La agencia de calificación de riesgo Standard and Poor’s (S&P) volvió a otorgar este martes a Navarra la máxima calificación crediticia a largo plazo permitida para una comunidad autónoma española. Con un rating AA- y «perspectiva estable», Navarra obtuvo una calificación que le coloca «dos niveles por encima del conjunto de España, que actualmente se sitúa en la puntuación A» e igualmente «con perspectiva estable».
Según informó el Gobierno de Navarra, este hecho convierte a la Comunidad foral en «una de las dos únicas regiones de toda Europa, junto con el País Vasco«, que logra «una solvencia económica en el nivel máximo permitido por Standard and Poor’s» para una región de su país.
En su informe, S&P reflejó, para justificar su calificación, que sus características crediticias la hacen «más resistente que el resto de España en un escenario de crisis, al mismo tiempo que muestra su pronóstico de que Navarra siga reduciendo paulatinamente su deuda con niveles fuertes de tesorería».
Desde la firma se puso en relieve la importancia de la capacidad propia de Navarra en materia fiscal, lo que implica «que pueda recaudar la mayoría de los impuestos, de los que luego transfiere una parte al Gobierno central en compensación por los servicios que presta». Esa capacidad de la que dispone la Comunidad foral tiene como consecuencia que «se establezca una relación bilateral con el Gobierno central y diferenciada de tratamiento frente a otras regiones del estado». Entre otras cuestiones, recordaron en S&P, Navarra negocia también bilateralmente sus objetivos de deuda y déficit con el Ejecutivo español.
ANÁLISIS DE LA ECONOMÍA NAVARRA
Según el análisis de la firma, la economía de Navarra es «más rica, más competitiva y está más orientada a la exportación que la de España». El PIB per cápita navarro fue aproximadamente el 120 % de la media española al finalizar 2022.
La industria tiene un peso «más importante» que en otras regiones y representa el 30,8 % del valor añadido, frente al 17,4 % de España, con una clara orientación a la exportación.» Esto es lo que hace que su economía sea más resistente a choques externos», según S&P.
UN CRECIMIENTO «MÁS FUERTE DE LO ESPERADO»
El análisis habla de una recuperación presupuestaria en Navarra «más fuerte de lo esperado», con un superávit sobre ingresos corrientes del 5,3 % en 2023. Para el periodo de 2024-2026, la agencia de calificación de riesgo augura que Navarra seguirá obteniendo buenos resultados presupuestarios, aunque «con una reducción del superávit por la desaceleración del crecimiento económico, que se trasladará a la recaudación de impuestos».
También destaca que la deuda «es baja», sobre todo al compararla con el resto de comunidades autónomas, y que además se está reduciendo y que «continuará disminuyendo en el periodo de 2024-2026». Y confirma que, a pesar del incremento de los tipos de interés, los pagos por intereses de la región «no se vieron afectados por la mencionada reducción de la deuda».
Otro punto que valora positivamente son los niveles altos de tesorería como consecuencia de los superávits obtenidos y de los fondos europeos. Así, estima que la tesorería podría descender por la ejecución de gasto con fondos europeos, pero «seguirá manteniéndose en niveles elevados». Finalmente, «destaca el gran compromiso con la consolidación fiscal del equipo financiero, así como la prudencia en las decisiones de gestión de deuda y de tesorería».