La carrocera navarra Sunsundegui anunció este martes por la mañana la apertura de un periodo de negociaciones de su deuda con acreedores e inversores tras unos meses convulsos, marcados por la pérdida del proyecto con Volvo Buses para fabricar sus modelos 9700 y 9900 debido principalmente, según esgrimieron la propia empresa y el Gobierno de Navarra, a las inversiones inasumibles que implicaba el acuerdo. Un duro revés que se produjo en paralelo a los préstamos recibidos por el Ejecutivo foral para paliar su crisis financiera.
No obstante, la compañía de Alsasua afirmó que las conversaciones pretenden servir para «alcanzar un acuerdo que permita cumplir sus objetivos de crecimiento». «Sunsundegui confía en poder cumplir los objetivos propuestos en un periodo inferior a tres meses», agregó en un comunicado.
La empresa atraviesa «dificultades financieras» desde 2021 y ha recibido el apoyo de Cofides y Sodena. Desde entonces, según defendió en su comunicado, ha iniciado «una recuperación operativa» del negocio. «Las ventas en 2020 fueron de 73,2 millones de euros y disminuyeron hasta un valle en 2022 de 26,6 millones. En 2023 lograron recuperarse hasta 34,1 millones», detalló.
EL INFORME DE KPMG
A petición propia, de UPN y PPN, el consejero Mikel Irujo compareció en la Comisión de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial del Parlamento de Navarra para exponer un informe elaborado por KPMG sobre la situación actual de la empresa, así como para dar respuesta a las preguntas de los grupos parlamentarios. Según datos recogidos por la consultora hasta el pasado mes de junio, Sunsundegui hacía frente a una deuda financiera «elevada» de 48,8 millones de euros, de los que 8,9 millones se deben a proveedores y otros 39,9 millones a entidades financieras y no financieras (ICO, Cofides, Sodena y CDTI).
Mikel Irujo: «Sunsundegui podría quedarse sin caja positiva a partir de este mes (…) Su situación financiera es extremadamente preocupante»
El consejero aludió en primer lugar a retrasos en la producción de coches. Precisamente, en el primer trimestre de 2024, la empresa sufrió un «atasco» de 121 coches al producir menos de 1,5 unidades al día, un ritmo que volvió a alcanzar en junio. Además, la contratación de personal en 2024 para resolver incidencias puntuales ha provocado, según Irujo, una «sobredimensión» de la plantilla. Una situación a la que se suma la estructura financiera «ineficiente» de la firma alsasuarra. De esta forma, Sunsundegui «podría quedarse sin caja positiva a partir de este mes de septiembre».
El informe indica que, para atajar esta crisis, la compañía está trabajando en su reestructuración y en otras medidas como renegociar sus contratos con proveedores, lograr una producción mínima que le permita alcanzar la rentabilidad y resolver las ineficiencias de la producción. Así mismo, el documento hace hincapié en la necesidad de que la firma fabrique «modelos de coches con una mayor rentabilidad».
INTERVENCIONES DE LA OPOSICIÓN
Por parte del PP Navarra, María Isabel García Malo manifestó su desconcierto por la «falta de previsión» de todas las entidades implicadas en el plan de negocio de Sunsundegui. «Yo leí en prensa que la empresa se daba un plazo de dos meses a partir de julio para evitar el preconcurso. Pero las expectativas de la empresa han sido las más negativas porque se ha entrado en preconcurso de acreedores. Que se haya renunciado al proyecto de Volvo supone un antes y un después. No es suficiente que la multinacional mantenga su actividad con Sunsundegui porque este hito supone un impacto en el empleo y en su crecimiento. Por otro lado, ¿qué sucederá con los 9 millones concedidos por Sodena para impulsar el fallido proyecto?», cuestionó.
Acto seguido, Ana Elizalde (UPN) recogió el guante de García Malo y puso el foco en el papel que desempeñará el Gobierno navarro en las negociaciones anunciadas este martes por la compañía. «Reclamamos transparencia. Queremos saber si el acuerdo con las entidades financieras estaba condicionado por el acuerdo de Volvo. Y con estas novedades, no estamos hablando de las personas que se estaban formando para fabricar los modelos y de las contradicciones que se han dicho a este respecto», incidió.
Tras las intervenciones de los grupos parlamentarios y a modo de réplica, Irujo defendió la apuesta del Ejecutivo foral por buscar pactos con los mismos agentes con los que ha trabajado en los últimos años: ICO, Cofides, CDTI (aunque en menor medida) y Volvo. «El hecho de que la empresa haya anunciado la apertura de las negociaciones deja claro que se trata de una situación financiera extremadamente preocupante. Buscamos una solución para esta situación actual que, insisto, formalmente se denomina apertura de un proceso de negociación con acreedores», remató.
Fundada en 1944, la compañía diseña y produce autocares de media y larga distancia y cuenta con una plantilla compuesta por más de 300 trabajadores. En concreto, ofrece diferentes modelos que cubren las necesidades del transporte de viajeros por carretera, con un departamento de I+D propio. Está presente en «más de veinte» países de Europa, África y Asia.