miércoles, 1 mayo 2024

Los principales antídotos contra el síndrome postvacacional

El verano se acaba y la gente vuelve al lugar de residencia y a su rutina de trabajo. Este síndrome suele producirse por una transición abrupta de un período de relajación y ocio a las demandas del día a día.


Pamplona - 1 septiembre, 2023 - 12:46

En España, se prevé que seis de cada diez personas sufran esta patología durante este año. (Foto: cedida)

El síndrome postvacacional consiste en un fenómeno físico-psicológico que muchas personas experimentan al regresar al trabajo o a la rutina tras las vacaciones. Según la operadora telefónica Ringover, se prevé que seis de cada diez españoles lo experimentarán. Dura unas pocas semanas y va disminuyendo gradualmente a medida que nos readaptamos a la rutina laboral. Estos los síntomas más comunes y sus soluciones:

  1. Fatiga y cansancio: Es difícil volver a adaptarse a los horarios regulares después de un periodo de descanso. Además de intentar descansar lo máximo posible, es conveniente alimentarse adecuadamente e ingerir alimentos como los frutos secos, cereales integrales, legumbres y verduras de hojas verde que son ricos en magnesio y ayudan a reducir el cansancio y la fatiga.
  1. Falta de concentración: Hay que crear un entorno de trabajo o estudio tranquilo y organizado e intentar eliminar las distracciones y el ruido excesivo. El desorden y las notificaciones constantes de los dispositivos móviles son el principal motivo de la falta de concentración. Para recargar energía y mantener la concentración es fundamental hacer pequeños descansos, se puede seguir la técnica «Pomodoro», que consiste en dividir el tiempo en intervalos de trabajo de 25 minutos seguidos de 5 minutos de descanso. Después de cuatro intervalos, hay que tomar un descanso más largo de 15 o 30 minutos.
  1. Irritabilidad o cambios de humor: La sensibilidad aumenta y las variaciones en el estado de ánimo se acentúan. Uno de los mejores remedios para disminuir la irritabilidad es practicar actividad física de manera regular y evitar el exceso de azúcar y cafeína ya que puede provocar fluctuaciones en los niveles de energía y producir irritabilidad.
  1. Dificultad para dormir o trastornos del sueño: Las rutinas del sueño pueden verse afectadas debido al cambio de horarios. Para amoldarse lo antes posible a la nueva rutina es conveniente intentar acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, esto ayudará a regular el reloj interno” y mejorar la calidad del sueño. También, cenar al menos dos horas antes de acostarse para que no interfiera en el sueño y crear un ambiente adecuado. La melatonina en forma de suplementos también puede favorecer el descanso, pero hay que tomarla con precaución y supervisión médica.
  1. Ansiedad: Existen diversas técnicas de relajación que pueden reducir los niveles de ansiedad y estrés, como la respiración profunda, la meditación, el yoga y el mindfulness. Un baño caliente con sales de baño o aceites esenciales también calma la ansiedad y relaja los músculos. Alimentos ricos en vitaminas del grupo B, como la B6 y B12, también permiten aliviar al individuo.
  1. Tristeza o melancolía: Uno de los mejores remedios para intentar combatirla es seguir haciendo planes en nuestro lugar de residencia y planificar futuras escapadas y viajes. También es conveniente incluir en la rutina actividades placenteras que hagan sentirse bien como puede ser leer un libro, ver una película o serie, o simplemente dar un paseo.
  1. Sentirse abrumado: Agobiarse o sentirse superado por la cantidad de tareas acumuladas después de las vacaciones es normal, es difícil lidiar con ello, pero es cuestión de organizarse. Lo más recomendable es hacer listas de tareas junto con un calendario o un planificador. Además, hay que priorizarlas y es fundamental apoyarse en los demás y saber delegar.
  1. Desmotivación y falta de interés: Hay que reflexionar y recordar que el trabajo es un medio para poder vivir y que en la gran mayoría de las veces se puede crear un ambiente de trabajo agradable para sentirse cómodo y motivado. También tratar de mantener un equilibrio entre el trabajo y la vida personal y practicar actividades placenteras en las horas libres para mejorar el bienestar general.
  1. Síntomas físicos y dolores: El síndrome postvacacional puede manifestarse con síntomas físicos como el dolor de cabeza, problemas digestivos o malestar general. Estos síntomas son una respuesta natural del cuerpo a los cambios en la rutina y las emociones asociadas después de un periodo de descanso y pueden variar en intensidad y duración según cada persona, y que, en la gran mayoría de los casos, duran solo unos días, pero, si estos persisten, es mejor acudir a un especialista para que los evalúe.

Desde la Clínica Universidad de Navarra (CUN), ofrecen varios consejos a tener en cuenta antes, durante y después de las vacaciones:

  • Planifique un lugar de vacaciones apto para toda la familia.
  • Establecer un periodo de tiempo de descanso.
  • Practique hábitos de vida saludables.
  • Mantenga una dieta sana.
  • Intente mantener los mismos horarios.
  • Al finalizar las vacaciones, vuelva progresivamente a la rutina.
  • Intente mantener las aficiones iniciadas durante el verano.
  • Cuando se incorpore de nuevo a su vida ordinaria mantenga un orden de prioridades.

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