A lo largo de una semana, la creatividad, la inspiración y la fantasía toman forma en pieles, encajes, rasos, terciopelos… Y puntada a puntada, van vistiendo en la mente del público la imagen de las frías estaciones del próximo año. Un cóctel de diseños que impregnarán las calles de 2021, mezclados con creaciones totalmente innovadoras, futuristas, prendas y tejidos que parecen escapar de creativas mentes con ideas en constante ebullición, que salen a pasear cada año a la pasarela de la moda nacional por excelencia.
Madrid reunió del 28 de enero al 2 de febrero a los mejores diseñadores, jóvenes talentos y modelos de todas las edades en la Madrid Fashion Week, la primera en abrir las pasarelas a la moda otoño-invierno 2021 este año. Una semana que apostó por los nuevos diseñadores y la mujer madura, así como las nuevas tecnologías aplicadas a este sector. Y es que en esta semana se ha podido ver de todo. Desde firmas como Dominnico, favorita de artistas como Lady Gaga o Rosalía y que fusiona con arte plataformas y mantones de manila, hasta el trabajo de Jorge Vázquez, que se estrenaba como director creativo de Pertegaz, una de las más reconocidas casas de nuestro país.
Teresa Helbig, por ejemplo, presentó a nivel mundial los nuevos uniformes de Iberia, con zapatillas y zapatos planos para azafatos y azafatas. Juan Vidal, que ha vestido a Letizia Ortiz, propuso vestidos lenceros salpicados de vistosos estampados. Pedro del Hierro mostró su nueva colección otoño-invierno 20/21 bajo el nombre ‘Acuario, la nueva Era’, que inspirada en la astrología llenó sus prendas de brillos, plumeti, terciopelo y satén y fue liderada por Nacho Aguayo y Alex Miralles. No podían faltar Custo Barcelona o Agatha Ruiz de la Prada, con su especial originalidad de colores y estampados inverosímiles.
El tratamiento artesanal del cuero volvió de la mano de Miguel Marinero con su colección ‘Vernáculo’, en la que además de piel exhibió tejidos brillantes, lacados y lúrex. Por su parte, Devota & Lomba propuso una muestra de color, estampados y materiales en torno a la ecología.
Tras el fallecimiento de Andrés Sardá, fundador de la firma, este fue el primer desfile de la marca con su hija Nuria Sardá al frente. Una muestra en la que se fusionaron negros encajes con vivos colores, constituyó un homenaje a su persona y contó con la participación de algunas de la modelos españolas más relevantes de los 90 como Judith Mascó, Verónica Blume, Vanesa Lorenzo y Martina Klein, desempolvando los icónicos modelos de Sardá de los años 80 y 90.
Bajo el nombre ‘La caja negra’, Roberto Diz dio a conocer una colección en clara referencia a este elemento y su importancia a la hora de esclarecer trágicos sucesos aéreos. Sus prendas se tiñeron de negro, aunque también dejó hueco para otros más potentes y brillantes como los colores flúor.
Purpurina, lentejuelas, pieles sintéticas, estampados eclécticos que mezclan colores y diseños arriesgados… Esa fue la propuesta de Eduardo Navarrete, que condujo a los asistentes hasta Las Vegas de los 70 y 80 y en clara alusión a escenas de la mítica película ‘Casino’ de Scorsese.
Entre lienzos, pinceles y caballetes, Moisés Nieto presentó su nueva colección en una de las aulas de la Facultad de Bellas Artes. Más que un desfile, lo suyo fue una sorprendente puesta en escena, en la que mostró el proceso creativo de sus diseños elaborando sus propuestas directamente en un maniquí.
Otra de las principales novedades de esta edición fue dar mayor visibilidad a las mujeres y hombres mayores de 50 años. L’Oréal, bajo el nombre ‘Mi edad perfecta’, lo hizo coincidiendo con el estreno de una línea de maquillaje. Además, diseñadores como Roberto Torretta, Hannibal Laguna, Pedro del Hierro, Juan Vidal, Roberto Diz, Duarte, Angel Schlesser, Marcos Luengo y Devota y Lomba, entre otros, vistieron a modelos que ya han llegado a esta edad para demostrar que la mujer puede seguir viéndose bella a partir de los 50. Míticas modelos de nuestro panorama nacional como Remedios Cervantes, Elsa Anka, Paola Dominguín o Paloma Lago reivindicaron así su hueco en la moda.
Además, L’Oreal otorgó sus tradicionales premios a la Mejor Colección y Mejor Modelo, que este año recayeron en el diseñador Juan Vidal y la modelo Natalia Sabe respectivamente.
Una de las iniciativas de esta edición fue la Samsung EGO Innovation Project, que estuvo capitaneada por el diseñador Yvan Andreu con doble y rompedor desfile. Dos pasarelas ubicadas en El Corte Inglés de Callao y otra en IFEMA que se combinaban gracias a la tecnología 5G y al smartphone Samsung Galaxy Note 10+ 5G. Además, Andreu ha desarrollado un dispositivo, que permite analizar la temperatura corporal y proyectar el aura de una persona.
Las jóvenes promesas cerraron la semana con la presentación de las colecciones más rompedoras e innovadoras de 404 Studio, Coconutscankill, Reveligion…
‘SO NATURAL’
Por su parte, la peletería navarra Groenlandia presentó la nueva colección de Jesús Lorenzo, denominada ‘So Natural’ e inspirada en la sostenibilidad, los recursos naturales y el medio ambiente. Una muestra con la que la firma quiere dar una nueva vida a la piel. En el desfile, que tuvo lugar en ISEM Fashion Business School, predominaron los colores que surgen de la naturaleza: los otoñales como marrones, ocres, naranjas; los tonos del cielo y del mar…
A la cita no faltaron Noelia López y Esmeralda Moya, que regresaron a las pasarelas de Madrid Fashion Week tras varias ediciones centradas en proyectos profesionales y personales.
Lorenzo quiso mostrar el proceso por el que pasa un abrigo diseñado y confeccionado en Groenlandia y la optimización de las materias primas, ajustando los patrones para generar el mínimo número de restos posible y obtener el aprovechamiento máximo.
El diseñador apuesta en este sentido por la economía circular, ya que busca la manera de reutilizar las pieles y convertir un abrigo en desuso en una prenda nueva, moderna, con un diseño atractivo y con estilo.
En la Madrid Fashion Week, resaltó la apuesta por tonos como el morado, presente en muchos de los desfiles e idóneo para looks de diario y de fiesta; el eterno traje, también para ellas, sofisticado con lentejuelas e incluyendo corbata en su versión más masculina; los cuadros, sobre todo los british, uno de los estampados por excelencia que viste los otoñales días de las ciudades más cool; y los satinados, que con su sensual y elegante brillo se hicieron dueños de faldas y vestidos más allá de su versión primaveral. Cientos de sugerencias y propuestas llenaron las pasarelas de creatividad, desfiles cuajados de piezas y accesorios que hicieron volar la imaginación, mezclando tejidos, texturas y tonalidades que vestirán nuestro próximo otoño-invierno 2020-2021.