viernes, 20 septiembre 2024

Los partidos mantienen sus diferencias sobre las macrogranjas tras visitar Valle de Odieta

Los miembros de la Comisión de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Parlamento navarro recorrieron este miércoles las instalaciones de la empresa, situadas en Caparroso. La Cámara foral señaló que Navarra Suma y PSN "no pusieron objeciones al modelo de negocio" de la explotación, mientras que EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu e I-E mantuvieron su rechazo a este tipo de compañías y "mostraron sus dudas" en relación a los impactos derivados del tamaño.


Pamplona - 2 junio, 2021 - 17:36

Valle de Odieta posee explotaciones bovinas en Caparroso y Noviercas (Soria). (Foto: cedida / archivo)

La Comisión de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Parlamento foral visitó este miércoles la cooperativa agropecuaria Valle de Odieta, en Caparroso. Una explotación ganadera láctea a la que el TSJN reconoció el derecho al otorgamiento de una nueva Autorización Ambiental Integrada para aumentar la capacidad de sus instalaciones hasta las 7.200 vacas de ordeño. Una cifra que la empresa espera alcanzar a finales de 2022 (actualmente tiene 5.200).

Los miembros de la comisión que acudieron fueron Miguel BujandaJosé Suárez (Navarra Suma); Javier Lecumberri (PSN); Pablo Azcona Blanca Regúlez (Geroa Bai); Laura Aznal (EH Bildu); Ainhoa Aznárez (Podemos-Ahal Dugu); y Marisa de Simón (Izquierda-Ezkerra).

La delegación del Parlamento fue recibida por Alberto Guerendiáin, director gerente de Valle de Odieta, y Rubén Rodríguez, gerente de la planta de biogás HTN. El objeto de la visita, cursada a instancias de Navarra SumaPSNGeroa BaiEH BilduPodemos-Ahal Dugu e I-E, fue «conocer ‘in situ’ las instalaciones y el desarrollo de la actividad», cuyos términos el Gobierno de Navarra insiste en «regular estrictamente» para, a través de la Ley Foral de Sanidad Animal y el Plan Estratégico de Ganadería Extensiva, «asegurar el cumplimiento de los requisitos medioambientales». Requisitos contemplados en el Decreto Foral del que, según informó la Cámara foral, se valió la Dirección General de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio para denegar en 2018 la autorización ambiental requerida por Valle de Odieta de cara a ampliar la explotación.

LA EMPRESA SE DEFIENDE

A continuación, los parlamentarios realizaron un recorrido guiado en bus por las instalaciones, en el curso del cual los responsables de la cooperativa explicaron su actividad, que calificaron de «sostenible». Según defendieron, garantiza «el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado del medio ambiente y bienestar social y animal», además de seguir los principios de la «economía circular y la generación de empleo no deslocalizable».

El director gerente de la explotación negó las acusaciones de uso indiscriminado de antibióticos y de hacinamiento animal.

A ese respecto, Alberto Guerandiáin insistió en la rigurosidad de un proyecto que, entre otros, cuenta con el certificado Aenor Conform, «el único que evalúa y controla la calidad del bienestar animal en las granjas, en perfecta comunión con los requisitos establecidos en el proyecto europeo Welfare Quality».

En ese marco, negó las acusaciones de uso indiscriminado de antibióticos, una práctica que, «salvo prescripción veterinaria», está «prohibida» en ganadería de vacuno: «Carecen de fundamento, igual que las de hacinamiento animal. No hay más que ver la amplitud de las instalaciones (500.000 metros cuadrados) para cerciorarse de la baja densidad de animales». El director gerente de la cooperativa hizo hincapié en que Valle de Odieta se encuentra «entre el 1 % de las granjas españolas que llevan a cabo una gestión integral de los purines».

Representantes de todos los partidos, escuchando las explicaciones del equipo de la empresa.

Representantes de todos los partidos, escuchando las explicaciones del equipo de la empresa.

Ya en la planta de biogás, Rubén Rodríguez describió los pormenores del proceso de tratamiento de los purines, un desecho que, según aseguró, transforman en «abono orgánico de calidad y energía eléctrica renovable para unas 12.000 familias, evitando las misiones de metano». Además, «estamos implementando un plan de última generación de prevención, cumplimiento normativo y sostenibilidad para evitar incurrir en cualquier tipo de infracción ecológica y medioambiental».

LOS PARTIDOS SIGUEN DISCREPANDO

En su turno de intervención, los portavoces de Navarra Suma y PSN «no pusieron objeciones al modelo de negocio» que representa Valle de Odieta, mientras que las representantes de EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu e I-E mantuvieron su rechazo a este tipo de explotaciones y «mostraron sus dudas» en relación a los impactos derivados del tamaño de la macrogranja.

Miguel Bujanda (NA+): «Hemos visto una cooperativa local y familiar, de segunda generación, que practica una agricultura y una ganadería sostenibles, circular».

«Esta visita puede servir para aclarar las dudas de la gente y de los grupos ecologistas que alarman innecesariamente a la población. Hemos visto una cooperativa local y familiar, de segunda generación, que practica una agricultura y una ganadería sostenibles, circular. Es un modelo compatible con las explotaciones de menor tamaño. Además, la producción de España en el sector lácteo España es deficitaria, necesita importar un 30 % de su consumo, por lo que esta actividad no debe incidir negativamente en el precio fina», defendió Miguel Bujanda (Navarra Suma).

Javier Lecumberri (PSN) alabó que «los desechos se convierten en biometano y de ahí se saca electricidad limpia para autoconsumo», de modo que «el sobrante se vierte a la red».

Según Javier Lecumberri (PSN), fue una visita «muy instructiva, tanto en los aspectos relacionados con la agricultura industrial como en los que atañen a la planta de biometanización, donde no solo se trabajan los residuos de esta y otras granjas, sino también los orgánicos de mancomunidades de toda Navarra».

En este sentido, Lecumberri alabó que «los desechos se convierten en biometano y de ahí se saca electricidad limpia para autoconsumo», de modo que «el sobrante se vierte a la red». «Es interesante y necesario», remató.

Pablo Azcona (Geroa Bai) se congratuló por el resultado de una visita que «contribuye a seguir alimentado un debate necesario». «Agradecemos la posibilidad de haberlo visto desde dentro, pero nos reafirmamos en nuestro apoyo al Gobierno de Navarra en su intento de tratar de que estas explotaciones se adecúen a los parámetros de distancia y tamaño contenidos en el Decreto Foral. Tras el fallo del TSJN y buscando una mayor seguridad jurídica, se va a trasladar el contenido de ese decreto a la Ley de Sanidad Animal, que habrá que modificar. Estas macrogranjas generan afecciones sociales y económicas al resto del sector», valoró.

Pablo Azcona (Geroa Bai): «Estas macrogranjas generan afecciones sociales y económicas al resto del sector».

Laura Aznal (EH Bildu), por su parte, también volvió a defender la apuesta de su grupo por «un modelo diferente de ganadería, más extensiva y sostenible desde los puntos de vista económico, social y medioambiental».

En una línea similar, Ainhoa Aznárez (Podemos-Ahal Dugu) se desmarcó de «este tipo de macrovaquerías, pues importan el producto y, por tanto, rompen la cadena de la economía circular». «Respaldamos las explotaciones ecosostenibles, familiares, cuyos efectos son diametralmente diferentes, pues ayudan a la cohesión territorial, a asentar población. Son sinónimo de continuidad», indicó.

EH Bildu, Podemos e I-E también se desmarcaron de este tipo de explotaciones, que no consideran sostenibles.

Por último, Marisa de Simón (Izquierda-Ezkerra) se manifestó «totalmente contraria a este modelo de explotación pues, amén de peligroso, pone en cuestión la pervivencia de las pequeñas explotaciones ganaderas y familiares».

A su juicio, «estas macrogranjas están pensadas para que las grandes empresas obtengan muchos beneficios». «Van en detrimento del desarrollo rural que necesita Navarra. En este caso, además, el negocio no está en la leche, sino en la producción de biometano», criticó.

Fundada en 1950, Valle de Odieta inició su actual actividad agropecuaria en 1983, con la puesta en marcha de su primera granja de ganado vacuno de leche. Da empleo directo a ochenta personas y a 250 más de modo indirecto.

Además, produce 60.000 toneladas de leche al año. La inversión se cifra en 16 millones, a los que habría que añadir otros 9, añadió el Parlamento foral, ya que para finales de 2022 está prevista una ampliación con la edificación de otras seis naves. También se prevé la instalación de una depuradora «para convertir las aguas de ordeño en aguas de riego».

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