viernes, 29 marzo 2024

Así viven la crisis las firmas prémium

NavarraCapital.es hace una radiografía de cómo están siendo los efectos del coronavirus en aquellos subsectores donde se comercializan productos y servicios de alta gama. Viviendas, vehículos, ‘boutiques’, clubes de golf… Cada uno tiene sus propias peculiaridades, fortalezas y dificultades, pero en líneas generales se aprecia una tendencia: parecen resistir la crisis actual con mayor entereza.


Pamplona - 2 septiembre, 2020 - 07:00

El confinamiento hizo que aumentara la demanda de viviendas con jardín o terraza. (Foto: cedida)

Ya antes de la crisis del coronavirus, el sector inmobiliario atravesaba un momento delicado a nivel nacional. El Instituto Nacional de Estadística se hizo eco de esta realidad hace algunos meses, cuando publicó los datos correspondientes a las compraventas de viviendas contabilizadas en 2019. Porque el año pasado, se constató una ligera caída del 3,3 % respecto a 2018. Pero lo más importante es que se trató de la primera bajada desde 2013.

La crisis del Covid-19 está agudizando dicha tendencia. Pero dentro del sector, la situación de los inmuebles más exclusivos encierra algunas particularidades. Por ejemplo, se trata de un nicho que, desde un punto de vista cuantitativo, no supone un volumen especialmente relevante. Y, al menos en Navarra, no se prevé que los precios de este tipo de viviendas sufran grandes variaciones por el momento “o lo harán en menor medida, dependiendo de la urgencia de venta”. Así lo afirma a este medio Jesús Sáinz, socio de Engel & Völkers Navarra, quien reconoce no obstante que sí se están ajustando a la baja los precios de aquellos inmuebles que quizás estaban algo sobrevalorados.

En inmobiliarias como Pisos Navarra sostienen que, en estos últimos meses, no han experimentado una disminución notable de las ventas en este segmento. “Si nos vamos diez años atrás, la bajada sí fue significativa. Y durante la pandemia, aproximadamente solo han bajado un 5 %”, sostiene Stanis Charlot, agente inmobiliario de dicha agencia. Sin embargo, Sáinz detalla que la mayoría de los clientes con viviendas de este tipo que deseaban venderlas han tomado la decisión de esperar “a que pase la crisis” para ponerlas de nuevo en el mercado.

En zonas como Olaz, Gorraiz y Mutilva hay escasez de viviendas con precios que oscilen entre los 350.000 y los 500.000 euros, según explica Jesús Sainz.

Aparentemente, podría pensarse que un escenario como la actual es el idóneo para inversores en busca de gangas. Pero Fernando Flores, presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Navarra (AINA), advierte de que los propietarios de esta clase de inmuebles, normalmente “sin cargas deudoras”, no suelen tener mucha prisa a la hora de venderlas, por lo que “difícilmente” bajan el precio. “Una vivienda, como algo que se puede tocar y palpar, es a menudo una opción más emocional que las acciones o los bonos. Creo que en 2021 el sector se recuperará en su totalidad y crecerá”, apostilla Sáinz.

Como ya explicó NavarraCapital.es, los ciudadanos interesados en cambiar de hogar cada vez muestran un mayor interés por los inmuebles con balcón. Lo mismo sucede con quienes tienen un mayor poder adquisitivo, que buscan más viviendas con estancias amplias, jardines y/o terraza. Y aquí, la oferta varía según la zona. Mientras en Olaz, Gorraiz y Mutilva “faltan viviendas más asequibles”, con precios que oscilen entre los 350.000 y los 500.000 euros, en otras como Alzuza existe una “gran oferta de chalés a muy buenos precios, pero que son difíciles de vender”, especifica Sáinz.

Flores sugiere que la opción de Alzuza puede ser una alternativa para familias de cierto poder adquisitivo, pero “sin grandes recursos”, que ante la posibilidad de nuevas restricciones o incluso un confinamiento“sacrifican la mayor distancia con respecto a Pamplona para tener estos espacios exteriores”. Los chalés y unifamiliares, que “se pusieron de moda” en la etapa de mayor crecimiento de la economía española, desde mediados de los años 90 hasta 2008, vuelven ahora a recobrar parte de la popularidad perdida. Eso sí, con importantes matices. “No hay demasiada euforia y la toma de decisiones de los compradores está siendo lenta”, puntualiza Charlot.

LOS CONCESIONARIOS

El sector automovilístico ha sentido con más fuerza el golpe del coronavirus. En Lurauto, grupo de concesionarios oficiales de BMW y Mini presente en Navarra, Guipúzcoa y Vizcaya, hablan del “efecto champán” . Las ventas de junio y julio fueron “extraordinariamente buenas”, gracias en gran medida al Plan Renove del Gobierno central y a los descuentos de las marcas para reducir su stock, pero no lo suficientemente altas como para compensar las pérdidas sufridas durante el confinamiento. Eso sí, los vehículos “de lujo puro” continúan teniendo una buena demanda “porque no son productos masivos”, precisa Luis Miguel García, director de Lurauto. Ahora bien, este segmento solo representa en torno al 10 % de los mil coches que Lurauto comercializa cada año.

Los coches de lujo continúan teniendo una buena demanda “porque no son productos masivos”, pero solo representan el 10 % de las ventas de Lurauto.

A pesar de las ayudas gubernamentales, García cifra en un 36 % la caída de las ventas respecto a 2019: “Es menos que la media nacional, pero es un dato muy preocupante. No hay economía que lo pueda soportar”. Por eso, a corto plazo vislumbra un panorama “muy duro”. Además, los picos de demanda actuales dificultan que pueda “gestionar bien” su stock, su personal y sus gastos. Por eso, tiene la esperanza de que el sector se estabilice a medio plazo.

José Antonio Hidalgo, director general de Gazpi, se muestra algo más optimista. Evita la palabra ‘lujo’ al hablar de Mercedes Benz, a la que define como una marca prémium: “No es de lujo porque ya abarca a todo el sector de la población”. Y añade que las ventas se han comportado “mejor de lo que se esperaba”. Estima que cerrará este ejercicio con una caída aproximada del 20 %, “que es importante, pero no refleja las cifras catastrofistas que se pensaban al inicio” de la pandemia.

Las ventas de coches de lujo están resistiendo mejor la crisis actual.

Las ventas de coches de lujo están resistiendo mejor la crisis actual.

Después de casi tres meses desde su reapertura, en Gazpi consideran que la recuperación “será más rápida” en esta crisis que en 2008. Además de las subvenciones del Gobierno de España, “que están ayudando a reactivar el sector”, su concesionario se está aprovisionando de un stock de vehículos “modernos y eficientes” desde mayo. De cara a septiembre, Hidalgo concentrará gran parte de sus esfuerzos en promocionar una gama de vehículos híbridos enchufables.

COMPRAS FUERA DE PAMPLONA

Como ya informó NavarraCapital.es, una quincena de comercios ha cerrado en el Ensanche en las últimas semanas fruto del Covid-19. Pero solo uno de ellos (Carolina Herrera) podría identificarse con el lujo. María Jesús Alonso, gerente de Ensanche Área Comercial, cree que su clausura, unida a las de “Lacoste y Escada en su momento”, supone un dato “muy negativo” para este segmento.

María Jesús Alonso: “Tenemos una oferta muy escasa en el sector del lujo, que va en consonancia con la forma de ser tan particular de esta ciudad”.

Tras veinticinco años de trayectoria, Marivi Laspalas es una de las pocas tiendas de ropa de alta gama que todavía mantiene sus puertas abiertas en Navarra. Julia Iribarren Laspalas, su dueña, afirma no saber exactamente el porqué de este fenómeno, aunque sí vislumbra algunos patrones de consumo: “La gente tiene mucha costumbre de comprar la ropa fuera, en San Sebastián o Bilbao. Aquí hay pocas tiendas, pero son buenas y abarcan un montón de marcas”.

De hecho, Alonso considera que este segmento tiene la oportunidad de crecer en la capital navarra: “Poseemos una oferta muy escasa, que va en consonancia con la forma tan particular de ser de esta ciudad. Quizá no tenemos tanto turismo como el que deberíamos”. A su juicio, habría que esforzarse más para atraer a visitantes de otras ciudades o países interesados en esta clase de compras, porque “ese es precisamente el tipo de turismo que se necesita ahora”. Un reciente informe de McKinsey confirma la relevancia de este público objetivo: entre el 20 y el 30 % de los ingresos que genera la industria del lujo son generados por personas que realizan sus compras fuera de sus países de origen.

Julia Iribarren: “Los precios en el sector de la moda se van a mantener. Otra cosa es que desaparezcan marcas”. 

La industria del lujo sufrirá pérdidas de entre el 25 % al 35 % a nivel mundial en 2020, según augura la consultora Bain & Company. Sin embargo, dicha empresa sostiene que saldrá reforzada de la crisis. De hecho, Reuters constató en mayo que firmas como Louis Vuitton o Chanel habían subido los precios de sus productos más icónicos y demandados para hacer frente a la caída de las ventas durante el confinamiento. A Julia Iribarren, en este sentido, no le consta que la ropa y los complementos que vende se hayan encarecido: “Ya estoy comprando los artículos para la nueva temporada y no he notado variación de precios. Creo que se van a mantener. Otra cosa es que desaparezcan marcas.

En su caso, las ventas han caído en torno a un 20 % con respecto al año pasado, pero Iribarren todavía sigue apostando por este mercado. Aun así, alerta de un problema a largo plazo: entre sus clientas, que en su mayoría “suelen tener un alto poder adquisitivo”, apenas un 20 % ronda los cuarenta años. El resto tiene ya entre 50 y 75 años.

La digitalización salvó a muchos comerciantes durante el estado de alarma. También tuvo un gran peso en la industria del lujo, donde normalmente la experiencia del usuario cobra especial importancia. McKinsey pone el énfasis en el e-commerce como una estrategia para que estas marcas puedan afrontar los posibles cierres de tiendas y las restricciones de viajes. Pero aunque no lo descarta, Iribarren todavía no ha puesto en marcha una estrategia para vender en internet: “Lo estoy pensando, aunque no tengo claro si funcionaría. Además, si lo hago tengo que hacerlo bien y eso costaría un dineral”.

LOS CLUBES DE GOLF

Distinta es la situación de las empresas cuya actividad se centra en un deporte asociado tradicionalmente a las personas de alto poder adquisitivo como el golf. Los responsables de los clubes de Zuasti, Gorraiz y Ulzama, que evitan la etiqueta de ‘lujo’ porque en los últimos años han promovido tarifas “asequibles” para ampliar la práctica de este deporte, resaltan que el número de socios no ha descendido desde el inicio de la crisis.

Fernando Núñez se estrenó en el mundo del golf en 1971 como caddy del Real Golf Club de San Sebastián. Casi cincuenta años después, ahora como director deportivo del Señorío de Zuasti Golf Club, se muestra convencido de que los cursos que comenzarán este mes en sus instalaciones “se llenarán pronto” y de que, “sin lugar a dudas”, este deporte ha salido reforzado tras el confinamiento, al menos a nivel local. Porque, no obstante, sí está notando una caída de turistas extranjeros: “Es cierto que estamos muy por debajo de las visitas que solíamos recibir desde Francia, por ejemplo. Pero en el número de socios no ha sido así”.

Aunque los clubes de golf navarros están recibiendo a menos visitantes extranjeros, el número de socios no se ha resentido.

Tras el estado de alarma, Julián García-Mayoral, director del Club de Golf Gorraiz, constató un gran incremento de la actividad en sus instalaciones. Eran muchos los que sentían la necesidad y el deseo de volver a practicar su deporte favorito, como sucedió también con el running o el senderismo. Una tendencia que hace extensible al resto de España.

“Hay menos gente viajando desde Inglaterra o Suecia, pero ese no es nuestro mercado principal. El golf nacional, en cambio, está más activo de lo normal”. Es más, asegura que cada vez hay más personas interesadas en hacerse socias de su club.

En los cinco años siguientes a 2008, el número de socios del Club de Golf Ulzama disminuyó un 22 %. Pero la crisis actual no ha tenido los mismos efectos. Javier Taberna Aldaz, presidente del club, destaca que en esta ocasión “todos los puestos de trabajo se han mantenido” y que, además, el número de afiliados no ha disminuido. Al igual que sus colegas, nota un uso “más intensivo” de sus instalaciones, que atribuye al hecho de que muchos socios, “por prudencia”, han decidido veranear sin salir de Navarra.

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