecido muchísimo a partir de la crisis sanitaria».

La cántabra TupTup nació con una vocación similar en los albores de la pandemia y empezó su actividad en enero de este año. José Carlos Fuertes, uno de sus chefs fundadores, indica que su crecimiento en apenas seis meses de andadura ha sido «bastante alto en comparación con otras empresas del sector». Si bien tiene «cinco o seis» clientes en Navarra, Fuertes valora que es un indicio del interés por esta clase de servicios: «En comparación con otras empresas, hemos decidido cocinar comida de más calidad, siguiendo la tradición del norte. Y notamos que tenemos más éxito en comunidades con una mayor cultura gastronómica como es el caso de Navarra. Además, enviar pedidos a una región que no tiene mucha población es una buena señal para nosotros por el poco tiempo que llevamos en el sector».

Ambos coinciden en que el mercado de la comida por suscripción a domicilio irá creciendo «paulatinamente». El cambio de hábitos impulsado por la pandemia, que obligó a una gran parte de la población a comprar comida online, es un gran aliciente para el segmento. «Nosotros aumentamos mucho nuestra facturación porque la tarta está en continua expansión desde que empezamos hasta ahora. Y todavía seguimos creando mercado», apostilla Álvarez. Fuertes corrobora esta percepción: «Los datos globales del sector muestran que el auge es importante. Ha crecido muchísimo a partir de la crisis sanitaria».

PRODUCTOS EXCLUSIVOS

Otra arista del mercado de los alimentos de suscripción la conforman aquellos negocios especializados en uno o varios productos exclusivos. Es el caso de Cobardes y Gallinas, una empresa que produce huevos de gallinas libres y los comercializa junto a otros productos artesanales como hogazas de masa madre o aceite de Córdoba. La firma solo operaba en Madrid cuando implementó el modelo de suscripción para su actividad en 2019. Debido al crecimiento experimentado en el último año y medio, sus responsables decidieron expandirse a toda España hace cuatro meses.

Jorge Camacho (Cobardes y Gallinas): «Mucha gente se nos acerca para coger ideas o directamente para copiarnos. Pero los servicios de suscripción son una tendencia clara».

«Ahora contamos con cuatro clientes particulares y un par de profesionales en Navarra», concreta Jorge Camacho, uno de sus socios. Aunque los huevos sean un alimento «muy universal», la Comunidad foral demandaría más las suscripciones de Cobardes y Gallinas si ofreciera algún producto «que fuera difícil de obtener en una región tan rica en alimentos frescos».

Por eso, el negocio espera incrementar el interés por sus suscripciones en las nuevas regiones a través de dos líneas de trabajo: incluir nuevos productos en su catálogo y fomentar el «sentimiento de comunidad» que caracteriza a su servicio: «Nuestro cliente principal está concienciado con el bienestar animal y consumir el mejor producto del mercado. Nuestra comunicación por redes sociales y newsletters se centra en estos aspectos del negocio y pretende ir mucho más allá del etiquetado». Así mismo, Camacho atestigua que existe un gran interés emprendedor. «Mucha gente se nos acerca para coger ideas o directamente para copiarnos. Pero los servicios de suscripción recurrentes son una tendencia clara», asegura. 

Birrabox sextuplicó su número de usuarios durante la pandemia hasta sumar los 2.000 y ha tenido en Navarra casi cuatrocientos clientes.

Similar es el caso de Birrabox, empresa que ofrece una suscripción mensual de cervezas artesanales y de importación sin repetir referencias.

«Empezamos hace nueve años como un grupo de aficionados a la cerveza en un bar de Barcelona. En 2019, teníamos trescientos usuarios suscritos. Ahora, por la pandemia, sumamos 2.000 y hemos enviado ya 350 marcas de cerveza distintas», explica Miquel Vila, uno de sus tres socios fundadores.

La firma ha tenido «cerca de cuatrocientos usuarios» desde que vende en Navarra. «Hay datos que confirman cómo la compra de cerveza para tomar en casa se ha duplicado o triplicado. Y este ha sido el caso de Navarra, como en todas las regiones de España. Además, nuestro servicio permite que seis botellas lleguen a las puertas de las casas sin intermediarios, un detalle conveniente durante esta época», indica Vila. Junto a Zaragoza, la Comunidad foral es una de las que más ingresos genera a Birrabox, tan solo por detrás de ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia.

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