miércoles, 1 mayo 2024

Las medidas de la construcción contra la escalada de precios de los materiales

Desde el inicio de la pandemia, el hierro, el hormigón, el ladrillo, el vidrio o el aluminio han experimentado una notable subida de precios, primero por la escasez y después por la inflación y la crisis energética, entre otros factores. En un contexto como el actual, las empresas navarras de la construcción llevan a cabo distintas estrategias para tratar de contener los efectos de esta escalada. Retrasar la comercialización de viviendas, adelantar la compra de materiales, hacer acopio de estos y coordinarse mejor que nunca con los proveedores son algunas de ellas.


Pamplona - 17 agosto, 2022 - 00:02

Aunque los precios de los materiales se han disparado, la demanda de viviendas continúa gozando de buena salud. (Foto: Víctor Ruiz)

El encarecimiento de las materias primas experimentado en los últimos meses está intensificando la incertidumbre en la que viven inmersas las constructoras, promotoras y empresas de la construcción. Un problema que comenzó a palparse el año pasado debido a la escasez de materiales y que se ha visto agravado por la inflación, aunque algunas voces auguran que podría comenzar a remitir en la recta final del año. Solo en 2021, por ejemplo, los costes directos de la construcción en edificación residencial subieron un 23,5 % interanual según el Índice de Costes Directos de Construcción, elaborado por Construcciones ACR.

En ese repunte también influyen factores como la crisis energética. Así lo constatan importantes agentes de esta industria a Navarra Capital. «Cuando empezaron a faltar suministros, se originó una escalada de precios. Desde la pandemia hasta mayo de este año, estos se incrementaron un 40 % y no pararon de crecer», explica Íñigo Eugui, gerente de Erro y Eugui. «El aumento de los costes se arrastra desde las paradas de producción y dificultades de transporte que hubo en el comienzo de la pandemia. A esta circunstancia se añade la crisis energética», añaden desde Abaigar.

Álvaro Guillén: «Con la guerra en Ucrania, se dispararon los costes y había materiales que tenías que contratar al día porque los precios cambiaban de la mañana a la tarde».

Fuentes de esta promotora señalan, además, que la rápida reactivación de la actividad y la alta demanda de materiales también tuvieron una influencia directa en los precios. «Es probable que, ante una expectativa de aumento de la demanda, la oferta de materiales se contrajera, agudizando el desajuste», añaden.

Por su parte, Álvaro Guillén, gerente de Guillén Empresa Constructora, incide en que la inflación es el principal problema para el sector: «Antes se comercializaba previamente a contar con la licencia, pero el incremento de los precios hace que no sea recomendable comercializar hasta no conocer el precio real de la obra».

Íñigo Eugui: «El precio de la vivienda seguirá aumentando conforme aumenten los precios de las materias primas. Pero la demanda no se debilita.

Todo ello se traduce, en algunos casos, en retrasos de hasta seis u ocho meses a la hora de salir al mercado. En Pamplona, incluso hay proyectos cuya finalización se antoja incierta: «Hay obras que se quedan colgadas porque esos pisos se han vendido a un precio, pero en el momento de la entrega el constructor está perdiendo dinero», señala Javier Carmona, gerente de Jacar.

«Los precios se han puesto por encima del doble en algunos casos, mientras que otros se han disparado entre un 20 y un 30 %», remarca. En este sentido, no obstante, parece apreciarse ya una cierta estabilización: «Antes, cada media hora recibíamos una comunicación con la subida de los precios. Ahora, la situación parece más lineal».

Los materiales más afectados por esta subida exponencial son el hierro, el hormigón, el ladrillo, el vidrio o el aluminio, entre otros. «El primer trimestre de este año fue una locura. Con la guerra en Ucrania, se dispararon los costes y había materiales que tenías que contratar al día porque los precios cambiaban de la mañana a la tarde», describe Guillén.

Abaigar: «El aumento de los costes se arrastra desde las paradas de producción y dificultades de transporte que hubo en el comienzo de la pandemia».

Todos los empresarios consultados coinciden en que esta situación se ha visto igualmente afectada por el encarecimiento de la energía. «Ha tenido un efecto más acusado este año, ya que las empresas estábamos tomando medidas para amortiguar los mayores plazos de entrega. Sin embargo, la capacidad para amortiguar los incrementos de precios es menor», resaltan desde Abaigar. «La energía también nos influye muchísimo. El gas, el consumo de energía eléctrica y los carburantes son claves tanto para la producción y transporte de material como para la propia construcción. El incremento en sus precios se nota mucho…», apostilla Guillén.

MEDIDAS ALTERNATIVAS

En esta tesitura, las empresas deben realizar un seguimiento continuo de los plazos de entrega de los suministros y de la cotización de los materiales. «El objetivo principal es asegurar la continuidad de las obras y cumplir los plazos acordados con nuestros clientes. Las medidas se basan fundamentalmente en adelantar contrataciones, acopiar materiales y coordinarnos más que nunca con nuestros proveedores habituales», manifiestan desde Abaigar.

Una estrategia que desde Eugui también aplican: «Materiales que comprabas a lo largo de la construcción ahora los adquieres justo al inicio de la adjudicación. Así no tienes problemas de precios ni de suministros. Pero hay incertidumbre sobre cómo se va a comportar el mercado, en especial de cara al otoño y el invierno. Porque existe la posibilidad de que se produzca una escasez de suministros de nuevo y eso dispare otra vez los costes», advierte.

Javier Carmona (Jacar): «Antes, cada media hora recibíamos una comunicación con la subida de los precios. Ahora, la situación parece más lineal».

Eso sí, por ahora la demanda de viviendas sigue siendo alta y el sector continua construyendo. «Es complicado hacer una previsión, pero el precio de la vivienda seguirá aumentando conforme aumenten los precios de las materias primas. Ahora bien, la demanda no se debilita, sino que está fuerte, muy activa, y el sector sigue construyendo aunque sí es cierto que tenemos cierta preocupación por la evolución de la economía. Los indicadores, los avisos y las noticias que vemos no son muy halagüeños. Así que tenemos una preocupación relativamente importante», atestigua el gerente de Erro y Eugui.

Desde Abaigar, al mismo tiempo, ponen el foco en la propia evolución de la economía: «Hay cierta unanimidad entre los expertos en que viene cierta ralentización de la economía, subidas de tipos de interés para contener la inflación, escasez de energía, etc». Por eso, desde esta empresa creen que la demanda de materiales podría disminuir en el futuro y que los problemas de suministros y precios tenderán a estabilizarse. «Sigue habiendo cierta preocupación en el sector y habrá que estar muy atentos a la evolución de los acontecimientos, ya que la experiencia de estos últimos años nos dice que, en un mundo globalizado como este, los problemas viajan rápido», concluyen.

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