La situación que vive el sector del transporte de viajeros por carretera, fruto de la pandemia, «se puede calificar como dramática«, comenta a NavarraCapital.es Andrey Solntsev, director comercial de Sunsundegui. Las restricciones de movilidad impuestas a nivel internacional y regional a partir de marzo de 2020 en los países que representaban los principales mercados de la empresa de Alsasua, dedicada al carrozado de autobuses, causaron una caída de la actividad de hasta el 100 % en algunos casos. Por ejemplo, en el transporte discrecional, lo que trajo como consecuencia el aplazamiento o la cancelación de los pedidos de autocares y autobuses.
La llegada del coronavirus ha truncado una de las etapas más positivas de la dificultosa trayectoria de Sunsundegui, fundada en 1944 en Irún y que se trasladó en 1956 a Alsasua cuando la localidad cobró relevancia como núcleo ferroviario. Entonces se dedicaba a la reparación de trenes de Renfe. Pero cuando la compañía asumió dicha tarea en sus propios talleres, vivió su primer momento delicado y subsistió gracias a las subcontratas de CAF. En 1987 llegó una nueva dirección, que orientó el negocio hacia el carrozado de autobuses, una nueva línea que propició un récord de facturación en 2008. Sin embargo, problemas derivados de la gestión abocaron a Sunsundegui a una grave crisis apenas un año después, que requirió la intervención del Gobierno de Navarra a través de Sodena. A finales de 2012, el Ejecutivo foral desinvirtió y el equipo directivo y la plantilla se hicieron cargo del accionariado.
2020, AÑO DE RÉCORD
La empresa inició entonces la trayectoria ascendente, que la pandemia ha frenado en seco. El ciclo de producción y venta de los autobuses es largo, de modo que los efectos de la crisis propiciada por el Covid-19 se demoraron y no se empezaron a notar hasta el cuarto trimestre del pasado año. Pero es ahora cuando resultan más intensos. «2020 fue un año con mucha carga de trabajo, ya que se fabricaron los pedidos recibidos antes de la pandemia. De hecho, el año pasado Sunsundegui logró entregar el máximo número de vehículos de su reciente historia, unas 470 unidades, y facturar más de 70 millones de euros. En 2019, las entregas sumaron unas 420 unidades», detalla Solntsev.
La firma ha aplicado un ERTE a la mayoría de la plantilla. Y, aunque no ha rescindido contratos, no ha renovado los temporales.
La situación, sin embargo, ha empeorado radicalmente en los últimos meses. «Ahora tenemos una cartera de pedidos que, si la comparamos con la de 2020, está en torno al 25% respecto a entonces«. Es decir, de unos 120 autobuses.
Esa caída de los pedidos obligó a la empresa a aplicar «medidas drásticas», como un ERTE a gran parte de los 330 integrantes de la plantilla. Y aunque la firma no ha rescindido contratos, no ha renovado los de carácter temporal.
La situación de otras firmas dedicadas a la misma actividad que Sunsundegui no es mejor, indica su director comercial: «Los clientes de las empresas carroceras se han visto afectados prácticamente de la misma manera en todo el mundo, con lo cual la situación de los proveedores de autobuses y autocares es muy similar. En concreto, sufrimos una sensible bajada de los pedidos y muchas dificultades para entregar vehículos fabricados y coches de stock'». El impacto de la crisis ha sido menor en el caso de los autobuses urbanos, porque son proyectos más vinculados a fondos públicos. «Pero Sunsundegui, históricamente, no está presente en este segmento de mercado. Nuestra producción principal son los autocares de larga distancia e ‘intercity'».
Andrey Solntsev: «Pensamos que al menos todo el año 2021 va a ser difícil para el sector del transporte”.
Antes de la llegada de la pandemia, la marcha de la empresa era tan positiva que sus responsables decidieron mejorar las instalaciones para aumentar la producción. A finales de julio de 2019, Sunsundegui anunció una inversión de 7 millones de euros. Y a pesar de la desfavorable coyuntura actual, el proyecto se ha completado y la compañía ya está en condiciones de fabricar en torno a 650 unidades anuales. «Hemos mantenido los proyectos más importantes durante 2020 porque la modernización y la mejora continua son imprescindibles para la competitividad de la empresa», precisa Solntsev. La prueba es que, el pasado mes de diciembre, Sunsundegui acometió la transformación digital de su infraestructura IT.
De esta forma, la firma quiere estar preparada para producir más y mejor cuando vuelva a crecer la demanda. El problema es que «no está claro el camino hacia la normalización». «Pensamos que al menos todo el año 2021 va a ser difícil para el sector del transporte, ya que se mantienen las restricciones de movilidad a nivel nacional e internacional», opina el director comercial. No obstante, espera que en 2022 «se puedan ver signos de mejora con la recuperación del turismo y un mayor movimiento de personas». Será un primer paso crucial para «restablecer la actividad» de sus clientes, «lo que a su vez se traducirá en un aumento de pedidos de nuevos vehículos».
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