viernes, 19 abril 2024

Vuelven los gladiadores

Si bien es cierto que el inicio del año es un tiempo propicio para actualizar el viejo adagio latino de 'Citius, altius, fortius' y apuntarnos al gimnasio de la esquina, también lo es para recuperar ese otro clásico que apunta "mens sana in corpore sano". Para esto último no hay mejor alimento para la mente que viajar y más si en Italia acaban de recuperar la Escuela de los Gladiadores de Pompeya, ¿nos damos una vuelta?


Pompeya (Nápoles) - 19 enero, 2019 - 05:45

El yacimiento arqueológico de Pompeya reabre la Escuela de los gladiadores, en proceso de restauración

Entre los subgéneros cinematográficos que más fortuna y reconocimiento han obtenido de todos los tiempos está el ‘Péplum’ o cine histórico de aventuras ambientadas en la Antigüedad. También se les conoce popularmente como ‘películas de espadas y sandalias’ que, como en toda actividad artística han generado auténticas obras de culto como ‘Ben Hur’, ‘Quo Vadis’ o la mítica ‘Espartaco’; otras, un poco sobrevaloradas como ‘Gladiator’ o, directamente, auténticas mediocridades como las rodadas en los antiguos estudios Cinecittá o en Almeria en plan ‘La Historia Más Grande Jamás Contada’ con un John Wayne ¡Jonh Wayne! caracterizado de centurión romano… gladiador

El tema es que para aquellas y aquellos a los que les mole el tema clásico de los cuerpos perfectamente musculados, las túnicas y ‘esta noche va a arder Roma con el capitolio incluido’, constituye una magnífica noticia algo que acabamos de saber y es el renacimiento de la antigua Escuela de los Gladiadores de Pompeya. Bien es cierto que estamos en unas fechas muy apropiadas para aplicarnos el viejo adagio latino que reza ‘Citius, altius, fortius’, esto es, ‘más rápido,más alto, más fuerte’ y apuntarnos al gimnasio de la esquina.

Sin embargo, con ser ése un buen plan, creemos mucho mejor optar por otro de los latinajos más populares, el que indica «mens in corpore sano», esto es, «mente en cuerpo sano» y alimentar nuestro cerebro y, para ello, una de las mejores oportunidades es la que representa viajar y conocer mundo. Así, por ejemplo, podemos empezar ese recorrido por esa escuela que hemos mencionado y que nos permitirá conocer los restos de lo que originariamente era una ‘Domus’ o ‘casa particular romana’ del siglo I a.C. pompeya-avenida

Denominada ‘Schola Armaturarum’, lo que queda de las estancias de la Escuela de los gladiadores, ahora en proceso de restauración, nos permitirá sumergirnos en el pulso de una ciudad en la que se detuvo el tiempo cuando fue sepultada por la lava del Vesubio en el 79 d. C. Podremos, de esta forma, soltar la imaginación y percibir la importancia que para aquellas gentes tenían unas escuelas donde se formaba a seres humanos cuyo fin último en su vida era la de combatir, morir o vivir en la arena. Para ello, como bien reflejó el maestro Kubrick y ahora se puede contemplar en lo que queda de la escuela pompeyana, los combatientes eran sometidos a un durísimo entrenamiento y una férrea disciplina que, por cierto, nada tiene que ver con la versión que hizo fortuna hace unos años en la tele de infausto nombre ‘Spartacus’. pompeya-edificacion

Existen alicientes de sobra para visitar la original Escuela de Gladiadores de Pompeya y, posteriormente, su anfiteatro lo que nos situará justo en el centro neurálgico de un espectáculo donde se enfrentaban hombres entre sí y, también, hombres «vestidos de una simple túnica y armados solos con lanza» -según se describen en los anales más antiguos- contra animales entre los que se encontraban fieros leones, tigres, leopardos, osos o, incluso, elefantes.

En ocasiones -continúan algunas de esas crónicas milenarias- los combates se desbordaban de tal forma que las plebes enfervorecidas se introducían en el combate, como ocurrió en el 59 d.C, cuando la trifulca se extendió a las poblaciones de Pompeya y Nocera. Tal y como quedó reflejado por Tácito, en uno de los manuscritos que se muestran al visitante, «volaron piedras y se acabó con las armas. Los pompeyanos tuvieron más suerte. Muchos de Nocera volvieron a sus casas mutilados y algunos lloraron la muerte de un hijo o un padre». ¿Cómo terminó la historia? El propio Senado intervino y decidió dar un castigo ejemplar: prohibió los duelos de gladiadores en Pompeya durante 10 años.

Por lo tanto, como se puede comprobar, la visita a la antigua ‘Schola Armaturarum’ puede ser la excusa perfecta para conocer una cultura que tanto nos legó y de la que nos podemos considerar herederos. Pero, claro, llegados a este punto y una vez que hemos venido a Pompeya y se nos ha despertado un mono máximo por todo lo que tiene que ver con lo romano, ¿qué más podemos hacer? ¿Cómo podemos satisfacer nuestro deseo de más conocimiento? ¿Qué otras casas tenemos que visitar sí o sí? pompeya-frescos

Fundamentalmente, cuatro son los escenarios a los que habría que rendir visita si queremos que nuestro tour por Pompeya sea lo más completo posible. Así, estaría la Villa de los Misterios que recoge los frescos más espectaculares que se conservan de toda la ciudad; luego no hay que perderse la Casa de Octavius Quartio, pequeña villa romana que sobresale por sus jardines con pérgola que, además, ha sido restaurada en fechas recientes.

¿Algo más? ¡Sí,claro! Dos citas ineludibles. La primera, la casa de Venus de la Concha donde nos podremos recrear con el gran fresco mural que da nombre al inmueble y, como remate, el Lupanar o ‘Prostíbulo de Pompeya’ que, además de ser un rincón diferente, original y muy pequeño, es uno de los más concurridos ya que, como es lógico, muchísimos de los 3,4 millones de turistas que visitan Pompeya, según datos oficiales, no pueden sustraerse del ‘morbo’ de un espacio que todavía guarda bien frescas las representaciones de las posturas sexuales más procaces con las que los antiguos romanos ilustraron sus paredes … Y ante la que seguro que a más de uno o una se le escapará eso de Veni, Vidi, Vici… ¡Feliz mes pompeyano de Enero! pompeya-escultura

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