jueves, 25 abril 2024

«Sí, quiero» a David Yárnoz

En una boda, cada detalle es importante. Y con el menú, la pareja puede expresar el cariño de toda una vida a sus familiares y amigos, dejar una huella imborrable en su memoria. Ahora será más fácil que nunca, ya que Eventshotels lanza las bodas con dos estrellas Michelin en Baluarte, donde gestiona la restauración. Un concepto único y exclusivo, en el que cada plato es elaborado por el chef David Yárnoz y su equipo de El Molino de Urdániz.


Pamplona - 4 enero, 2020 - 06:10

David Yárnoz es el único chef navarro con dos estrellas Michelin.

“Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única”, sentenció Jorge Luis Borges. No le faltaba razón al célebre escritor argentino. Amar es admirar, entregarse, comprender, apoyar, soñar, luchar, remar…

Cuando alguien quiere de verdad, se desvive por hacer feliz a quien camina a su lado. Por eso, el matrimonio representa para muchas parejas la máxima confirmación de un proyecto común. Y cuando llega el momento de dar el “sí quiero”, cada detalle importa: el escenario, el look, la banda sonora, la decoración y, cómo no, el menú. En cada plato, los novios pueden expresar a sus más allegados el agradecimiento y el cariño de toda una vida, decirles sin palabras lo importantes que son para ellos, dejar una huella imborrable en su memoria. Porque en un plato, como en un beso, que diría Pablo Neruda, “sabrás todo lo que he callado”.

Salón Muralla de Baluarte, un acogedor espacio para degustar el menú de David.

Salón Muralla de Baluarte, un acogedor espacio para degustar el menú de David y su equipo.

Así que un menú deslumbrante puede ser el mejor recuerdo que se lleven del día. Y para lograrlo, nada mejor que rodearse de quienes brillan en el mundo de la gastronomía, con sus distinguidas propuestas. Por eso, el grupo navarro Eventshotels, dirigido por Jesús Berisa, lanza un nuevo y exclusivo concepto para el año que comienza: las bodas con dos estrellas Michelin en el Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra Baluarte. O lo que es lo mismo, las bodas con la firma de David Yárnoz, el único chef de la Comunidad foral que ha alcanzado por el momento tal distinción.

En 2018, Eventshotels asumió la gestión íntegra de las secciones de restauración y bodas en Baluarte. Con un cuarto de siglo de trayectoria a sus espaldas, el grupo tuvo muy clara su misión desde el principio: aportar un importante valor añadido a la oferta gastronómica de la región. Por eso confió la dirección gastronómica al pamplonés David Yárnoz, que ahora implanta su visión de la alta cocina en el sector de las bodas.

Él y su equipo de El Molino de Urdániz harán vivir una experiencia culinaria inolvidable a quienes quieran celebrar el día más especial de sus vidas en Baluarte. Porque ellos serán los encargados de elaborar personalmente el menú. El palacio de congresos será, por tanto, el único establecimiento navarro que cuente con tal privilegio. «Disponemos de las herramientas necesarias para afrontar cualquier evento y compartir una gastronomía con un marcado carácter, que hará que cada boda sea única. La gastronomía es un elemento más, dentro del mundo de la boda, pero haremos que sea un elemento diferenciador», resalta el chef.

El chef navarro mima todos los detalles de sus creaciones.

El chef navarro mima todos los detalles de sus creaciones.

David, que en 2019 cumplió 45 años, lleva más de una década impresionando a quienes se acercan hasta El Molino de Urdániz para probar sus propuestas. Quizás por eso cuente ya también con dos soles Repsol y haya traspasado fronteras para abrir su propio restaurante en Taipéi (Taiwán), con el fin de trasladar al otro lado del mundo una cocina de producto y de raíces. Fue el empresario local Arthur Wang quien, tras quedar maravillado por su talento, quiso que su hotel albergara una réplica de El Molino de Urdániz.

El chef pamplonés cosechó su primera estrella Michelin en 2007. La segunda, en 2018, con un equipo de apenas cuatro personas. Posiblemente, el más pequeño del planeta en conseguir tal hito, como reconoció en tono bromista el día en que se comunicó el reconocimiento.

Máximo exponente de la cocina creativa, siempre pone su talento y personalidad al servicio de una gastronomía llena de armonía, que exalta los productos locales y de proximidad sin renunciar tampoco a los de fuera. Una gastronomía en permanente evolución que ha situado al restaurante, abierto por sus padres hace más de treinta años y gestionado por él desde 2004, en las guías gastronómicas de todo el mundo como lugar obligado de visita para los paladares más sofisticados y exigentes.

Sus platos se centran en los productos locales y de proximidad, sin renunciar a los de fuera.

Sus platos se centran en los productos locales y de proximidad, sin renunciar a los de fuera.

Formado en la escuela de Luis Irizar, David ha trabajado en restaurantes tan ilustres como El Celler de Can Roca, Mugaritz o Akelarre, entre otros. Y siempre se ha declarado un apasionado comensal, con una vocación tan profunda y arraigada que disfruta de su propio sacrificio.

En cada uno de los once platos que conforman su menú degustación de El Molino de Urdániz (este varía según la temporada), fusiona entrega, emoción, reflexión, equilibrio, imaginación, sencillez, excelencia y comprensión de todos los matices que encierra el producto, con la misma sutilidad y exquisitez con la que Borges fusionaba géneros literarios de manera deliberada. Y eso es una muestra de amor, posiblemente tan alta como el “sí quiero”.


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