Conservas Trevijano fue un icono empresarial en la Logroño del siglo XX. La vistosa factoría, situada antaño entre las calles Daniel Trevijano y Gran Vía, fue la primera conservera de vegetales exóticos abierta en España, cuyos productos fueron degustados incluso por el zar Nicolás II de Rusia. Sin embargo, esta época de oro concluyó y la empresa fue pasando por diferentes etapas hasta su cierre definitivo en los noventa. Un proceso “muy doloroso” para todos sus trabajadores.
Pero hubo quienes quisieron continuar con el proyecto al que habían dedicado gran parte de su vida. Por eso, se dispusieron a animar también al padre de Belén Pérez, antiguo director de la firma. “Él ya estaba en otra historia, pero decidió apostar por ayudar a sacar adelante la nueva empresa, retomando una receta de la antigua compañía: la sopa juliana deshidratada. Mi coche ha olido a esa mezcla de verduras y especias desde que nací”, relata entre risas a Navarra Capital.
Así, los cuatro socios materializaron en 1997 su negocio de deshidratados en la actual Productos Trevijano, de la que Pérez pasó a formar parte en 2001. El equipo ya estaba buscando entonces un sitio estratégico en la zona para implantarse. Por eso, sus responsables decidieron mudarse a Mendavia en 2004, gracias a las raíces navarras de uno de sus fundadores y a que la Comunidad foral “ofrecía facilidades” para asumir inversiones de calado.
Trevijano se adentrará este año en el sector ‘plant-based’ con tres recetas de proteínas vegetales
“Desde entonces, han ido sucediéndose muchas más etapas, pero siempre avanzando por el camino hacia la profesionalización de nuestra empresa”, subraya su actual gerente, ahora de 47 años. Por ejemplo, Trevijano mejoró su envase en términos de seguridad alimentaria en 2008 y, un año más tarde, sumó una primera receta de risotto deshidratado a su oferta. Dos proyectos que, en conjunto, permitieron a la compañía empezar a exportar en 2010.
Al mismo tiempo, expandió su cartera de clientes con la consecución de la certificación IFS en 2014 y reestructuró la planta con nuevos formatos como las bolsas y los botes. Finalmente, en 2017 comenzó un camino de apuesta por la sostenibilidad, y consiguieron reducir “un 85 %” el plástico en sus envases en 2022.
En la actualidad, Trevijano cuenta con 32 productos en su catálogo, que incluyen sopas, risottos, cuscús, paella, pastas o quinoa, así como semillas para agregar a comidas. Esta oferta, que se comercializa en un nuevo envase de cartón, le ha permitido crecer “de forma escalonada” hasta facturar 6,3 millones de euros en 2022, cifra que mantiene desde 2020, cuando sus ventas crecieron “un 10 %”. Además, la firma emplea a 39 personas.
UN CAMINO POR RECORRER
La pandemia generó un gran interés en los deshidratados. Según un informe de Mordor Intelligence, la demanda de productos alimenticios no perecederos aumentó con la irrupción del Covid-19, ya que los consumidores tendieron a “acumular existencias para evitar exponerse al contagio”. Este fenómeno permitió a muchas personas descubrir referencias veganas y de origen vegetal, que experimentan en la actualidad “una demanda inflada” gracias a su vida útil prolongada.
En este sentido, Trevijano apostó el año pasado por desarrollar tres recetas enfocadas en la proteína vegetal, para adentrarse en el sector plant based. Un proyecto por el que espera crecer este año hasta alcanzar una facturación cercana a los 7 millones de euros. “Nuestra trayectoria ha ido en paralelo a las tendencias de la alimentación. Ha sido una filosofía propia, que naturalmente nos hizo centrarnos en los vegetales deshidratados. Ahora sí queremos apostar por una tendencia en auge y esperamos que nos ayude a aumentar nuestro mercado en Alemania“, explica Pérez.
Al mismo tiempo, el estudio elaborado por la consultora destaca el estilo de vida “ajetreado” y el aumento del número de trabajadores como “factores importantes” que contribuyen a la demanda de los deshidratados, ya que estos alimentos “ofrecen buen sabor, conservan el contenido nutricional, se pueden comer sobre la marcha e implican métodos sencillos de preparación”.
“Queremos que nuestros deshidratados estén en la mente del consumidor como un fondo de armario para utilizar como alimentación natural y con sabor a casa, pero con menos tiempo de preparación”, señala la gerente de Trevijano.
UNA EMPRESA EXPORTADORA
En España, Trevijano suma entre sus clientes a grandes cadenas de supermercados como El Corte Inglés, Carrefour, Eroski, BM o Alcampo. En esta línea, la entrada de Costco en 2019 supuso un “importante salto” para el negocio no solo a nivel nacional, sino también en otros países: “Empezamos a vender nuestro producto primero en los locales de España, pero ahora también exportamos a través de ellos a Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Francia, Japón y Australia”. Destinos a los que se suman Filipinas, país al que exporta desde 2022, e Israel, una de las novedades de 2023.
Al mismo tiempo, la compañía logró recientemente un acuerdo con el referente europeo de supermercados online Rohlik Group, que comercializa sus referencias en Alemania, República Checa, Austria y Hungría. De esta forma, la exportación supone “casi un 50 %” de la facturación de Trevijano y sus alimentos se comercializan en veintidós países.
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