Shanae, empresa navarra especializada en productos geriátricos y ortopédicos, ha creado una nueva línea de negocio, centrada en la producción de mascarillas quirúrgicas y FFP2. En concreto, ha adquirido dos máquinas y ha habilitado una sala “blanca”, libre de contaminación ambiental, por un importe total de 650.000 euros. Además, prevé comprar una tercera máquina “en unos tres meses” por valor de 350.000. De modo que la inversión total del proyecto asciende a un millón de euros. La producción de mascarillas se realiza en Noáin, donde tiene su sede la empresa, y generará entre nueve y diez puestos de trabajo.
“Hemos logrado que el fabricante de las máquinas sea español, como la materia prima”.
Eugenio Taberna, propietario de Shanae y gerente de su empresa hermana Manufacturas Vettel, explica a NavarraCapital.es que las nuevas instalaciones ya están confeccionando cada día, “a un solo turno”, 50.000 mascarillas quirúrgicas y 25.000 FFP2 (1,5 millones al mes).
Pero, dependiendo de la demanda, la producción podrá por tanto duplicarse o, incluso, triplicarse próximamente. Y, con la adquisición de la tercera máquina, destinada a mascarillas FFP2, se igualarán las cifras de ambos tipos de mascarillas: “Comenzamos a fabricar las quirúrgicas en diciembre y, hace diez días, empezamos con las FFP2”.
La compañía, que exporta el 30 % de estos EPI, está recibiendo pedidos de sus clientes habituales en España y de otros países de Europa y el norte de África. También se encuentra en contacto con administraciones públicas europeas y entidades privadas, por lo que espera aumentar la cuota de exportaciones al 50 % a medio plazo.
Taberna detalla que la puesta de marcha de esta línea de negocio comenzó a gestarse el pasado mes de marzo, cuando irrumpió la pandemia del Covid-19, y se trata de un “desarrollo adicional” encaminado a complementar su línea de productos. Además, pone en valor el know how que su compañía puede aplicar a este campo, ya que es “una de las pocas empresas especializadas en insumos sanitarios” que ha entrado en este mercado.
“Ahora mismo, el 90 % de los productores de mascarillas no se dedica a la fabricación de otros productos sanitarios. Nuestra experiencia nos da un valor añadido, y contamos con todos los certificados y las licencias sanitarias para la fabricación. Producimos en condiciones óptimas, mientras que la competencia no tiene las mismas garantías que nosotros”, enfatiza.
“En marzo de 2020, cuando empezamos a implementar el proyecto, el mercado estaba dominado por China, nos era desconocido y la materia prima era prohibitivamente cara”.
El inicio del proyecto tuvo algunas dificultades, especialmente a la hora adquirir la maquinaria, acometer su instalación y gestionar las solicitudes de préstamos y ayudas.
De modo que supuso un “esfuerzo importante” para la firma: “Nos hemos dejado la piel en este tema porque ha sido muy complicado conseguir la maquinaria y recibir la financiación. En marzo de 2020, cuando empezamos a implementar el proyecto, el mercado estaba dominado por China, nos era desconocido y la materia prima era prohibitivamente cara”, repasa Taberna.
Por eso, celebra como un “logro” que finalmente se implantara con éxito: “El fabricante de las máquinas es español, como también lo es la materia prima. Hemos ido resolviendo los problemas a lo largo de esta aventura y, ahora, estamos muy esperanzados con sus resultados”.
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