Volkswagen Navarra detendrá su producción los días 24, 25 y 26 de marzo, debido a la «escasez de semiconductores» y a «la consecuente falta de piezas que imposibilitan el montaje del coche». En concreto, según informó la empresa este martes en un comunicado, se trata de componentes electrónicos que incorporan el 96 % de los vehículos producidos en la planta de Landaben. La Dirección hizo el anuncio en el transcurso de la Comisión Sindical de Seguimiento.
El «incremento de la demanda de semiconductores en todo el mundo», unido a «una menor producción de estos componentes» debido a la pandemia, está afectando «a la práctica totalidad de las empresas del sector de la automoción», que han visto cómo una buena parte de esos componentes electrónicos «se han derivado a otros sectores como la electrónica de consumo o la sanidad». La compañía afrontará este parón «dando continuidad al ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas y de producción».
LA SITUACIÓN HA DADO UN GIRO
El pasado 19 de febrero, NavarraCapital.es publicó un reportaje sobre la dimensión de esta problemática mundial en la automoción de la comunidad, que ya entonces estaba afectando a la firma alemana. No obstante, la planta de Landaben señaló oficialmente que aún no se había visto damnificada al respecto, ya que los materiales que faltaban eran los incorporados a vehículos de segmentos superiores. Concretamente, al Golf y Tiguan, no a los ensamblados en la fábrica navarra, el Polo y el T-Cross.
«De momento, no nos afecta en absoluto y tampoco creemos que lo vaya a hacer a corto o medio plazo. Eso no quiere decir que, si la crisis de los semiconductores no mejora sino que va a peor, quizás dentro de unos meses nos llegue a plantear problemas», valoró un portavoz oficial de la fábrica. La situación, sin embargo, ha dado un giro de 180 grados.
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